Estudio de Caso 4 grado

Estudio de Caso ^[1]

La Sra. Rivas es docente de cuarto grado y está introduciendo la lección, “Mi Amigo el Diccionario”. Esta lección empieza con un cuento corto sobre una pájara que quisiera aprender los significados de las palabras escritas. Después de esta introducción a la lección, hay actividades didácticas y ejercicios para familiarizar a los y las estudiantes con el diccionario y el proceso de utilizarlo. Los indicadores de logro de la lección son:

En base a un examen reciente, la Sra. Rivas sabe que todos los estudiantes de su clase pueden ordenar palabras alfabéticamente a partir de la primera letra. Ella desconoce si están familiarizados con usar las letras siguientes en el proceso. Además, ella no sabe de sus experiencias anteriores con el diccionario.

Antes de la lección

La Sra. Rivas empieza con el cuento que está en el libro de texto y una actividad activa para, informalmente, evaluar el conocimiento previo de sus estudiantes. Refiriéndose a su registro de matrícula, selecciona a un estudiante de la lista y le pide leer en voz alta el primer párrafo del cuento. Mientras Miguel está leyendo, ella se da cuenta de sus errores y la fluidez de su lectura. Cuando él termina el párrafo, ella pide a Rosa (la siguiente persona en el registro) a seguir con el resto del cuento. Otra vez, la Sra. Rivas nota la precisión y fluidez de la lectura; cuando Rosa termina, la Sra. Rivas dirige una discusión con las siguientes preguntas: ¿En qué libro podría la pájara conocer el significado de las palabras? ¿Por qué la pájara necesita aprender las letras y su orden alfabético? ¿Qué proceso se usa para encontrar palabras específicas en el diccionario? Mientras hace las preguntas, ella observa las reacciones de sus estudiantes para evaluar su familiaridad con el diccionario. Decide incorporar en la lección más oportunidades para practicar el proceso de ordenar alfabéticamente.

Durante la lección

La Sra. Rivas introduce el formato de páginas del diccionario, discute y muestra las variaciones entre diccionarios. Ella ha prestado diccionarios de las otras aulas y sabe que la mayoría, pero no todos, identifica la clase de palabra en su género, número y los usos alternativos de la palabra. También, repasa con ejemplos el proceso para buscar palabras en el diccionario. Después, ella dice:

Vamos afuera del aula y cuando lleguemos al patio, quiero que ustedes formen una línea ordenada alfabéticamente usando su nombre familiar. 

Ella sabe que hay varias personas que tienen nombres diferentes pero que empiezan con las mismas letras (ej. José, Juan, Manuel, María, Mariela, Mario). Observa y escucha para determinar de manera informal cuáles estudiantes pueden hacerlo y cuáles no. Algunos estudiantes solamente entraban en la línea respondiendo a las direcciones de otros estudiantes y otros estudiantes parecen confundidos.

La profesora Rivas decide fortalecer el aprendizaje; les pregunta a los y las estudiantes que mostraban dudas y se asegura que todos entienden el proceso.

¿Por qué Manuel está enfrente de María? Juan,

 ¿Dónde ubicaría a su hermana Margarita en la línea? 

Antes de regresar al aula, la Sra. Rivas les dice que cuentan hasta con 12 diccionarios (el número de que ella podía acumular) y pide formen 12 equipos para practicar el uso del diccionario. Les indica que en su libro de texto busquen donde hay una lista de palabras y el estudiante del equipo cuyo apellido aparece primero, en un orden alfabético, debe buscar la palabra con la letra que inicie su nombre en el diccionario y leer la definición. Todos los y las estudiantes necesitan escribir la palabra y la definición en sus cuadernos. Ellos siguen tomando turnos hasta que todos los miembros del equipo tienen una oportunidad de usar el diccionario. Después repiten el proceso hasta completar la lista de palabras dadas en el libro de texto.

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