El Principito

EL PRINCIPITO

Es la historia de un aviador. Comenta que un día su avión se averió, en el desierto. Algo se había estropeado en el motor, y estaba solo, apenas tenía agua para beber para ocho días. La primera noche durmió sobre la arena, pues la sorpresa cuando al amanecer, lo despertó una extraña vocecita que le decía: que le pintara un cordero. Era un muchachito pequeño que no parecía extraviado ni desfallecido de sed o de hambre, se presenta inocente, curioso, inquieto y amigable como son los niños.

Ya que los dos se encontraban solos en el desierto empezaron a conocerse. El principito le cuenta al piloto que él viene de una estrella lejana, que no es muy grande. En esa estrella tiene tres cráteres muy pequeños que debe limpiar con frecuencia y una flor con la que es capaz de conversar y que significa toda su preocupación y razón de ser

El explorador comenta que le costó mucho tiempo conocer de dónde venía. Además el principito hacía muchas preguntas, jamás oía las de él. Después de todo lo que el principito relató, supo entonces que venía de otro planeta que fue descubierto por un astrónomo, que al inicio no fue aceptado por la forma en que vestía, lo llamaron asteroide B 612.

Un día decide ir a conocer otros planetas. Todos de similares características al suyo pequeños y con un solo habitante. En él primer planeta conoce a un rey, en el segundo a un borracho, en el tercer planeta a un geógrafo, en el cuarto planeta a un hombre de negocios, en el quinto a un vanidoso y en el sexto planeta a un farolero. Y por último, por recomendación del geógrafo decide venir a la Tierra. El principito llego al desierto y conoció a una serpiente la cual le dijo que la tierra era muy grande, y que en donde estaban, no había nadie.

El pequeño principito decide atravesar el desierto y se encuentra con una flor insignificante y él sigue su camino. Escala hasta la cima de una montaña alta y pensó que desde ahí podrá ver todo el planeta y a todos los hombres ya que él las únicas montañas que conocía eran sus tres volcanes que le llegaban a la rodilla. Pero no alcanzó a ver nada más que puntas de rocas y su eco resonaba.

De tanto y tanto caminar se encontró con un campo donde hay un jardín de rosas como la suya y empezó a hablar con ellas y se siente desdichado ya que todas se parecían a su flor, además conoce al zorro el cual le pide que lo domestique y este lo hace, y así se convierte en su amigo.

El principito sigue su camino y establece una conversación con el guardavía, el cual hizo un comentario de que los niños saben lo que buscan. Siguió y establece una pequeña conversación con el comerciante que vendía píldoras perfeccionadas que quitaban la sed. Y hace un comentario de que si el dispusiera de cincuenta y tres minutos, caminaría suavemente hacia una fuente.

Ya era el octavo día y no

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