Importancia Del Rol ético De La Educadora DePárvulos

En los últimos años ha aumentado la importancia de fortalecer la educación durante la primera infancia. Se ha puesto énfasis en lo que es cobertura y calidad de la educación preescolar. En tal sentido, es prioritario para el logro de estos objetivos, la calidad profesional de quienes enseñan en nuestras aulas, y en consecuencia, con la formación que toda educadora de párvulos debe recibir durante sus estudios superiores.

La educación parvularia constituye el primer nivel educativo que, colaborando con la familia, favorece en el párvulo aprendizajes oportunos y pertinentes a sus características, necesidades e intereses, fortaleciendo sus potencialidades para un desarrollo pleno y armónico. (Educación, 2005).

Para alcanzar el óptimo aumento de los propósitos que se han definido a nivel nacional, es primordial el rol que desempeña la educadora de párvulos. Ella, en sus diferentes funciones, formadora y modelo de referencia para los niños y niñas, implementadora y evaluadora de los currículos, seleccionadora de los procesos de enseñanza y mediadora de los aprendizajes, entre otros, constituye una parte fundamental para el logro de los objetivos. La educadora de párvulos es quien debe otorgar al niño y niña desde su nacimiento hasta los 6 años o su inclusión a la educación básica, experiencias enriquecidas que fortalezcan el desarrollo integral de todas sus áreas. Para ello es esencial el dominio y conocimiento que tenga dicha profesional. En este sentido, la educadora de párvulos debe generar aptitudes para logar el trabajo colaborativo con su equipo de aula, así como también, con las familias de los niños/as. Resulta importante, que todos los agentes educativos, se complementen y participen en la construcción de expectativas que apunten al logro de un mismo objetivo.

La educadora de párvulos, debe ser hábil a lo largo de su ejercicio docente, debe detectar las diferentes aptitudes y capacidades con las que cuentan los niños y niñas de su nivel, elaborar estrategias que permitan el crecimiento de todos/as, respetando sus individualidades, particularidades, y ritmos de aprendizajes. Dentro y fuera de la sala de actividades debe ser dinamizadora y constructora de espacios que fomenten la inventiva e imaginación de los niños/as, que impulsen el desarrollo de habilidades motrices, fomenten habilidades comunicativas, fortaleciendo la relación entre pares y el entorno en que se desenvuelven. Preparando al niño y niñas para la resolución de problemas y/o habilidades que tienen relación con el progreso de destrezas cognitivas. En fin que vele por su crecimiento físico, psicológico y social.

La educadora de párvulos como profesional de la educación, debe contar con un núcleo esencial de conocimientos, habilidades y disposiciones profesionales para desempeñar satisfactoriamente los distintos roles y escenarios implicados en el ejercicio de su profesión (CPEIP, 2010- 2011). Todo ello le atribuye competencias para poder plantear objetivos claros, pertinentes, contextualizados, consistentes y definidos para el quehacer pedagógico y trabajo diario enfocados, por supuesto, en los niños/as. En tal sentido, las metas planteadas deben apuntar al éxito, reflejado a través de aprendizajes significativos y resultados cualitativos consistentes, más que logros cuantitativos.

En síntesis, una buena educadora de párvulos, es aquella capaz de tener una visión de conjunto, reflexiva. Una profesional que relaciona a lo largo de su ejercicio docente conocimientos, valores y aptitudes. Re valora la importancia de rescatar los sentidos en las prácticas pedagógicas, de contextualizarlas culturalmente y de mirar los recursos que puede aportar a cada niño, niña y sus familias.

La educadora de párvulos de hoy, debe adquirir un compromiso real y moral, debe ser un agente de cambios en el contexto social y educativo a lo largo de su carrera.

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