Estilo. Tendencia, Movimiento Y Vanguardia

“Estilo, en el momento en que encerramos la arquitectura dentro de la idea de estilo, abrimos la puerta a un enfoque formalista”.

Estilo arquitectónico es, una imagen futurista de las características formales, de ubicación y hasta las técnicas y materiales empelados para su edificación, y surgen por el detallado estudio de la historia de la arquitectura y cómo fue evolucionando, así como el tipo de diseño empleado para la su construcción. También es reflejada por el contorno cultural y la forma en cómo se crearon, y que hoy se encuentran presentes a pesar de que esa ideología fue desde hace varios cientos de años, gracias a la arquitectura que marca y enuncia épocas pasadas.

Tendencia, es denominada como una direccional con respecto a lo artístico, político, lo religioso, entre otras aspectos. Es pues en arquitectura, algo de menor influencia y en algunos casos hasta efímero que mueve las diferentes manifestaciones sociales para darle un enfoque nuevo y determinado.

Movimiento, relacionado con la tendencia que mueve en una dirección; y con vanguardia que remueve las ideologías mayoritarias y establecidas, es más fuerte que la tendencia, pero no llega a ser tan revolucionaria como lo es la vanguardia.

Y definiendo la vanguardia como tal, se le ha empleado en diferentes circunstancias y momentos, tal está en lo militar en un inicio, y terminó empleándose más en lo artístico, lo intelectual o renovador. En sí, es aquello que está más avanzado, lo que avista primero el objetivo a derribar, es el parte aguas que desea eliminar todo canon ideológico en la sociedad.

Este acto, por decirlo de una manera, tiene como principal elemento un fundador, un precursor que si bien su grupo ideológico está conformado de pocas personas, intenta de manera provocante e incluso agresiva alcanzar lo que desea: retirar a las fuentes fascistas que controlan a la sociedad.

También es considerada como un escape, o un rechazo de lo antiguo y conservador, queriendo darle un enfoque totalmente innovador en lo político, cultural y social de la época. Sin embargo, a pesar de querer revolucionar, pueden llegar a la cuenta de convertirse parte de una organización rígida, quitándose automáticamente el nombre de vanguardistas.

Estas definiciones, que si bien parecen iguales, surgen de manera consecutiva, como si para comenzar una necesitasen de otra.

En ocasiones, se tiene que recurrir a la parte agresiva para desatar al poderío y liberar las estructuras rígidas que lo componen, viéndose en un contexto social en busca de bienes comunes; y es pues en el caso de la expresión de las artes que se ve como una manera que desaprueba la forma rutinaria para hacer las cosas. Es así como surgen distintos movimientos que crean su propia inventiva, sin preocuparse de las normas o de gustarle a los espectadores y críticos del arte.

Sin embargo, siendo que éstas comienzan con pocos idealistas, llegan a no prosperar por sí mismas. Dado que no tienen recursos propios y no es considerada por las demás tendencias, no logran crecer y prosperar, pero en sí llegan a ser reconocidas por su influencia artística que se encuentra en nuestros días.

Entonces, “La vanguardia como movimiento, y la arquitectura renovadora en general, comparten algunas ideas comunes, por eso podemos hablar de Movimiento”, como se dijo en un inicio que la época conlleva a una forma de pensar, y la arquitectura se ve afectada por este pensamiento vanguardista.

La utopía, sueño de todo socialista, pensaba que la arquitectura podía cambiar al hombre y en su mayor concepto a toda una sociedad.

La vanguardia de lo abstracto, que se desligaba de todo sentido racional y objetual, dando una relación con lo espiritual y el hombre en su máxima profundización;

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