Estabilizacion De Suelos

Cenizas volantes

Las cenizas volantes son un aditivo químico que se compone de silicio y aluminio y se produce como un subproducto de la combustión del carbón en las centrales. Las cenizas volantes pueden mezclarse a su vez con cal y agua para estabilizar los materiales granulares con pocos finos, produciendo una masa cementada. El papel de las cenizas volantes en la estabilización de suelos es actuar como una puzolana y/o filler, dependiendo de si su empleo es como único agentes estabilizador o mezclado con otros, teniendo como ventaja principal que es un producto de desecho en muchas industrias y por tanto, más barato que otros agentes.

Como estabilizador también puede ser utilizado junto con el cemento y la cal en una mezcla LCF (lime/cement/fly ash mixture) que se utiliza para estabilizar los suelos que poseen muy poca fracción fina.

Las cenizas volantes son un material puzolánico que mejora las propiedades por reacciones con la fracción arcillosa del suelo y le confiere resistencia mecánica. Si se emplea en conjunto con la cal, las cenizas volantes reaccionan con la cal y así puede ser empleada con suelos en los que la fracción fina es escasa. En estos casos, también se puede adicionar una pequeña cantidad de cemento para aumentar las características mecánicas, en el conocido LCF.

La ejecución es similar a la de la cal y el cemento.

Ligantes bituminosos

Los ligantes bituminosos son unos aditivos que se producen de forma natural o como un subproducto de la destilación del petróleo. De los diferentes ligantes que existen en el mercado, para la estabilización de suelos se emplean los cementos asfálticos, el asfalto, tar y las emulsiones bituminosas, estableciendo el uso de cada uno según el tipo de suelo, el procedimiento constructivo y la climatología.

La estabilización con ligantes proporciona al suelo una mayor resistencia al agua y a las heladas, haciendo que los retrasos durante la construcción debidos a una climatología adversa se reduzcan. Por otro lado, la compactación de los suelos tratados con ligantes es más fácil y consistente que con los demás agentes estabilizadores.

Los ligantes bituminosos son materiales que se aplican a los suelos arenosos y con materiales granulares para coser todas las partículas y transformarlo en una matriz cementada, para así mejorar la resistencia al agua y aumentar la resistencia.

Estabilización con cloruros

Concepto

La estabilización con cloruros consiste en la mezcla de suelo con cloruro cálcico o cloruro sódico.

Esta técnica se utiliza en caminos no pavimentados, en los que estos productos actúan como paliativos del polvo, ya que sus propiedades higroscópicas ayudan a mantener la humedad en la superficie del camino.

La dosificación del cloruro debe estar entre 0,5 y 1 kg/m2, y se suele aplicar disuelto en agua mediante riego al comienzo de la temporada seca. En muchas zonas costeras este procedimiento puede simplificarse al máximo quedando reducido al riego con agua de mar.

Estabilización con cal

Concepto

En la estabilización con cal se mezcla el suelo con cal aérea y agua, la cal puede ser viva o apagada. La proporción de cal utilizada en la estabilización dependerá del tipo de suelo, empleándose proporciones del 2 al 7% de cal sobre la masa seca del suelo. La normativa española sólo exige que sea mayor del 2 ó 3%, dependiendo del tipo de suelo estabilizado del que se trate, y en la práctica no se suele sobrepasar el 5%.

Este procedimiento se suele utilizar en suelos de elevada humedad natural, de granulometría fina y plasticidad apreciable. La cal producirá un cambio importante de su plasticidad, reduciendo el Indice de plasticidad de los suelos de plasticidad media y elevada (IP > 15), mientras que en suelos de plasticidad baja

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