Importancia De La Enseñanza Del Ahorro En Los Niños

Todo lo que tenemos – materialmente hablando – tuvo un signo de pesos, nos costó algo y para lograrlo fue necesario ahorrar. La cultura del ahorro ha perdido peso en la sociedad, por este motivo, considero, es necesario educar a los niños y adolescentes para crear un hábito en el ahorro y borrar esa frase de “vivir al día”. Sofía Macías dice en su libro Pequeño cerdo capitalista: “Manejar el dinero no es una de las materias que vemos en la secundaria o en la prepa –aunque deberíamos-, y a veces en las familias el tema es un tabú”, no estoy de acuerdo, siempre he sido de la opinión que el mejor regalo que un padre puede hacerle a su hijo, aparte de la educación y los valores, es el hábito del ahorro. Los niños carecen de la relatividad del valor de las cosas; es decir una computadora para ellos vale lo mismo que una golosina y también desconocen que los recursos provienen de una actividad económica; es decir que se hace dinero trabajando.

La primera tarea de los padres es mostrarles billetes y monedas, explicarles para qué se utilizan, mostrarles cómo se compra. Sería útil jugar de “restaurante”, donde el niño paga y recibe un vuelto. Así, cuando se le dé una mesada, ya va a tener una primera idea de cómo usarla.

Es posible que un niño no comprenda lo que es el ahorro, como lo hace un adulto, pero sí entiende que para tener lo que le gusta, debe haber “juntado sus domingos” para que le alcance. De esta forma ya se está educando al infante y con ello inicia un hábito de por vida.

El inculcar el ahorro aparte de los beneficios que pueda traer para el futuro, tiene dos grandes elementos de formación personal, la responsabilidad y la integridad. Un niño que ahorra se hace consiente que al gastar todo su dinero en caramelos hoy le impide el comprarlos mañana, lo que lo permite aprender a tomar decisiones de cómo ser más eficiente en la administración de sus recursos. Por otro lado el niño que ahorra, empieza a despertar el sentido de planificación.

Por supuesto enseñar a un niño a ahorrar debe hacerse con moderación, no es que el niño ahorre todo lo que reciba, es que aparte una parte de lo que reciba; si la recompensa es importante en la edad adulta, a esa edad es mucho más valiosa y es que ahorrar debe convertirse en una convicción no en una tortura.

Dependiendo la edad del niño será la manera en que vaya guardando su dinero, es decir, si tiene entre 3 a 6 años de edad la cantidad que meta en esa alcancía será la que él quiera destinar. Conforme crezca se le debe hacer un plan de ahorro – como lo hace un adulto – con la diferencia que él no tiene gastos fijos que realizar. De esta manera, el niño sabrá que tiene un compromiso e ira entendiendo la responsabilidad de cumplirlos y así, alcanzar sus metas.

De aquí en adelante, los beneficios son muchos, es por ello que incentivar

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