Impacto de las emociones en la salud mental
hrmzadnzTesis3 de Febrero de 2014
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Impacto de las emociones en la salud mental
Primordialmente decimos que una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción sentimental que viene acompañada de cambios de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea siempre y constantemente. En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación. Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas como algo de poca importancia para el ser humano. De todas formas, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque cabe mencionar las emociones básicas del individuo que son:
•Tristeza: Pena, soledad, pesimismo.
•Sorpresa: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa.
•Alegría: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad.
•Aversión: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce este sentimiento.
•Ira: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
•Miedo: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad.
Cada una de las emociones antes mencionadas tienen un objetivo en cada uno de nosotros como individuos, como por ejemplo, el miedo siempre nos va a servir para protegernos de algo o de alguien con quien no nos sentimos del todo seguros, las sorpresas nos ayudan a orientarnos en cada situación, la aversión siempre nos hará rechazar todo lo que no es de nuestro agrado, la ira nos hace destruir de cierta manera todo aquello que no nos gusta, la alegría simplemente nos provoca una sensación de bienestar y siempre vemos lo bueno de cada cosa y ya que la tristeza es todo lo contrario ya que nos hace sentir mal.
De hecho el llevar cualquier emoción a un extremo nos hace daño, es decir no podemos enojarnos y dejar que la ira nos domine, porque esto ocasiona que las personas sean groseras, además podemos decir y/o hacer cosas que harán sentir mal a otros y de las cuales nos podamos arrepentir.
El miedo en exceso nos conduce a no querer salir de casa, a vivir siempre reprimidos y con una sensación extraña en el estomago que nos puede llevar a una psicosis o a tener delirio de persecución, o quizá a sentir tristeza por no poder salir; esta emoción en descontrol ocasiona depresiones que en casos extremos pueden conducir al suicidio.
Cabe mencionar que para poder tener bajo control nuestros sentimientos, sin que nada ni nadie trate de manipularlos, más que nosotros mismos, existe la inteligencia emocional; que es la capacidad de interactuar con el mundo de forma receptiva y adecuada ya que trata de conectar las emociones con uno mismo, es decir, saber qué es lo que siento, poder verme a mí y ver a los demás de forma positiva y objetiva.
Para ser inteligentes emocionalmente debemos saber reconocer nuestras fortalezas y debilidades en todo momento, debemos evitar tener impulsos y saber enfrentar los problemas con la mejor cara posible y darles una solución en todo momento, esto es para estar bien con nosotros mismos. Tomando en cuenta que también debemos de estar bien con los de nuestro alrededor, tratando de “ponernos en los zapatos de esa persona” no juzgándola sin conocer, y entenderla en sus problemas, ya que es así como nos gusta que nos traten a nosotros, de la mejor manera siempre.
Destacando otro punto para estar bien en cuanto a nuestras emociones y nuestra salud mental, es saber con qué personas nos juntamos la mayor parte del tiempo, ya que existen quienes si nos hacen sentir bien, provocando bienestar
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