Historia De La Seguridad

Desde la prehistoria el hombre se ha ocupado de que su entorno le proporcione un clima libre de riesgos o peligros, es decir seguro. El hombre primitivo en primer lugar, busco un entorno seguro para su persona, que lo protegiera de la fuerza de la naturaleza (lluvia, frío, calor, viento, animales salvajes, etc.).

Posteriormente, fue haciéndose de herramientas, utensilios y tuvo la capacidad de almacenar alimentos que el mismo comenzó a sembrar y cosechar dejando poco a poco de ser nómada para convertirse en sedentario y establecerse en un lugar fijo. En ese momento, los bienes y los alimentos que se compartían entre todos los miembros de la comunidad, siendo un bien común, pasaron a ser propiedad privada. Estos bienes también requirieron de protección, por lo que el hombre de aquellas épocas debió buscar los medios para dársela.

En un principio, la protección a los bienes o propiedad privada, igual que a su persona, buscó evitar que la fuerza de la naturaleza le causara algún daño y con esto perdiera lo que había acumulado con un enorme esfuerzo. Al paso del tiempo conforme se fueron estableciendo las aldeas, de cuidar su persona y sus bienes de la fuerza de la naturaleza, el hombre tuvo que cuidarse de sus semejantes; Gracias a la ambición y a la codicia, el hombre tuvo que reforzar la seguridad de su entorno. En este momento, su necesidad de seguridad le exigió un nivel más complejo de organización al interior de la comunidad, se fueron estableciendo tareas o funciones más especificas para cada uno de los miembros del grupo, además tuvo que echar mano de su creatividad para establecer estrategias que le previeran de la protección que estaba necesitando. A partir de ese momento, los utensilios que utilizaba para la caza de animales o para corte, pasaron a ser un medio de defensa en contra de sus semejantes más ambiciosos.

Al paso del tiempo, el hombre de aquella época fue adaptándose de una manera más desarrollada a su entorno, utilizando para su beneficio y protección los materiales que la misma naturaleza le proveía.

Al ser cada vez más sedentario, este hombre tuvo que construir viviendas más sólidas que como se ha mencionado lo protegieran no sólo de la fuerza de la naturaleza, sino de posibles invasores.

Al construir barreras físicas que lo protegieran de aquello que podría ocasionarle un daño, el hombre de aquellas épocas sin saberlo, sentaría las bases para el desarrollo de construcciones cada vez más sofisticadas y específicamente, para el desarrollo mas reciente de lo que se conoce como blindaje arquitectónico, el cual persigue el mismo objetivo que las construcciones primitivas; dar protección a las

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