Ensayo: “La contaminación en mi comunidad”

Escuela Telesecundaria Felipe Carrillo Puerto

Clave 17DTV0077K

Michapa, Mpio. de Coatlán del Río, Mor.

Nombre del alumno:

Carolina Herrera

Nombre de la maestra:

Adys YadiraVillaseñor Ramírez

Materia:

Ciencias

Ensayo:

“La contaminación en mi comunidad”

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Fecha de entrega.

22 de agosto de 2006

INTRODUCCIÓN

        En el presente trabajo se tratará un tema muy importante y que tal parece poca gente lo percibe e intenta hacer algo para solucionarlo: la contaminación. Este título en sí es demasiado extenso, por lo que es necesario acotarlo a la contaminación del suelo por desechos orgánicos e inorgánicos, así como los perjuicios que ocasionan a los seres vivos considerando tanto a los vegetales como animales.

        Es muy común escuchar comentarios apáticos de que una persona no va a cambiar el mundo, pero si esa persona “contagia” su entusiasmo por preservar el equilibro ecológico en el espacio en donde interactúan no sólo con seres humanos, sino con animales y vegetales endémicos, que en el mayor de los casos se han extinguido o están en peligro de extinción.

        La intencionalidad de este documento es lograr “despertar” la conciencia ecológica, en donde cada uno se sitúe en el lugar que le corresponde de este planeta y se considere parte de él y por tanto responsable de asegurar la calidad de vida del resto de seres vivos que cohabitan con él.

DESARROLLO

        ¿Qué es la contaminación? Muchas veces nos referimos a esta palabra cotidianamente, pero ¿qué significa?, ¿cuándo ocurre?, podríamos decir  que hay contaminación cuando se agrega un material extraño e indeseable a un medio y deteriora su calidad (Braun y Gallardo, 2001). Por ejemplo, cuando se tiran empaques, bolsas, cartón, plásticos, botellas, a un pedazo de terreno, se está contaminando, ya que inicialmente no formaban parte de él.  

Desgraciadamente, esa situación es muy repetitiva en el municipio donde vivo, en donde la gente no considera todo el daño que ocasiona no sólo a sus semejantes, sino a los animales que ahí viven desplazándolos a las orillas o hacia otras poblaciones, en el peor de los casos provocando su extinción. Además al cortar las plantas endémicas, para los sembradíos se modificó el uso del suelo, cambiando la dinámica del mismo.

Al utilizarse para fines agrícolas, el terreno se expone a diversos químicos como fertilizantes, plaguicidas, herbicidas, fungicidas, insecticidas como el DDT (dicloro-difenil-tricloroetano), el cual se ha demostrado que “se acumulan en  los músculos de los animales y allí permanecen sin cambio, causando serios problemas no sólo a los animales, sino al hombre cuando los consume.” (Hernández y Lojero, 2000, p. 160)

Lo peor aún es que la basura se envía a los basureros revueltos tanto la orgánica como inorgánica, acumulándose en gran medida, y algo debemos hacer al respecto. Si es posible, clasifica la basura y sepárala en bolsas, la basura inorgánica que puede volver a reciclarse son: cartón, papel, vidrio, láminas, clavos. En ocasiones esta basura puedes venderla en algún depósito de materiales. En otra bolsa coloca la basura orgánica, con restos de alimentos,  y que puedes emplear para hacer una composta y tener un abono natural. (Braun y Gallardo, 2001). De esa manera se dejaría de agredir al suelo para el cuidado de las plantas del jardín.

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