El consumo de marihuana
erick420hlEnsayo11 de Junio de 2013
4.245 Palabras (17 Páginas)637 Visitas
INDICE
1. Introducción………………………………………………………………………………………………………………………………………….3
2. Marihuana……………………………………………………………………………………………………………………………………………..4
2.1 Ficha de la marihuana………………………………………………………………………………………………………………...5
2.2 Datos de la marihuana en Chile………………………………………………………………………………………………...
2.3 Drogas Duras o Blandas
3. Legalización de la marihuana en Chile
3.1 Artículos a favor para legalización de la marihuana
3.1.1 La marihuana como medicina
3.1.2 Otros descubrimientos de la marihuana
3.1.3 Ventajas de la legalización de la marihuana
3.2 Artículos en contra de la legalización de la marihuana
3.2.1 La marihuana como medicina
3.2.2 La marihuana es una puerta de entrada a la cocaína
3.2.3 Otros aspectos para no legalizar la marihuana
4. Defensa de la marihuana
5. Las farmacias podrán vender
6. Los políticos se manifiestan en la legalización de la marihuana
7. Octavo estudio nacional de drogas en la población chilena
7.1 El consumo de marihuana detiene su crecimiento
8. El país desaprueba generalizadamente la legalización de la marihuana para mayores de 18 años y muestra una posición fuerte de control frente a la problemática de las drogas.
9. Conclusión
10. Glosario
11. Bibliografía
1. INTRODUCCION
El consumo de marihuana tanto a nivel nacional como mundial es un fenómeno creciente e imparable. Es por esto que tanto Chile como
otros países que buscan insertarse en el mundo moderno deben comenzar a analizar sus políticas referentes al tema de una manera realista, pragmática y libertaria.
El legalizar el consumo de marihuana en Chile ayudaría a terminar con dañinos comercios ilegales, la sobre valoración de esta, el ambiente de innecesaria clandestinidad que gira entorno al consumo, la creación de distinciones entre drogas blandas y duras y entregaría a los ciudadanos el derecho a consumir una droga que si bien causa daños a la salud, no lo hace de mayor manera que el alcohol, el tabaco y otros vicios en que incurren diariamente los chilenos. Los principales objetivos de nuestro país son: prevenir, evitar y disminuir el consumo de drogas. Una equívoca política ciegamente represiva que ignora el creciente consumo responsable en el país y mete erróneamente a la marihuana en el mismo saco con drogas como la cocaína, el éxtasis y la pasta base.
La demanda por marihuana es particularmente interesante de analizar por tres motivos: es la droga ilegal de mayor utilización, es la que comienza a ser consumida a más temprana edad y, es la sustancia en relación con la cual se torna más agudo el debate sobre su legalización o decriminalización.
La mayor parte de los datos que se utilizan en este estudio proviene de la octava versión del “Estudio Nacional de Drogas en la Población General de Chile”, que realiza el CONACE cada dos años con el objeto de conocer las magnitudes y tendencias del consumo de sustancias de abuso en
el país.
2. MARIHUANA
2.1 Ficha de la marihuana
Nombre: Cannabis Sativa
Nombre popular: marihuana, yerba, macoña, ganya, pito, cuete, caño, porro, huiro
Clasificación: Depresor, alucinógeno
Forma de consumo: La marihuana generalmente se fuma, en cigarrillos hechos a mano o en pipas especialmente diseñadas (a veces con cañas largas o pequeños depósitos de agua para enfriar el humo, que suele alcanzar altas temperaturas). También se come (en queques o galletas).
2.2 Datos de la Marihuana en Chile:
• Desde que entró en vigencia la Ley 20.000 de Drogas (Febrero de 2005), hasta el segundo trimestre del 2006 fueron detenidos en Chile más de 22.000 personas por “porte” o “consumo”, no tráfico, (casi 13 chilenos y chilenas al día), en su mayoría jóvenes, lo que representa casi el 70% de todos los infractores de dicha Ley.
• En la mayoría de estos casos, los usuarios se ven afectados por situaciones incluso peores que las derivadas de sus prácticas de consumo personales como lo son la estigmatización, la criminalización, pérdida de trabajo, serios problemas familiares entre otros.
• La actual legislación permite el consumo de cualquier sustancia ilegal mientras sea de manera privada, personal y en cantidades utilizables de manera próxima en el tiempo; pero al mismo tiempo castiga el porte, traspaso, adquisición, cultivo, etc.
• Chile es el país con mayor consumo de marihuana de Sudamérica, un 5,6 por ciento de la población entre 15 y 64 años la consume.
2.3 Drogas “duras”
o “blandas”
De acuerdo con el tipo de dependencia que generan, las drogas pueden clasificarse en "duras" o “blandas”
➢ Drogas Duras: Las drogas "duras", son aquellas que provocan una dependencia física y psicosocial, es decir, que alteran el comportamiento psíquico y social del adicto, como el opio y sus derivados, el alcohol, las anfetaminas y los barbitúricos.
➢ Drogas Blandas: Son las que crean únicamente una dependencia psicosocial, entre las que se encuentran los derivados del cáñamo, como el hachís o la marihuana, la cocaína, el ácido lisérgico, más conocido como LSD, así como también el tabaco.
Esta división en "blandas" y "duras" es cuestionada por muchos estudiosos del tema ya que consideran que se podría sugerir con ella que las "duras" son malas y, por consiguiente, las "blandas" son buenas o menos malas y no es así, ya que a partir de determinadas dosis y según la forma de ser administradas, las drogas "blandas" pueden tener efectos tan nocivos como las "duras".
3. LEGALIZACION DE LA MARIHUANA EN CHILE
El tema de las drogas y su legalización contempla dos dimensiones, que pocas veces son consideradas en forma simultáneamente en los debates. La primera, incluye el problema de los adictos, la gente que se aliena en el consumo de sustancias y estupefacientes, y que son regularmente la base de los argumentos en contra de la legalización. La segunda dimensión, tiene relación con el tráfico, las mafias, la venta ilícita y el enriquecimiento desproporcionado de
quienes aprovechan un mercado negro sin control de ninguna índole. En este sentido, el debate en torno a la legalización de la marihuana no debe sustentarse en una apología al consumo y las libertades individuales, donde los argumentos se centran esencialmente en sus efectos, sino que debe centrarse y potenciarse como el elemento de control, que regularice un mercado con una demanda real, amplia y ya existente, que evite el surgimiento de mafias y grupos delictuales en torno a este producto.
El problema de la ilegalidad de la marihuana es similar al problema generado durante la ley seca en los Estados Unidos, donde la prohibición no termino con el consumo de alcohol y dio paso a una amplia red de distribuidores ilegales que controlaban las ciudades. Es claro que la ilegalización no inhibe el consumo, y al contrario, hace que los precios sean elevados, los productores y distribuidores no paguen impuestos y la producción esté controlada por verdaderas mafias.
La abogada Pamela Pereira expreso en el sitio del CONACE: “al liberalizar, se podría regular el mercado, controlar la calidad de las drogas que circulan y bajar así su precio. En definitiva, aceptan la intervención del Estado y un límite de la libertad individual”.
Contrario a lo que los detractores, e incluso algunos partidarios plantean, la legalización no aumentará el consumo ni tampoco lo centrara en la marihuana. Así como la ley de divorcio no generó un aumento explosivo de separaciones, la legalización no implicaría un aumento
inaudito de la cannabis. En este sentido, el Estado debe erigirse como un agente de control eficaz en ésta área, con políticas claras y eficientes destinadas a determinar reglas del juego claras que definan e impidan el aprovechamiento por parte de grupos delictuales, de la adicción de otros ciudadanos.
Según los estudios del CONACE del año 2004, las personas con educación universitaria presentaban la segunda mayor tasa de consumo de marihuana en 2002 (7,8%), pero en 2004 las declaraciones de consumo bajaron en 3 puntos porcentuales (4,7%), para ubicarse en el quinto grupo con relación al mayor consumo. Por otro lado, según el mismo estudio, “la mayor declaración de consumo de marihuana se registra también entre las personas cuyas familias tienen ingresos promedio mensuales sobre 1 millón de pesos, con una tasa cercana al 20%. Ésta tasa de marihuana es tres veces más alta que en familias con los más bajos ingresos, con tasas de 6,7%”.
El argumento de que los más pobres sufren el flagelo de la marihuana se contradice con los datos, según el CONACE “3 de cada 10 jóvenes, entre los 19 y 25 años de edad, cuyas familias tienen un nivel de ingresos sobre un millón de pesos, ha fumado marihuana en el último año, mientras que en grupos familiares con ingresos bajo los 200 mil pesos al mes, sólo 1 de cada 10 lo ha hecho”.
...