El texto como medio de comunicación

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 El texto como medio de comunicación

Definición, tipos, importancia.

El texto es parte de la cultura, por lo tanto, ha sido desarrollada por el hombre como la herramienta más poderosa de comunicación y conservación de la historia de los pueblos. De es forma, todos los individuos capaces de ser parte de ese proceso, se convierten en entes activos de un sistema complejo e infinito de construcción, interpretación, asimilación, intercambio y reformulación de mensajes escritos de todo tipo: leyes, códigos, poemas, textos de ficción, libros de divulgación científica, trabajos académicos, escritos periodísticos, correos electrónicos, oficios, textos publicitarios, etc.

        Es así, que al considerarse el texto como un sistema de comunicación, se reconoce su poder integrador de los elementos de lo componen, que no son, sino otros sistemas enlazados entre si, para activar el más poderoso de todos…capaz de transmitir de forma oral y escrita su mensaje a través de los tiempos.

        Un texto oral, requiere entre otras cosas, fuerza y claridad en lo que se desea trasmitir. De allí, que su poder radica en la del orador y los recursos que lo acompañan. Entre ellos está su poder de convicción, léxico y calidad de la información. Sin embargo, todos se deben orientar al receptor, que al final es el objetivo del mensaje, que busca llegar a él para lograr una trasformación o incrementar los saberes que serán parte de su formación académica o cultural.

En un texto escrito, la forma de transmisión del mensaje se realiza por medio de signos gráficos de carácter visual, termina siendo una forma sustitutiva de la Comunicación oral. Sin embargo, dada sus características, no se puede considerar universal, pero si con la capacidad de permanecer en el tiempo. Claro, la misma dependerá de su contenido, tanto en la calidad, como el la razón de ser del texto elaborado, que justifique su conservación, caso de leyes, cronologías; historias de pueblos que formaron grandes imperios, transformaron culturas, crearon corrientes religiosas, políticas, y dieron paso al saber de nuevas épocas.  

En ambas formas, el texto juega un papel primordial en el desarrollo de la humanidad, de su forma y uso ha dependido la permanencia del conocimiento ancestral que evoluciona y da paso a la nueva realidad. La expresión oral inició la transmisión del conocimiento para conservación de la especie humana, pero la escrita la selló, desde las primeras imágenes en una caverna, hasta las letras que dieron forma a la huella imborrable del hombre en cada área de su sentir y formas de permanecer en el tiempo. De allí su importancia, para darle el papel que merece, y hacer de ella la mejor herramienta de comunicación, no sólo para la transmisión de los saberes de los pueblos en su constante desarrollo, sino de los valores humanos tan necesarios en el mundo de hoy.  

Elementos de la comunicación.

Básicamente son los ya conocidos por todos:

Emisor -> mensaje -> medio -> código -> receptor

En el caso del texto escrito, el emisor y receptor no estén en contacto directo, razón por la que los mensajes perduran en el tiempo, siempre que exista una conservación del manuscrito o la digitalización del mismo. Sin embargo, los efectos suelen ser los mismos, peor con un mayor grado de dificultad para trasmitir y convencer al lector, nuestro receptor.

En la expresión oral, el emisor hace uso de sus cualidades como orador, como líder de un determinado grupo, inclusive, puede utilizar recursos tecnológicos que facilitan el mensaje a trasmitir.

En el caso de los textos escritos, de no trasmitirse de forma oral por un buen narrador (caso de los cuenta cuentos), el emisor depende de las herramientas de comunicación escrita, donde su preparación juega un papel muy importante. Entre ellas están: el uso apropiado del vocabulario orientado al receptor; la forma de representar las imágenes de lo que se desea expresar, la descripción; el orden de lo que se dice, la lógica del relato; la forma, uso correcto de las palabras y signos; el contenido, calidad atendiendo a un determinado público o receptores. De allí la importancia de conocer y apropiarse de la mayor cantidad de reglas en la escritura, para lograr el objetivo en la transmisión del mensaje, que siempre dependerá de un buen emisor consciente de lo que desea decir y a quién se lo desea enviar. No olvidemos la  escritura se caracteriza por su carácter normativo y socializador, nivel culto del lenguaje usado, que permite la reflexión conceptual y gramatical, en sus distintos niveles cognoscitivos, a saber, edades de los receptores del mensaje.

El uso de estas reglas pueden llegar a ser interminables, más aun, cuando constantemente el  uso de la palabra se hace costumbre, y termina flexibilizando la norma. De allí la importancia de hablar y leer bien, para escribir bien. Así de forma casi inherente al desarrollo del aprendizaje la escritura termina siendo parte del día a día del individuo, es su constante proceso de socialización.

Por lo tanto, hablar y leer bien para escribir bien implica seguir el siguiente proceso:

Escuchar -> ver -> repetir -> aprender

Al niño le hablamos y se le leemos palabras, oraciones, cuentos y relatos

Luego se muestra lo dicho, lo leído, asociado al sonido –> se repite una y otra vez sonido más imagen ->eso será igual a un nuevo  aprendizaje.

Si así ocurre, nuestro proceso de aprendizaje de la lengua materna, así mismo ocurre el proceso de una buena escritura, partiendo de la constante lectura, individual o en grupo.

Estrategias para lograr una lectura comprensiva:

Antes:

• Definir el propósito de la lectura
• Buscar un lugar tranquilo
• Tener a mano elementos o herramientas de ayuda como: diccionarios
• Preguntarse previamente, qué tanto se conoce del tema a leer, para ello es importante comprender el título y leer la sinopsis del libro, si ese es el caso, entre otras.

 Durante:

• Analizar ideas importantes
• Estudiar el significado de algunas palabras.
• Releer en los momentos perdidos
• Buscar  ideas principales
• Ir preguntándose lo que se ha entendido, antes de seguir avanzando.

Después:

• Reflexionar
• Revisar
• Opinar – comentar.

Uso de  los  diccionarios.

        Los diccionarios representan la herramienta más importante de la comunicación escrita, tanto para el emisor como para el receptor. No olvidemos que comenzamos el proceso de aprendizaje como receptores y luego continuamos como emisores, para ser parte del ciclo evolutivo del saber.

        Entre los diccionarios más utilizados están los que expresan el significado de la palabra, incluyendo el tipo de palabra. Es por ese motivo que encontramos abreviaturas para identificar si son adjetivos, adverbios, sustantivos, verbos, preposiciones, entre otras, inclusive, se da el caso de palabras que cumplen varias funciones dependiendo de su uso.

        También existen diccionarios de sinónimos y antónimos, muy útiles para redactar, ya que nos permite sustituir palabras en un mismo párrafo. Los sinónimos son palabras que por su significado pueden sustituir a otra, un ejemplo sería: soñar que podría ser igual a delirar, divagar, imaginar, evocar, anhelar, desear, o sencillamente dormir; dependiendo de lo que se desea expresar. Mientras que los antónimos son palabras opuestas, que en éste caso sería olvidar, desanimarse, o simplemente despertar.

En el caso de los procesadores de textos, como Word, incluyen su diccionario con el auto corrector, y adicional a ello, la posibilidad de buscar sus sinónimos y antónimos. No obstante, no hay que olvidar que son máquinas, muy útiles, pero que dependen del uso que se le de, respecto al correcto uso de la palabra y la redacción del texto. De allí la importancia de comprender en una palabra su significante y significad.

Significante y significado

Toda palabra consta de dos partes básicas: significado y significante.

El significante está formado por las letras que conforman la palabra, donde unidas representan lo que identifican según su uso y su referencia. Veamos el siguiente ejemplo:

La palabra perro -> está formada por un conjunto de letras que son parte de un sistema que se relaciona para darle un sentido a lo que se desea identificar. Así perro está formado por las letras: p, e, r, r, o que unidas forman “perro” para identificar un animal con ciertas características, por lo tanto es en  principio un sustantivo porque identifica con un nombre algo que lo define así.

Sin embargo, si decimos que Juan se comporta como un perro rabioso, estamos calificando a Juan que es nuestro sujeto, utilizando otros sustantivo que se trasforma en un adjetivo para describir alguna característica del comportamiento de un individuo asociada a la de un perro bravo, en este caso Juan. De allí la importancia del significado de una palabra.

El significado de una palabra comprende lo que representa ante el receptor. Ya no es la formalidad de lo que identifica, sino de la cualidad y efectos que provoca. Por lo tanto, la palabra “perro” puede tener distintos significados en los receptores, y dependerá de su propio conocimiento, experiencias y sensaciones.

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