Ensayo El Alma De La Toga

INTRODUCCION

En este trabajo se podrá apreciar un análisis de los capítulos del Gran libro escrito por Ángel Ossorio y Gallardo, EL ALMA DE LA TOGA.

Libro que a pesar de ser escrito en 1919 y editado varias veces, guarda una afinidad con la actualidad, ya que sirve de referencia de muchos abogados y de lectura obligatoria para aquellos que quieren introducirse en el estudio de tan honrosa carrera.

Este libro trata de aclarar y realzar los valores que le pertenece al abogado, al igual de las cosas que debe y no deben hacer para triunfar en la abogacía.

En este “Manual de inducción al Derecho”, como yo le llamo, el autor comienza por definir a quienes se deben llamar Abogados.

Nos dice que el abogado no es aquel que posee un título porque eso es “solo eso”, un título de Licenciatura en Derecho y que el abogado es aquel que ejerce permanentemente la profesión, mediante los consejos jurídicos y la exigencia de justicia. Esto lo argumenta diciéndonos que y cito textualmente (De la facultad se sale sabiendo……. el "concepto de derecho", la "idea del estado", la "importancia de nuestra asignatura"…, la "razón del plan " y la "razón del método "De ahí para adelante, nada).

Indica que el abogado debe buscar dentro de sí su fuerza interior y de no hallarla ahí, no la encontrara en ningún otro lado. Esta es necesaria para afrontar las injusticias que se nos presentaran a lo largo de nuestro ejercicio, al igual que los ataques y críticas de los cuales no estaremos exentos. Y por vía de consecuencia, al encontrarla nos ayudara a no dejarnos llevar de las pasiones y a no crear antítesis de los valores obligatorios en un abogado.

Dentro de estos valores se encuentra ¨La justicia¨, y si bien es algo que no se aprende en los libros, es una sensación que nos indica lo que en realidad es justo, bueno, prudente y equitativo. Cuando el abogado se encuentra entre el derecho y la justicia debe decidirse por la justicia. Otro gran valor a apreciar, sino el mas primordial es ¨La moral¨ y es el que presenta los conflictos más grandes a los que se enfrentan muchas veces los abogados. Sí bien el abogado debe poseer lucidez de ingenio, la abogacía se fundamenta en la rectitud de la conciencia, como abogados tenemos la obligación de proceder conforme a lo moralmente justo y no defender causa alguna que vaya contraria a nuestras convicciones.

En nuestra profesión poseemos una obligación legal de mantener en secreto las confidencias hechas por nuestros clientes, colegas y terceros con respecto a un caso, de eso depende nuestra credibilidad, a esta obligación le llamamos Secreto Profesional y solo podrá el profesional de derecho revelarlo si el cliente manifiesta intención criminal o acusa judicialmente al abogado.

La chicana es una triquiñuela usada por los abogados, para dilatar los procesos, para obtener una ventaja cierta sobre alguna causa, demorar un pleito lo más posible, ya sea para la obtención de alguna prueba o la presentación de algún cliente. En la mayoría de los casos, la chicana no debe ser utilizada por el abogado honesto. Esto deja mucho que decir de su profesionalidad y honradez, pero el autor nos deja ciertos casos en los cuales sí se puede usar.

El abogado debe actuar sobre las pasiones, debe conocerlas pero no fusionarse a ellas, debemos tomar los males ajenos y defenderlos pero no creerlos propios.Si bien el abogado debe conectarse y/o compenetrarse con el cliente, no debe olvidarse de quien es; se trata más de renunciar a ciertas cosas que podrían interrumpir en su trabajo y utilizar sus facultades como buen abogado, dejando de un lado sus intereses y su bienestar.

La independencia del abogado radica en que la abogacía se ejerce con libertad y en la libertad, lo que hace que cuando nace el derecho de que una persona sea defendida también emerja el derecho del abogado a ser respetado. Al igual que de proceder a hacer su trabajo sin que el cliente le imponga como hacerlo.

Para ejercer la abogacía se necesita de mucha dedicación y esfuerzo, pero más que todo se necesita tener Vocación. Este es un trabajo que Involucra muchos sacrificios, como dedicar muchas de nuestras horas de sueño al estudio y perfeccionamiento de ella. Esta profesión o se ejerce apasionadamente o no se ejerce, viéndola como la realización de nuestra vocación y no como un modo de ganarse la vida.

La palabra es un don y una espada de doble filo, que como abogados debemos aprender a utilizar correctamente. Es cuestión de darle el uso correcto y también el mérito respectivo. Los abogados deben aprender a manejar la oratoria para captar la atención de los jueces y colegas, así como del resto de las personas, por lo que la capacidad oratoria de los letrados es fundamental para hacer entender su postura y así poder cambiar la percepción entorno a un asunto.

El abogado debe sentir un doble orgullo conforme a su profesión, pues no solo es abogado, si no artista. Somos

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