El Hombre Mediocre

EL HOMBRE MEDIOCRE

El hombre mediocre de José Ingenieros señala a tres clases de hombres: los idealistas, mediocres y los exitosos. Hace un análisis de las características de cada uno, así como las posibles razones que los llevaron a ser clasificados así.

José Ingenieros establece, que si eres un hombre visionario, perfeccionista y rebelde a la mediocridad, eres un hombre idealista, no obstante si se dejan perder todas estas virtudes jamás se recuperaran y el hombre perdería su escancia y quedaría simplemente como un ser inerte.

Da la percepción de que los ideales son formaciones naturales, son efectos de causas y uno de ellos es la imaginación que permite al hombre ser idealista fundándose en experiencias, y eso representa un equilibrio entre el pasado y el porvenir, es decir, lo nos idealicemos puede ser o no verdad pero si tenemos, la virtud de imaginarlo es muy probable que se vuelva una realidad inminente, y con la experiencia podemos enfrentar mejor las consecuencias creando una armonía entre lo que vivimos y lo que viviremos.

Establece que la imaginación es madre de toda la originalidad, mas en el proceso se puede deforma la realidad dando la ilusión de tener total y libre albedrio, pues creerlo es un error para los ideales. Realmente coincido con este punto, ya que analizando diversas experiencias me doy cuenta de que por muy libres y optimistas que nos sintamos, el libre albedrio de otras personas puede afectar determinantemente nuestros ideales, aunque no por ello debemos dejar de imaginar o dejar a un lado nuestros principios o ilusiones. Pues precisamente ese es el espíritu del idealista: que a pesar de todo no se pierda la ilusión y siempre se vea el lado bueno a las cosas, como nos señala la obra:

“Las ilusiones tienen tanto valor para dirigir la conducta, como las verdades mas exactas”

Los ideales también pueden ser colectivos, y es el deseo de un determinado grupo de individuos con un mismo afán de perfección y teniendo como fin un ideal común para todos ellos y cada época se ha caracterizado por tener un ideal, pero en lo que se ha coincidido a través de los años es que suele ser producto de una minoría y sus esfuerzos consiguen imponerlo a las generaciones siguientes, claros ejemplos de esto tenemos a Freud, Cristo, Che Guevara, Marx entre muchos otros, en distintas épocas y con diversos pensamientos y con la gran coincidencia de que mientras cada unos de ellos definía sus ideales y las plasmaba, solo eran comprendidos, por un pequeño núcleo de espíritus sensibles al ritmo de la nueva creencia. Mientras que otros sectores de la población o de plano los ignoraba, o los señalaban como “locos”. Inclusive en la actualidad en diversos casos se ha escuchado el término “idealista” en un sentido negativo, o como un sinónimo de ingenuo o loco.

En lo personal el libro es bastante interesante, tiene muchas ideas que a pesar de los años que tiene de haber sido escrito sus señalamientos siguen estando vigentes e incluso aplicándose, con ciertas excepciones. Pero que hasta en la vida política, social, legislativa y hasta personal, se refleja de una manera clara.

Es importante mencionar que el idealismo no puede ser simplemente como algo que se enseña en la escuela, sino algo que se va aprendiendo y se va ganando con el pasar de la experiencia, eso no quiere decir que todos los hombres con el pasar de los años sean cada vez mas idealistas, ya que muchos de ellos sumándoles un conjunto de decepciones simplemente se quedan en la mediocridad. Mientras que otros logran todos y cada uno de sus ideales y nunca terminan de desear conquistar nuevos hasta la plenitud total.

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