Inmunidad

Es indudable también que este género de conflictos tiene una vertiente puramente jurídica entreverada con la propiamente política. En otros Estados, como Bélgica (desde 2003), Alemania y Francia ha habido filtros sobre el ejercicio de la justicia universal. En España, se ha venido hasta ahora practicando la jurisdicción universal pura, de ahí la proliferación de expedientes judiciales por este motivo, en todo caso sólo el 0,0005% de los casos pendientes ante la justicia española, de ahí que no fuera razonable aducir que la justicia universal contribuye a ralentizar aún más la labor de los órganos judiciales españoles, en especial de la Audiencia Nacional, tildada peyorativamente de “universal” . La reforma de la “acción popular” implicaría un cambio radical del sistema procesal español con posibles consecuencias constitucionales.

Una última cuestión jurídica espinosa ha girado en torno a la inmunidad de jurisdicción penal de los Jefes de Estado extranjeros, en el ejercicio o tras el abandono del poder . Esta doctrina llevó a la Audiencia Nacional a archivar, en 2007, la causa contra Fidel Castro por genocidio, pues, aunque ya había delegado ala sazón poderes a favor de su hermano Raúl, se interpretó que seguía siendo oficialmente Jefe de Estado. Anteriormente, la misma razón había llevado a sobreseeer las causas contra Hassan II de Marruecos y el dictador de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang. La institución de la inmunidad soberana para los máximos mandatarios de un tercer Estado y su relación con la justicia universal por graves crímenes contra la humanidad había tenido ya un episodio relevante en el caso Pinochet, aunque en este caso se investigaban también los actos cometidos antes y después de detentar la Presidencia de la República.

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