Fortaleciendo Los Valores Para Lograr Un Ambiente Saludable

“Fortaleciendo los valores para lograr un ambiente saludable”

Cada vez que encendemos la TV, el radio o compramos un periódico para informarnos sobre los últimos acontecimientos ocurridos, encontramos más de lo mismo: extorsiones, asesinatos, robos, estafas, etc. Lo más alarmante de todo esto es que los crímenes son cometidos por personas no mayores de 18 años, lo cual nos lleva a pensar: ¿qué está pasando con estos jóvenes?, irresponsabilidad de los padres, malas influencias, vicios… pueden ser causas probables; por otro lado, somos conscientes de que cada día nuestro planeta empeora en condiciones, problemas tan grandes como el calentamiento global, el efecto invernadero o la contaminación ambiental nos arremeten cada vez con más fuerza, repercutiendo en todos los aspectos de nuestra salud. ¿Y qué de común tienen estas dos problemáticas aparentemente diferentes? La respuesta es simple: ambas son consecuencias negativas de las malas acciones que realiza el ser humano para construir su propio “ambiente saludable”.

Al hablar de un ambiente saludable, hacemos referencia al lugar donde vivimos de manera digna y nos desarrollamos en armonía junto a otras personas. Sin embargo, al analizar la situación actual por la que estamos atravesando: en la que miles de plantas y animales se extinguen cada día, y donde la inseguridad y la delincuencia son lo único que se observa; nos damos cuenta de que en lugar de avanzar por las vías del desarrollo, estamos descendiendo en un profundo abismo de ignorancia e inconsciencia. Lo que traerá, sin duda alguna, consecuencias fatales como la destrucción del planeta y de los seres humanos. Tal vez sea una conclusión muy precipitada, pero es en lo que acabaremos si en nuestro entorno no se empieza a generar un interés y preocupación por lograr un ambiente saludable.

La pregunta es: ¿cómo construimos un ambiente saludable? Al comparar la mentalidad que se tenía en la antigüedad, con la que tenemos hoy, podemos concluir que la mayoría de las personas de hoy en día no se preocupan por el futuro que pueden tener, sino en vivir alocadamente el presente para no perderse la “felicidad”. Es por ello que se necesita un cambio de consciencia, la cual debe evidenciarse en el actuar de cada ser humano en su día a día.

Y una de las mejores alternativas para lograrlo sería fortaleciendo los valores que un día nos enseñaron, y que cada día son olvidados y encerrados en un cofre con miles de candados.

Los valores son principios morales que nos orientan y guían para convivir armoniosamente con los demás. Y si queremos ayudar a construir un ambiente saludable debemos empezar a practicarlos. El respeto, la libertad, la paz y el amor; son cuatro valores perfectamente conocidos, en teoría, por la mayoría. El respeto es la base de la convivencia y representa la consideración por los demás. La libertad es decidir qué hacer asumiendo las consecuencias de nuestros actos, es decir, actuando con responsabilidad. La paz es vivir en armonía con los que nos rodean. Y el amor es una decisión que busca la felicidad y realización plena de las demás personas. Todos ellos tienen algo en común: son la base de una buena convivencia.

Si los ponemos en orden de jerarquía, el amor ocuparía el cargo más importante. Cuando hay amor, hay respeto, paz y libertad. Las personas actuarían de manera en que sus decisiones no afecten negativamente a los demás, respetando así los derechos de todos, pensando siempre en soluciones pacíficas, donde prime el diálogo. Esto también se aplicaría en el cuidado del medio ambiente, pues si los seres humanos vieran al mundo con ojos de amor, cuidarían de él, dejarían de contaminar, y guiarían sus decisiones en función a la protección y desarrollo del Planeta Tierra; en otras palabras, se lograría construir verdaderamente un ambiente saludable.

Todo esto se puede lograr, no se espera que el cambio se de instantáneamente y por obligación, sino que vaya sucediendo poco a poco; pero con el fuerte compromiso y anhelo de salir adelante, y vivir en un mundo lleno de paz, alegría y amor.

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