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Estado laico - Caso Paraguay


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2015  •  Ensayos  •  2.169 Palabras (9 Páginas)  •  121 Visitas

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                                        Artículo:

         ESTADO LAICO Y RELIGIOSIDAD              EN LA TELEVISIÓN

Módulo

OPINIÓN PÚBLICA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Dr. Daniel Sinopoli

Dolly Ruiz Lahaye

Asunción - 2015


ESTADO LAICO Y RELIGIOSIDAD EN LA TELEVISIÓN

A partir del año 1992 el Paraguay se independiza de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, ya que anteriormente la Constitución exigía que el presidente de la república profese esta religión. La nueva y actual Carta Magna concreta dicha independencia en el Artículo 24 con la frase “[…] Ninguna confesión tendrá carácter oficial […] Las relaciones del Estado con la Iglesia Católica se basan en la independencia, cooperación y autonomía” aclarándose más adelante que “Se reconoce el protagonismo de la Iglesia Católica en la formación histórica y cultural de la Nación” en el Artículo 82.

A partir de estas pocas líneas se podría inferir optimista y generosamente que el Estado Paraguayo se declara laico, pero tal optimista inferencia se ve interpelada por el hecho puntual que en ninguna parte del texto de la Constitución Nacional se menciona la palabra laico y tampoco se señalan prohibiciones específicas que eviten la interferencia del poder religioso en asuntos del Estado, así como por otras acciones –e inacciones- desde 1992 hasta mayo del 2015, que fundamentan la sospecha de que el Estado Paraguayo sigue siendo creyente en los poderes sobrenaturales atribuidos al dios del catolicismo, con su abundante generación de santos, santas y vírgenes.

Una breve contextualización histórica nos ubica en 1811, fecha en la cual Paraguay se independiza de la corona española, de quien ‘hereda’ por imposición del conquistador su idioma y su religión con sus rituales. Tal es el caso de la celebración de los actos oficiales de la monarquía española de aquel entonces, a la que se recurría a la Iglesia Católica para legitimar el poder político del monarca de turno y de alguna manera, para investirlo de un carácter sagrado. Dicho ritual se sigue celebrando casi sin modificación en cada asunción presidencial en una república democrática y numerosos actos oficiales que se llevan a cabo en distintas reparticiones del estado.

Por ello, no es de extrañarse cuando la Iglesia Católica, colocada en la posición de privilegio que siempre tuvo, presida actos e interfiera hasta hoy en cuestiones seculares, además de recibir recursos del estado en términos de recursos humanos y financieros. Por la misma razón, tampoco extraña ni genera cuestionamiento que en todas las instituciones públicas se destine un espacio para una capilla o como mínimo un altar o una gruta con imágenes católicas (incluso en una entidad Binacional como ITAIPU), o que se celebren misas en dichos lugares, además de la extendida costumbre de bendecir una obra al momento de su inauguración o la oración en la formación de las escuelas y colegios públicos, así como los actos de graduación que se inician con una misa, o directamente se celebran en las propias iglesias. También cabe mencionar que cada unidad castrense de las FF. AA. cuenta no solo con una capilla o iglesia construida con fondos públicos, sino también cuenta con capellanes que perciben un sueldo del estado. Está por demás decir que la limpieza  y el mantenimiento de dichos espacios están a cargo de los soldados y cadetes de cada unidad.

Esta perfecta, cómoda y conveniente cohabitación de la Iglesia Católica y el Estado Paraguayo está legitimada de alguna manera por cuestiones culturales comprensibles y a partir de ello, justificarlo con una mirada cómplice o como mínimo, una mirada complaciente de todos -incluida la prensa-, pero especialmente de las autoridades y de los políticos que actualmente están embarcados en campañas proselitistas. El hecho es que, como en todas las demás luchas electorales desde 1989 luego del derrocamiento de la dictadura, el tema de separación Estado-Iglesia no se ha abordado nunca en ningún discurso político por ningún candidato.

En este contexto, no se puede dejar de mencionar las exitosas incursiones de otras iglesias cristianas evangélicas, como el  caso del predicador que hizo que senadores paraguayos se arrodillaran en pleno Congreso para orar. O en la época en que la esposa del presidente de turno, quien pertenecía a una iglesia evangélica, muchos de sus miembros fueron ubicados en puestos claves, razón por la cual, muchos políticos empezaron a concurrir a sus reuniones y celebraciones. También en el Senado, la prensa ha denunciado este año la realización de reuniones religiosas en las oficinas de senadores y diputados recientemente bautizados en una prestigiosa y poderosa iglesia evangélica, que también fue noticia cuando fue adjudicada para administrar un comedor social de la Municipalidad de Asunción en forma directa, sin licitación alguna.

Lo anteriormente mencionado no tiene pretensiones de ser un profundo análisis de las causas de la actual relación (o separación) entre el Estado y la Iglesia Católica o el supuesto estado laico en Paraguay. Es apenas una rápida contextualización para plantear el tema y el cuestionamiento sobre las razones por las cuales  este tema no se instala como issue en los medios –especialmente la televisión-, y desde allí instalarlo como tema de debate en la opinión pública.

Para analizar el tema de la responsabilidad de la prensa,  se debe mencionar que el tema del estado laico, no solo está totalmente ausente en los discursos políticos, sino también en las preguntas de los periodistas de la televisión a las autoridades y a los políticos. En la prensa escrita, en especial en algún diario importante cada tanto se aborda el tema por algunos pocos columnistas y más escasamente a nivel editorial.

Aparte del silenciamiento de la prensa sobre numerosos hechos que están a la vista de todos y que evidencian la violación de una norma constitucional en forma cotidiana y a la vista de todos, se suma que cuando suceden hechos relacionados  con el tema, es llamativa cómo los medios televisivos al igual que otros medios, reportan dichos sucesos sin cuestionamiento alguno, o en el peor de los casos (y muy frecuentemente) tomando partido abiertamente por una interpretación religiosa de los hechos. En otros casos, dejando pasar oportunidades valiosas para instalar el tema, como fue el caso sucedido hace unos pocos años, cuando en una unidad castrense, unos oficiales de religión cristiana evangélica fueron castigados por negarse asistir a una misa, así como los feriados y asuetos por festividades de la religión católica, y hasta la fecha, la presencia de bandas de músicos de la Policía Nacional o de las unidades militares en actos religiosos como procesiones, fiestas patronales, o las procesiones náuticas de la propia Armada Paraguaya en conmemoración a su santa patrona Stella Maris, gastando mucho dinero en combustible para mover grandes navíos, por ejemplo.

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