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Elementos Basicos De Un Museo

13579112 de Mayo de 2015

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Índice

Introducción……………………………………………………………………………………..

1. Concepción de museo………………………………………………………….

1.1. Definición de museo

1.2. La historia de los museos

1.3. Evolución de las exposiciones

2. Elementos y actividades fundamentales de un museo…

2.1. Arquitectura y Recursos técnicos

2.2. Equipamiento

2.3. Colecciones

2.4. Funcionamiento

2.5. Actividades

3. Organización espacial…………………………………………

3.1. Áreas Publicas

3.2. Espacios privados

3.3. Espacios de servicio

4. Organización, gestión y administración de un museo

Conclusiones……………………………………………………………………………………….

Bibliografía ……………………………………………………………………………………….

Introducción

El presente documento muestra los elementos básicos que conforma un museo empezando por la definición de este, un poco de historia sobre cómo fue que empezó la creación de estos lugares, una muestra de la evolución en las exposiciones al paso del tiempo, asi como los elementos y actividades que se presentan en los museos.

Adentrándonos un poco en el tema de organización espacial que son las áreas o espacios fundamentales que tienen que tomarse en cuenta para un buen servicio y funcionamiento del museo.

Terminando con una pequeño resumen de cómo se organiza, gestiona y administra un museo común.

Todos los museos empezando por sus tipos de exposiciones son muy diferentes y esto ocasiona que en todos haya una manera diferente de generarlo, mas sin en cambio lo que presento no va hacia un museo en específico se habla en general

1 .Concepción de museo

1.1Definicion de un museo

Las primeras definiciones de museo surgen en el siglo XX y proceden del Comité Internacional de Museos (ICOM). Es una organización internacional de museos y profesionales, dirigida a la conservación, mantenimiento y comunicación del patrimonio natural y cultural del mundo. Creado en 1946, como una organización no gubernamental, tiene estatutos de órgano consultivo de UNESCO. Cuenta actualmente con cerca de 20.000 miembros en más de 148 países. Este Comité Internacional define museo como “una institución de carácter permanente y no lucrativo al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierta al público que exhibe, conserva, investiga, comunica y adquiere, con fines de estudio, educación y disfrute, la evidencia material de la gente y su medio ambiente. Según Benhamou (1997) “El museo tiene la función de transmitir una herencia, de generación en generación, a través de la conservación de las obras. El museo como institución surge con el doble objetivo de abrirse al público y desarrollar el carácter enciclopédico de las colecciones, conservadas fuera de su contexto original”. En 1970 la Asociación Americana de Museos (AAM) estableció una nueva definición de la institución refiriéndose a ella como una entidad organizada, con propósitos educativos o estéticos gracias a un equipo de apoyo de profesionales encargados de cuidar las colecciones y organizar las 1 exposiciones. Para llegar a esta redefinición hicieron falta muchos años de transformación en los museos que iban de la mano con los cambios sociales y culturales.

1.2 La historia de los museos

Etimológicamente la palabra museo procede del griego mouseion, o templo de las musas (musas: diosas de la inspiración y el aprendizaje y protectoras de las artes). El nombre de Museo, aplicado por primera vez a una institución, surge en Alejandría con la creación del Museion, fundado por Ptolomeo II. Era un centro cultural donde convivían científicos, poetas, artistas, en laboratorios, salas de reunión, y una gran biblioteca (El-Abbadi, 1984). En la antigua Roma los museos empezaron a asociarse a la recopilación y exhibición de colecciones obtenidas durante las campañas militares y coloniales. Durante la Edad Media, la iglesia católica se convirtió en una de las principales instituciones intelectuales y mecenas de las artes en el mundo occidental. A finales del siglo XV Roma había acumulado una colección de arte de proporciones incalculables. En el siglo XVI Italia atesoraba grandes colecciones privadas y edificios – museos que albergaban muestras botánicas y zoológicas, objetos históricos, restos de esqueletos, curiosidades, monedas, esculturas, etc. También existía un gran interés por colecciones que describieran toda la gama de hábitats y culturas del planeta, que en siglo XVIII pasaron a conocerse como gabinetes de curiosidades. El termino se aplicaba tanto a las colecciones en si como al mobiliario en los que se exhibían (Kotler y Kotler, 2001). En la Europa moderna y en Inglaterra, las colecciones fueron constituidas por reyes y nobles, instituciones eclesiásticas y comerciantes acaudalados. Los primeros museos públicos, accesibles a todo tipo de personas con independencia de su rango o clase, surgieron en Londres durante el siglo XVIII. Durante los siglo XVII y XIX se agudizo el dilema de los museos entre servir a los expertos, eruditos y estudiosos, por una parte y fomentar el aprendizaje público (Kotler y Kotler, 2001).

Los museos de todo tipo, incluyendo también a los museos de ciencias tienen sus más remotos orígenes en los gabinetes de curiosidades, llenos de raros, exóticos y fabulosos objetos; gabinetes de curiosidades ejemplifican la curiosidad de las personas por dar cuenta del conocimiento (Pacheco, 2003). Los gabinetes de curiosidades tienen su origen en los siglos XVI y XVII en los lugares donde se reúne y presenta una multitud de raro o extraño objeto en representación de los tres reinos: animal, vegetal y mineral, además de los logros humanos. Eran colecciones de objetos raros, fascinantes que iban de piezas arqueológicas y artísticas a semillas, fósiles, armas, piedras, animales y plantas (Thibault, 2001)

En un principio, un gabinete era sencillamente un mueble donde se guardaban objetos pequeños, pero preciados. A fines del siglo XV y durante el XVI esta palabra adquiere su segunda acepción aplicándose a salas generalmente de pequeñas proporciones donde se depositaban piezas raras y valiosas. Según las definiciones de la época, un gabinete era una cámara o varias cámaras donde los privilegiados coleccionistas solían retirarse a contemplar y analizar los preciados objetos de su propiedad (Thibault, 2001). Los gabinetes de maravillas y curiosidades no son cosas del pasado, algunos museos en el mundo conservan un ambiente de gabinete como testimonio del pasado, también se han hecho exhibiciones con un concepto “retro” o se ha utilizado en exhibiciones posmodernas de maravillas, curiosidades y miserias que la sociedad posindustrial produce (Thibault, 2001).

1.3 Evolución de las exposiciones

En el siglo XIX, que comienza, tímidamente, a incursionarse en lo que en el transcurso de los próximos siglos derivará, en términos de gestión, en una visión enfocada al cliente: por primera vez se considera la comodidad del público, y se adecuan las instalaciones y colecciones a ese efecto, en especial en los museos de Londres. Es común encontrar en publicaciones especializadas, y aún en artículos de prensa, una severa crítica a la desproporción entre el número de obras exhibidas actualmente en un museo y la cantidad de obras que se encuentran en los depósitos. Aunque sin ninguna duda esta desproporción existe, es ya en el siglo XIX que las obras comienzan a abarrotar los depósitos, en un comportamiento que se incrementará en el siglo siguiente, y que lleva a que los curadores inventen dispositivos cada vez más ingenioso para que quepan el mayor número de obras en el menor espacio. Sin embargo, parte de la causa de esta conducta deberá entenderse a raíz de la evolución de ciertas técnicas museísticas, tendientes a disminuir la fatiga visual y favorecer el acercamiento del público a la obra, tal como puede apreciarse en la figura siguiente (Asuaga, 2008):

2. Elementos y actividades fundamentales de un museo

2.1 Arquitectura y recursos técnicos

Es necesario conocer la superficie total del edificio, la distribución de los espacios, la altura de los mismos, su flexibilidad y las comunicaciones horizontales y verticales. Igualmente, deben integrarse en la arquitectura las instalaciones de los sistemas de climatización, seguridad e iluminación. En definitiva, el edificio ha de responder a las exigencias del organigrama del museo teniendo en cuenta la supresión de cualquier tipo de barrera arquitectónica que impida el acceso y la libre circulación por todo el museo a los minusválidos físicos.

2.2 Equipamiento

Se incluye en este apartado el mobiliario, los accesorios o aparatos técnicos, los medios audiovisuales, los sistemas de señalización, loa medios de transportes, los quipos para la exposición, la informática, los talleres y laboratorios,

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