Expresión Del Adolescente

Expresión del adolescente

La juventud actual, aunque inmersa en las tecnologías de información y comunicación, reclama comprensión y atención al aspecto humano de la expresión en este mundo globalizado. Tal comprensión implica permitir que se expresen libremente en un ambiente de confianza y procurando empatizar con ellos para que su etapa de adolescente la vivan de manera natural y no tormentosa ni llena de miedos, inseguridades y confusiones.

Si bien el adolescente en esta etapa está pasando por cambios físicos y psicológicos, no se debe subestimar su capacidad de análisis y reflexión acerca del comportamiento de los adultos, los cuales toman como referencia y un modelo a seguir; pero que esos modelos se derrumban ante el joven cuando al notar la doble moral que algunos adultos presentan y contradictoriamente tratan de exigir conductas intachables en ellos.

La excesiva rigidez con que algunos maestros y autoridades escolares tratan a los adolescentes cuando éstos cometen alguna falta en el ámbito del desarrollo escolar, hace que se sientan incomprendidos, excluidos, y hasta maltratados psicológicamente por los adultos y la sociedad en general, estoy convencido que esta es la causa por la que por lo general el adolescente se siente más cómodo e identificado con sus pares, y por lo tanto hasta llegan a retirar temporalmente la confianza hacia los padres y depositarla en el amigo, amiga o compañeros de la escuela. Pero cómo no perderle la confianza a los maestros o adultos que a la menor oportunidad exhiben con gran énfasis los tropiezos que los jóvenes van experimentando, si en lugar de orientarlos adecuadamente, los hacen sentir mal satanizando las conductas que tal vez sean naturales, solo hay que encausarlas y ordenarlas, es decir, tratar de dar explicación al por qué de estas conductas y concientizar a los jóvenes acerca su responsabilidad en la escuela y vivir sus etapas en el momento y el lugar adecuado.

Es muy común ver que un maestro autoritario emplea la técnica de hacer preguntas acusatorias a los jóvenes para hacer que le confiesen la verdad acerca de alguna “indisciplina” presentada en el aula. Creo que la estrategia conveniente es acercarse al grupo brindando confianza para que el joven se exprese con libertad, y concientizarlo de que si se cometió alguna falta, lo primero es reconocer el hecho, remediar y tratar de que no vuelva a suceder.

Algunas veces el maestro cree que por el hecho de parecerle a él importante cierto tema, le debe parecer también interesante al alumno, como en el caso del texto “La defensa” , donde la maestra Sofía se molesta porque en lugar de poner atención al tema que está explicando (Revolución Francesa), los alumnos están pensando en otra cosa. Aunque es este caso el alumno Alberto expresó que estaba aburrido, por eso se le hizo fácil escribir la nota con los dibujos de siluetas de forma humana completamente desnudas. Me llama la atención como Alberto, aunque temeroso, pues estaba ante las autoridades escolares, les hizo ver acertadamente cómo los adultos tenemos una doble moral, y cómo los jóvenes tienen mucho que decir, pero necesitan la confianza y la empatía de parte de los adultos para dejarlos expresarse libremente.

Además, al hacer referencia a los contenidos de las materias de Español y Naturales, dirigiéndose a sus maestros respectivos, lo que realmente estaba haciendo es contextualizar y haciéndoles ver a sus maestros que los conocimientos adquiridos eran significativos.

Creo que la forma como el alumno expone sus explicaciones acerca de la confusión al tratar de diferenciar el concepto de amor y sexo, es de manera inocente, y no solo para justificarse, ya que sus maestros no habían aclarado tales conceptos en sus clases.

Claro, el director, al no encontrar explicación para el joven, y viendo que tenía razón, simplemente les

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