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Hablemos De Sexualidad Con Un Toque Feminista


Enviado por   •  20 de Marzo de 2015  •  1.309 Palabras (6 Páginas)  •  168 Visitas

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Hablemos de sexualidad con un toque feminista

La sexualidad en nuestros días es un tema de debate, hablamos de sexualidad desde los roles que ejerce una dama y un caballero hasta la concepción de un niño. Su desarrollo y sus cambios, en fin en todo el entorno que nos rodea. El tema que estamos tratando será abordado desde las referencias de libro “La sexualidad atrapada en la señorita maestra” de la autora Alicia Fernández, editorial Nueva Visión, Buenos Aires, año 2005. Partiendo de ello buscaremos dar respuesta a un par de preguntas que serán fundamentales, en la primera indagaremos ¿Qué papel desempeña la mujer en la sexualidad? también buscaremos dar respuesta a la siguiente interrogante ¿vemos a la sexualidad diferente cuando el papel de la mujer aumenta? Hay que tomar en cuenta que la visión que nos da el libro es quizás un poco feminista, así que trabajaremos desde este aspecto.

El papel de mujer a través del tiempo ha cambiado, ha evolucionado con media en que ella ha hecho cambios que la han llevado más allá de sus estereotipos y sus roles. En nuestros tiempos es clara la concepción de que ya no se considera exactamente el “sexo débil” que es la expresión generalmente utilizada para denominar a la mujer.

El desempeño de la mujer ha sido en su mayoría calificado, criticado y observado estrictamente, se le ha dicho que hay roles y papeles que no puede desempeñar. La sociedad trabaja como una organización llena de reglas que cada individuo debe cumplir, a la mujer le toca la labor de ser sumisa, callada y reservada pero si bien es cierto ha ganado territorio, como menciona nuestra autora:

“la mujer también puede acoplarse a este tipo de organización atrapada por esta maquinaria, oponiéndose entonces al hombre en su mismo sistema de poder, donde no le queda otro espacio de lucha que intentar ocupar el lugar del hombre, invirtiendo roles, pero sin modificar la maquinaria del sistema de poder masculino (Fernández, 2005, p.13).”

Si analizamos la cita anterior, podemos fijarnos como la mujer puede tomar e invertir el rol respetando las reglas sociales y trabajando de la misma forma y eficiente como la haría un caballero.

La sexualidad humana tiene que ver con el comportamiento que se nos ha inculcado desde pequeños, la autora remarca un par de veces como la forma en que se nos ha tratado por ser mujeres y en un entorno donde hay hombres se refieren a todos de la misma forma, nos ha puesto muchas veces en que pensar hablando de la generalidad que se nos da, en la utilización de conceptos para dirigirse a personas de un mismo género y que se encuentran agrupados también por miembros de géneros opuestos. Para simplificar lo antes mencionado recurriremos a un ejemplo que nos dejara un poco más claro cómo se da la generalización entre personas de géneros opuestos.

“Cuando la hermanita menor, Bárbara tenía 4 años, preguntó: ¿Por qué si nosotras somos dos y Juan es él solito los tres juntos somos “los chicos"? (...) Bárbara insistió: si las mujeres somos más, ¿Por qué no nos llaman a los tres “las chicas”? (Fernández, 2005, p.20).”

La niña fue muy clara, si en su mayoría eran chicas por que no denominarlo de tal manera, en ese fragmento pudimos notar como se modifica un concepto en una oración al incluir a personas de géneros opuestos reunidos como un grupo de personas.

Es bastante claro que en que la sociedad se generaliza a personas que estén mescladas, y aunque en su mayoría sean del sexo femenino se les dirige como “chicos” o quizás “señores” para el momento de intercambiar argumentos. Si bien sabemos ahora el papel de la mujer es igual de importante que el del hombre, sin embargo, esto no ha logrado cambiar la forma de dirigirse a grupos de personas donde hombres y mujeres interactúen de la misma forma. La única frase quizás que hemos encontrado en consuelo es, cuando se es dirigido como “damas y caballeros” o “chicos y chicas” en una misma oración si hablamos de un grupo de personas en compañía de quienes no pertenecen al sexo femenino.

Hablando de otras maneras en que la mujer adquiere relevancia pero sin perder de vista nuestro enfoque también es válido hacernos otra interrogante,

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