Impresión: Sol Naciente

Impresión: Sol Naciente

Todo comenzó con un movimiento desarrollado a mediados del siglo XIX en Francia. Caracterizado por el plasmar el instante, y sobre todo, la luz sin importar las formas u objetos. A este movimiento se le llama Impresionismo, el cual obtuvo su nombre gracias a la crítica dada como impresionismo, basada en la ironía, al cuadro de Monet, “Impresión: Sol Naciente”.

Podría decirse que el impresionismo fue una ruptura estilística; la personalidad propia del arte moderno. Es el resultado de una evolución que define al siglo XIX con el signo del paisaje y busca un nuevo lenguaje basado en el naturalismo extremo.

Básicamente, se utiliza una frecuencia de colores puros sin mezclar. Los tres colores primarios y por consecuente, sus complementarios, prescindiendo de los colores negros, pardos y tonos terrosos. El principal aprendizaje fue manejar la pintura de una forma más libre y suelta.

El primer y más famoso ejemplar del impresionismo fue Claude Monet, por quien, además de ser un extraordinario pintor, se creó este movimiento.

El artista empezó su carrera artística siendo un dibujante de caricaturas y paisajista con un toque Realista, sin embargo, con los años, ya aburrido de lo que siempre pintaba, hizo un cambio drástico, volviéndose el “padre del impresionismo”. Sin duda alguna, ningún pintor del grupo fue tan puramente impresionista como el. Sus obras resultan especialmente vitales y llenas de armonías.

Su cuadro más importante, sin lugar a dudas es “Impresión: Sol Naciente”, la cual es una imagen plasmada directamente del natural. El puerto de Le Havre al amanecer, representando la diversa neblina mientras el sol trata de relucir, creando perfectos reflejos anaranjados tanto en el mar como en el cielo.

La técnica utilizada por Monet, se basa en la aplicación de colores con pinceladas rápidas y empastadas, con las que hasta la dirección del pincel puede apreciarse a simple vista. El resultado fue una imagen de gran atractivo tanto por su significado como por su estética. Podría decirse que la obra, mas que nada, es una síntesis donde barcos y fumarolas resultan fantasmagóricas. Es como si en vez de estar amaneciendo fuera un anochecer.

Existe un equilibrio perfecto entre las zonas de cálidos y fríos. Forman una simetría perfecta en la que se toma como eje el horizonte. La línea formada por las barcas sobre el agua, es un reflejo de la línea que divide la zona de colores amarillos y rojos de la de azules y verdes.

En la zona fría se encuentra el sol junto con su reflejo en el agua el cual deja filtrar un rojo junto con un amarillo intenso el cual forma como una letra “i”, la cual descrita por varios críticos, es de la palabra impresionismo. Tal cual, podríamos llamarlo un jeroglífico.

Es una obra que, compositivamente

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