El Verdadero Amor

El verdadero amor

“El verdadero amor”.

Todo comenzó a la bajada de Andrea, ahí al final de la escalera se hallaba el joven Agustín, un joven muchacho que sin ser muy apuesto, no pasaba de ser percibido; con su tez morena, ojos profundamente inocentes, y de gran galantería, vio a Andrea una muchacha que nunca se destacó. Lo suficientemente alta, de tez blanca, con firmeza al andar, ojos azules, y pelo castaño. Se puede decir que cuando ellos cruzaron sus miradas sería algo que siempre recordarán los dos. Luego él encargó a un amigo a que le llevará ciertos mensajes al joven Andrea, de su fugaz atracción por ella.

La tímida joven sólo se limitaba a pensar que nunca se fijaría en ella, y mucho menos el joven y popular joven , como lo era Gerardo. Recuerdo que fue un día de semana, cuando él le envía una nota; y en la cual la invitaba a dar un paseo por los canales de Venecia, cuando ella la recibió se llenó de emoción al saber que por primera vez era correspondida ,por un muchacho. Por su puesto la aceptó.

Él quedó de recogerla en un puente que estaba cercano a unos de los antiguos juzgados de la cuidad; hecho así en el momento en que Andrea ve acercarse a Gerardo, su corazón comenzó a saltar de tanta emoción. Cuando al fin llega le dijo:

- Te ves especialmente atrayente hoy Andrea…Y con esas palabras ella enrojeció.

Ella permaneció por varios segundos desconcertada pero cuando al fin contestó: le dio un beso en la mejilla, y el dijo:

- Pensé que ya no vendrías...

El respondió: .- ¿Cómo piensas que es juego de mi parte, el haberte invitado?

Ella un poco confundida contestó -¡No!, pero es que sólo nos hemos visto una vez.

-¡Eso para mí fue suficiente, para saber que eres hermosa y que estoy enamorado de ti!.

-Ella con ésta respuesta enmudeció, y titubeando le contestó: ¡Tú también me gustas mucho!

-Yo se que te debe parecer algo precipitado, pero es que tú tienes algo que me fascina. Y me inspiras ese sentimiento que acabo de confesarte mi bella dama, continuo él.

-Ella totalmente confusa le propuso.- ¿Qué te parece si caminamos por el puente?

Y él contestó: -Será todo un honor caminar contigo mí amada Andrea…

Y así lo hicieron, caminaron por el largo puente y se miraban y no podía dejar de hacerlo; cuando llegaron al final del puente, él le propuso: Que dieran un paseo por una góndola. Ya en ésta, cuando la embarcación se movía lentamente se deslizaba por esas aguas inundadas de amor, él tomo su mano y le dijo: -Estoy enamorado de ti Andrea.

Aquella tarde parece que el ocaso re adelantó y muy pronto terminó.

Al día siguiente, cuando en el colegio se encontraron en el descanso, buscando con sus grandes ojos, buscaba a Andrea por entre sus amigos y todos los otros muchachos que en ese momento lo rodeaban.

Pasado un tiempo y ya que todo había funcionado entre ellos, decidieron ser novios; así pasaron muy bien por varias semanas. Así muy luego terminó el año escolar, y a Andrea la retiraron una semana antes por un viaje que tenía que realizar su padre. Esto lógicamente que los separó por todas las vacaciones; ya que no pudieron comunicarse. Luego Gerardo también viajó a Londres, todo ese tiempo fue una real agonía para los dos jóvenes enamorados.

Llegado el año siguiente, el primer día de clases, Andrea no fue al colegio porque se encontraba a gripada, pero al cuarto día, cuando va entrando al salón de clases, se siente en el primer asiento de la columna del centro del salón, con una vieja compañera, y ésta le dice a Andrea al oído que Gerardo está en el salón. Ella rápidamente voltea para ubicar en donde estaba sentado y efectivamente está sentado apoyado en la pared y mirando a Andrea, ésta se siente muy nerviosa, pero en el fondo de su corazón saltaba de júbilo por ver que él estaba tan cerca de ella.

Pero no fue así, por una enemistad que tuvo Andrea con un compañero, y él decidió cambiarse a otro curso, ya que también las cosas con Andrea se habían enfriado, puesto que durante todas las vacaciones ellos prácticamente no se habían visto ni hablado. Todo ocurrió así, y desde ese momento Andrea comenzó a darse cuenta que su amor lo estaba perdiendo poco a poco; y lo más doloroso para ella era saber que a lo mejor ella era la culpable de que todo esto estuviera pasando, Andrea pensaba que por ser tan jóvenes los dos estaban tomando todo sólo como un simple juego de adolescentes. Pero ella no dejaba de tener esperanzas en que todo se iba a solucionar entre ellos, y es que era poco lo que se veían, y cuando estaban juntos casi ni hablaban, y ella sentía que Gerardo ya no era el mismo. Todo esto comenzó a agravarse, cuando Andrea vio a Gerardo

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