Filosofía de vida.

Filosofía de vida

18 Julio 2015

Me gusta la gente simple decía el maestro Facundo Cabral, es decir  desagrada la gente complicada, la gente que busca por entre todos los medios obstaculizar el andar de otras personas, desagrada las personas arbitrarias las que por su condición abusan de otras, las que se burlan de quienes tienen defectos físicos,  molesta la gente que presume más de lo que tiene, molestan aquellas gentes que olvidaron de dónde vienen y se muestran intolerantes y cerrados ante otras opiniones.

La filosofía de la vida encierra muchas enseñanzas, pero preferimos dejarlas pasar y no nos percatamos de lo grandioso que es recapacitar, reflexionar detenernos un poco y darle espacio a la sensatez a la cordura y analizar los puntos en que hemos fallado.

Como seres humanos pensantes podemos diferenciar entre lo bueno y lo malo, tenemos la capacidad de inferir, razonar, argumentar, tenemos un cerebro maravilloso con el cual podemos detenernos y recapacitar, emplear las fuerzas positivas que el universo envía desde el cosmos para elegir el mejor camino para brillar y progresar día a día.

Soy yo , me gusta la gente que sonríe, la gente amable que un día sale de casa y te encuentra en la calle y sin conocerte te saluda, me gusta la vida en ese vaivén furtivo que lo embellece todo, porque si todos los días fueran los mismo sería simplemente aburridísimo, y nunca un día es igual a otro, me gusta la canción aquella que habla del amor, del respeto a todas las manifestaciones de la vida, amo el sol que me acaricia, la lluvia que me empapa, quiero los días grises, las noches estrellados, pero sobre todo amo la amistad esa que se cierne sobre bases firmes y que nada ni el tiempo más tormentoso puede doblar, me gusta la palabra libertad esa que podemos emplear y que es parte de nuestra vida y nos permite tener la oportunidad de hacer lo que queremos porque si yo no hiciera lo que quiero simplemente no podría vivir.

Amo esta vida, mis convicciones, mi religión con todas sus fallas, quiero esta vida así tal y cual es con sus altas y bajas, Dios me ha dado un gran poder, el ser, el poder desempeñarme como maestra que hoy ha perdido tanto valor por unos cuantos, pero esta profesión todavía tiene lo bello que su esencia  tiene, la misión que tu llevaste Señor en la tierra, que fue la de enseñar, la de guiar y que nosotros con nuestras debilidades y fallas seguimos llevando a cuestas, aunque vivamos actualmente tan denigrados.

Me gusta el silencio el que ayuda a engrandecer el alma y que alimenta el espíritu, me gustan los amigos cuando ha pasado mucho tiempo sin vernos y que nos abrazamos con la misma emoción de la última vez que convivimos y la plática sigue donde se quedó, me gusta la gente que siente, que ríe, que llora porque eso habla de su sensibilidad.

Me gusta ver los niños cuando en su carita se muestra su alegría por haber aprendido algo que parecía tan difícil, amo cada instante que tu Señor me regalas cada día, cada segundo es dedicado a ti, porque sé y reconozco que sin ti, sin tu grandioso poder no podría haber visto este hermoso día.

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