El Editorial Periodístico

La placentera aventura de leer

“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. Miguel de Cervantes, escritor español

El pasado viernes 2 de octubre, 2.963.393 niños y 187.981 adultos pertenecientes a 10.222 instituciones participaron de la 7ª Maratón Nacional de Lectura. La propuesta de la Fundación Leer tuvo y tiene excelentes repercusiones en todo el país, y la cantidad de niños y adolescentes que participan en la maratón ha ido en constante aumento a lo largo de los siete años ininterrumpidos de su desarrollo. Sin mayores rodeos ni explicaciones, la actividad consiste en leer cuentos, novelas, leyendas o fábulas durante al menos una hora, tarea que deben desarrollar todos los alumnos, docentes y no docentes, junto a los padres o instituciones que hayan sido invitadas o se hayan sumado por motu proprio.

No se trata de una competencia, sólo de una jornada nacional de lectura. Al respecto, más de una docena de escuelas del departamento y la zona, mayormente las primarias, se sumaron a la iniciativa y concretaron el tan ansiado encuentro anual con los libros. Valga un ejemplo: en Marcelino Escalada, la escuela primaria adoptó la novedosa modalidad de comprometer a todo el pueblo con la Maratón. De esta manera, algunos alumnos leyeron en la comuna con los funcionarios públicos, otros leyeron cuentos con los ancianos en el Club de los Abuelos y también hubo quienes repartieron leyendas en más de diez comercios adheridos del lugar.

En estos tiempos que corren, parece que la exitosa realización cobra nuevos bríos ante una sociedad que tiende a no leer o a leer menos que antaño. Es cierto que la masividad de los medios electrónicos y las nuevas tecnologías plantean nuevas formas de relación e incluso de enseñanza y de educación, pero no es menos cierto que el libro y, más aún, la palabra, tienen permanente vigencia y supieron soportar los empellones de la radio y la televisión, por ejemplo. La tecnología podrá avanzar hasta límites insospechados pero el sustento de todo sigue siendo la palabra, esa que permite unir un concepto con una imagen acústica, esa que permite vehiculizar al exterior nuestro pensamiento.

Se sabe que mientras más palabras tengamos para articular un pensamiento, mejor podremos proferirlo e incluso, más y mejor podremos pensar. Se sabe que en la lectura se pueden encontrar cientos de beneficios que dejamos tontamente a un lado. Saber leer es un privilegio, tener el hábito de la lectura es, además una bendición. Quien quiere superarse personal y profesionalmente debe hacer de la lectura constante su mejor aliado. La lectura es libertad, cultura y entretenimiento sin igual. Proporciona a quien la practica un crecimiento personal como ninguna otra actividad. Si se aprende a hacer de la lectura la mejor compañera, ésta nunca se apartará de nuestro lado.

Por su parte, la lectura en los niños los beneficia claramente en el rendimiento escolar, un niño que tiene el hábito de la lectura tomará naturalmente un libro para estudiar o investigar y no aquel que no está acostumbrado a los libros. La lectura despierta en los niños una enorme curiosidad que es fundamental para su aprendizaje, además ayuda al niño a cometer menos errores ortográficos en sus trabajos. La lectura da seguridad y por lo tanto eleva la autoestima, un niño que lee se distingue de los demás por la facilidad que tiene para expresarse.

En suma, y ante la evidencia de los innumerables beneficios de la lectura, deberían proliferar iniciativas como la de Fundación Leer, para que los niños, jóvenes y adultos renueven el compromiso con los libros, para que seamos un país libre, letrado, culto e inteligente, que sepa elegir y decidir.

1 – Señale el punto de partida de la editorial.

2 - ¿Cuál es la tesis que sostiene el editorialista?

3 – ¿A partir

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