Innovation from Asia.

Innovation from Asia

The capabilities that companies gain serving cost-conscious consumers in emerging markets can become competitive advantages in developed ones.

La amenaza de la competencia de Asia preocupa a los ejecutivos occidentales en casi todas las industrias de productos y servicios. La principal preocupación para muchos es el impacto de bajo coste de fabricación china y los servicios de la India sobre los precios global. Centrándose en esta preocupación por sí solo representa un profundo desconocimiento de la naturaleza de la amenaza competitiva.
Como este número de The McKinsey Quarterly deja claro, Asia ya no es sólo una fuente de ventaja comparativa basada en mano de obra barata; se está convirtiendo rápidamente en una fuente de ventaja competitiva basada en la gestión de la innovación. La implicación es clara: Asia ahora puede competir en mucho más que el precio.
Los mercados emergentes podría parecer una fuente plausible de la innovación. Ciertamente, la mayor parte de sus empresas deben superar obstáculos significativos para amenazar a los de los países desarrollados. Sin embargo, los desafíos de cuidar a más consumidores -que conscientes de los costos del duro-a-alcance, mundo en desarrollo también son típicamente menos leal a establecidos marcas pueden obligar a las empresas a diseñar y ofrecer productos comparables a las ofertas de los países desarrollados para tan poco como uno la quinta parte del precio. Hacerlo requiere grandes cambios en el diseño de productos y procesos, y estos cambios pueden afectar a los mercados pronto desarrollado de forma espectacular.
En "retroceso de la innovación: prácticas de gestión disruptivas de Asia," John Seely Brown y John Hagel III describen cómo las empresas están aprendiendo a innovar por servir a los consumidores de bajos ingresos en el mundo en desarrollo. Muchas corporaciones occidentales, los autores sugieren, tendrán que sumergirse en ella, tanto para obtener ventajas de coste y para construir las capacidades que en última instancia tendrán que competir en el mercado.
Estas innovaciones, y las fuerzas que los han generado, son un componente esencial de la cada vez más intensa competencia global. A medida que la última entrega de The McKinsey Global Survey de Ejecutivos de Empresa pone en claro, las empresas se enfrentan ahora a una mayor competencia y la presión sobre los precios que nunca, y esperan aún más en el próximo año.
En la "competencia extrema," William I. Huyett y S. Patrick Viguerie describen las dificultades y oportunidades de este entorno, en el que un exceso de oferta de mano de obra, la infraestructura, la producción y el capital ha debilitado el funcionamiento de las industrias enteras mientras que ayuda advenedizos para impugnar establecido posiciones en los mercados globales. El artículo insta a las empresas a aumentar su metabolismo de la organización, reducir sus pérdidas temprano, y se centran en la flexibilidad estratégica.
Aunque algunos líderes de negocios subestiman la amenaza planteada por la competencia de los mercados emergentes, muchos responsables políticos, bajo presión para proteger el empleo doméstico, sobreestiman la misma. En "No culpar al comercio de las pérdidas de empleo de Estados Unidos", Neil Martin Baily y Robert Z. Lawrence explican que el proteccionismo es un error porque el comercio y la cuenta de deslocalización por sólo una pequeña fracción de los puestos de trabajo perdidos durante los últimos años.
La aparición de los mercados en desarrollo como semilleros de innovación es un cambio profundo e inquietante para los líderes en el mundo desarrollado. La mejor respuesta para las empresas como para los países-es abrazar este cambio con la flexibilidad, la velocidad y la apertura a nuevas ideas que acompañan una perspectiva verdaderamente global.

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