El Sexto Sentido

El pensador Peirce, integro a la inteligencia, la frase “el singular instinto de adivinar” que el hombre tiene y que adivine a menudo. Este pensador en el juego “play of Musementh” era obligado el instinto, que se desarrolla en el transcurso de la evolución, que pone limites a la hipótesis admisible y es manifestada como un sentimiento. La inferencia hipotética produce una emoción particular. La afirmación de este pensador, no aclara muchas cosas.

Los psicólogos elaboraron una teoría “teoría de la adivinación sofisticada”, para asi interpretar la capacidad humana para poder utilizar información incompleta o ambigua. Wescott sostiene que el proceso creador se caracteriza por detectar pautas con información muy escasa. A la psicología no le cabe ninguna duda de que hay sujetos que encuentran las cosas antes que los demás y con menos datos. Tienen intuición, ojo clínico, vista para los negocios, buen oído, olfato periodístico, tacto para negociar, gusto estético. Para ampliar los sentidos que tenemos, han inventado uno mas, que es el sentido verdadero humano, que no compartimos ni con los animales, ni con las maquinas: el sexto sentido.

Con frecuencia sentimos poseer información que no sabemos justificar, se llama corazonadas, se considera que la palpitación es un modo certero de conocimiento. William James, escribió que todo filosofo que ha escrito se ha apoyado en una conviccoon muda de que la verdad debía encontrarse en tal dirección y no en tal otra. Esta convicción muda, se basa en una impresión vaga, con la cual dirigimos la razón por razones poco precisas.

Reichenbach, dice que el físico solo hara nuevos conocimientos si sabe adivinar. Ha de ser arrastrado por una cierta fe que le sirve de guía para adivinar. Srinivasa Ramanuyan, es un matemático, que los resultados de los problemas, los sacaba por intuición. Dirac, consideraba que la belleza matemática era una garantía de verdad.

Los psicólogos que han estudiado el ajedrez, mencionan el sentido del peligro, entre las cualidades que debe tener un gran maestro y que le permiten atender a las posibilidades mas importantes, sin perder tiempo en analizar trivialidades. Si se introducen los sentimientos en el ajedrez, ya los hemos encontrado en los tempanos matemáticos.

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