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Análisis del texto: cohesión.

La cohesión es una propiedad de los textos por la cual se establece una conexión entre sus partes. Esta conexión puede estar basada en la forma de las palabras, en su significado o en la sintaxis. Así los rasgos que proporcionan cohesión se clasifican en léxicos, morfológicos, sintácticos y textuales.

• Rasgos léxicos.

Al tratarse de un texto divulgativo, el autor emplea un léxico sencillo y coloquial (“demonios, jaleo”). Apenas hay tecnicismos, salvo “encefalograma plano”, aunque es muy conocido fuera del ámbito de la medicina.

Puesto que el texto gira en torno al conflicto y la individualidad, encontramos sinónimos y antónimos de estos dos términos: “colectivista, uno solo, muchos, sociedad, unos con otros”, etc.; la mayoría de ellos son sustantivos abstractos.

Predomina el uso denotativo del lenguaje. La mayoría de las palabras se utilizan con su significado objetivo, aunque se juega con la polisemia de “soldado”.

• Rasgos morfológicos y sintácticos.

Las personas gramaticales presentes en el texto son la primera persona del plural (“somos”, “compitamos”); la tercera del singular (“se transforma”, “cada cual”) y del plural (“tienen”, “viven”) y la segunda persona del singular (“vayas”, “te suena”); a través de esta segunda persona, el narrador se dirige explícitamente a un destinatario.

La mayoría de los verbos están en presente de indicativo (“somos”, constatamos”, “dan”) empleado con valor universal e intemporal, pues lo que se afirma es aplicable en cualquier circunstancia y momento. Este uso se denomina presente persistente o gnómico.

Las estructuras sintácticas más empleadas son las coordinadas copulativas (“las posibilidades de conflicto aumentan; y también aumentan los jaleos”) para enlazar ideas; las coordinadas adversativas (“no sería una sociedad humana sino un cementerio o un museo”) para contraponer ideas, y las yuxtapuestas (“la sociedad inventa, se transforma, no se estanca”) para hacer aclaraciones.

El autor emplea oraciones entre paréntesis en las que aclara o enfatiza una idea (“¡a veces hasta demasiado!).

• Rasgos textuales.

Hay dos tipos de rasgos textuales que sirven para conectar los elementos de un texto y proporcionarle cohesión:

- Los elementos deícticos, que remiten a un elemento del texto anterior o posterior.

- Los marcadores discursivos, que relacionan entre sí las partes de un texto.

Los deícticos que remiten a un referente mencionado previamente son los pronombres “lo” (en “hacerlo”) y “ellos”, y para referirse a un elemento que aún no ha sido mencionado se emplea el pronombre “aquellos”.

En este pasaje destacan los marcadores discursivos “es decir”, que reformula la oración; “de manera que”, que expresa una consecuencia, “a fin de cuentas”, para recapitular, y “por cierto”, para añadir un comentario.

Análisis del texto: valoración crítica.

El objetivo de este fragmento es convencer al receptor de la importancia que tiene el conflicto en el desarrollo de la sociedad, y hacerle reflexionar sobre esta realidad. Para ello el autor emplea un tono distendido en un registro accesible, y recursos que facilitan la comprensión. A fin de que el tono sea ameno y fresco, el autor emplea interrogaciones y exclamaciones que aportan expresividad al texto. Para llegar al lector hace uso de la primera persona del plural, haciéndolo partícipe de sus afirmaciones.

En cuanto al tema (la capacidad transformadora del conflicto), se trata de un asunto de interés general y además muy actual, puesto que el enfrentamiento define las relaciones, tanto en

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