El sistema límbico o también llamado cerebro emocional, es el responsable del procesamiento y manifestación de nuestras emociones.

El sistema límbico o también llamado cerebro emocional, es el responsable del procesamiento y manifestación de nuestras emociones.

Como seres humanos estamos propensos a reaccionar de una u otra manera ante situaciones que puedan ser o no de nuestro agrado. Es ahí donde entra en acción nuestro sistema límbico, y más específicamente el hemisferio derecho de dicho sistema.

Es por eso, que debemos aprender a controlar nuestras respuestas emotivas hacia los diferentes estímulos con los que podamos toparnos, pues si damos rienda suelta a nuestra manera de responder podemos equivocarnos y terminar envolviéndonos a nosotros y a los demás en una situación conflictiva.

Ahora bien, si llevamos esto al campo de la docencia, nos encontraremos con una serie de comportamientos y actitudes que son propias de este cuadrante cerebral, y que si bien son buenas en cierta medida; se les debe poner un límite y no permitir que este sea excedido pues, esto acarreará problemas en el ámbito laborar y en las relaciones entre colegas y estudiantes.

Es entonces importante, reconocer cuáles son las situaciones a las que reaccionamos de determinada manera para que así aprendamos a ir tomando posesión de nuestras.emociones y no ellas de nosotros. Además, recordemos que como docentes somos de gran influencia, negativa o positiva, para nuestros estudiantes y de nosotros depende lograr causar en ellos un impacto positivo que los motive a no sólo sentirse cómodos en nuestras clases, sino también a ver en nosotros un maestro guía, totalmente capacitado para orientarlos en sus procesos de aprendizaje.

Según la psicopedagoga Rosa López Rodríguez, autora del libro Eneagrama del docente: fundamentos (completar nombre del libro) es de gran vitalidad que identifiquemos las clases de personalidades coexistentes en un centro educativo. Esto nos servirá para saber relacionarnos con nuestros colegas, pues es evidente que cada uno manifestará un tipo diferente; mientras un profesor se caracteriza por ser autoritario, otro lo puede hacer por comportarse como encubridor ante las irresponsabilidades de sus estudiantes, o en nuestro caso como pertenecientes al sistema límbico (hemisferio derecho) nos caracterizamos por ser paternalistas.

Como educadores una de nuestras labores es la fomentar un ambiente agradable en la clase y que los estudiantes se sientan seguros y cómodos al expresar sus opiniones. No quiere decir que a  ellos se les otorgará una libertad desmesurada, al contrario, se les brindarán oportunidades para manifestar sus puntos de vista, sugerir actividades, e incluso desarrollar sus habilidades con base en sus preferencias; sin dejar por fuera el nivel de exigencia acorde a sus capacidades, no es correcto exigirles demasiado ni tampoco lo es no hacerlo, sino que se debe regular de modo que no se sientan presionados a trabajar pero sí lo suficientemente motivados a cumplir con sus responnsabilidades académicas.

Por otro lado, entre los comportamientos que nos caracterizan tenemos el ser comunicadores, espontáneos, emotivos, gesticuladores, lúdicos, creativos, entre otros. Sobre los cuales existen ventajas y desventajas que no podemos pasar por alto, por el contrario debemos analizarlas y dimensionar sus efectos para poder fijar las restricciones necesarias antes de que incidan negativamente en nuestro desempeño como educadores.

En lo que respecta a nuestro discurso, solemos presentar dificultades por no poseer un lenguaje técnico que nos permita expresar con facilidad nuestra posición frente a un tema o a la teoría de un autor o exteriorizar nuestras ideas o pensamientos. Esto no puede ser tomado como excusa para no hacer una buena clase; por el contrario, es cuando más debemos preparando, estudiar a fondo las temáticas que trabajaremos en clase para hablar con seguridad y responder con propiedad a las inquietudes que tengan los estudiantes.

...