Inseminación Artificial
vanita24 de Junio de 2011
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Primer Ciclo Enfermería
Segundo Ciclo Licenciatura en Enfermería
Directora de la Carrera: Prof. Mg. María Teresa Ricci
Director Asociado: Mg. Lic. Rubén Gasco
Directora de Estudios: Lic. Alicia Silva
Coordinadora de Primer Ciclo: Lic. Alicia Canestro
Coordinador de Segundo Ciclo: Lic. Santiago Durante
Coordinadora UAP Lomas: Lic. Norma Scala
Materia: “Aspectos éticos legales de enfermería”
Titular de Cátedra: Dra. Milagros Panza
Alumnos
Fecha: 11/06/11
INDICE
Introducción…………………………………………………………………………..Pág.
Índice ……………………….………………………………………………………….Pág.
Desarrollo…………………..………………………………………………………… Pág.
Conclusión………………………………………………………………………..…..Pág.
Bibliografía…………………………………………………………………………....Pág.
Anexos……………………………………….…………………………………….….Pág.
Introducción
HISTORIA- LOS COMIENZOS
Los sumerios además de inventar la escritura, registraron por primera vez una técnica, muy artesanal por lo demás, de inseminación artificial en ovinos, la misma que se utilizó posteriormente en equinos.
Pese a la creencia de que la inseminación artificial es una tecnología moderna, los primeros intentos de llevarla a cabo se remontan al siglo XV: se cree que la inseminación artificial fue intentada por Juana, esposa del Rey Enrique IV de Castilla (conocido como "el impotente"). En 1677 el científico holandés Leeuwenhoek observó espermatozoides gracias a los microscopios que había construido. Más de 100 años después, el sacerdote y fisiólogo italiano Lazzaro Spallanzani demostró que debía existir contacto físico entre el huevo y el esperma para que se desarrollara un embrión. Hasta ese momento se creía que el embrión era "producto de la semilla masculina, nutrido en el suelo de la mujer". Spallanzani realizó experimentos exitosos de inseminación artificial en peces y anfibios.
Los esfuerzos para desarrollar técnicas modernas de inseminación artificial comenzaron en Rusia en 1899. Se tiene constancia {Ivanoff, 1922} de la inseminación artificial de un caballo realizada con éxito en 1922. Hacia el año 1950, la inseminación artificial se convirtió en una industria establecida: en 1949 aparecieron métodos de congelación y descongelación del esperma y en 1950 surge la idea de añadir antibióticos al semen para prevenir enfermedades venéreas. Posteriormente, en los años 70 y 80 se desarrollaron métodos eficaces de recolección de semen.
El semen bovino congelado en nitrógeno líquido (-196 °C) ha permitido su almacenamiento por largos períodos (el más antiguo desde 1952 a la fecha) sin que se produzca un deterioro en la fertilidad del mismo. Gracias a ello el semen (y la genética en él contenida) se conserva, se transporta y se utiliza en muy diversos ambientes.
Los primeros intentos de inseminación artificial (IA) en humanos se realizaron a finales del siglo XVIII.
Se le atribuye a John Hunter (1728-1793), anatomista y cirujano escocés que fue considerado como uno de los más distinguidos científicos y cirujanos de su época.
Hacia 1785 un rico comerciante de tejidos acudió a él para pedirle ayuda para tener descendencia. Sufría de "hipospadia", que es una malformación de la uretra donde la abertura se sitúa por debajo del pene en vez de en el extremo del glande.
Le sugirió recoger una muestra de su semen en una jeringa caliente e inyectarlo directamente en el útero de su mujer, con lo que logró el embarazo y el nacimiento de un niño sano.
En realidad Hunter tuvo suerte porque en el momento de la inseminación coincidió con la ovulación de la mujer. Pero quienes intentaron reproducir después sus resultados, se encontraron con que la técnica era lo más parecido a jugar a la ruleta rusa. Era prácticamente imposible conseguir un embarazo si no se conocía a fondo el ciclo menstrual de la mujer.
Las experiencias del médico estadounidense Carl G. Hartman, en 1936, desvelaron que en un ciclo de 28 días el período fértil estaba entre 11 y 14 días después del primer día de flujo menstrual, fecha que ocurriría la ovulación. Estas observaciones permitieron el despegue definitivo de la inseminación artificial, como técnica de ayuda para solucionar muchos problemas de infertilidad.
En 1866, James Marion Sims (1813-1883), considerado el fundador de la ginecología moderna, describió por primera vez la prueba postcoital, con la cual se podía observar la movilidad del espermatozoide en el moco del canal cervical.
En base a estas observaciones, en 1988 realizó 55 inseminaciones a 6 mujeres, todas con anormalidades cervicales, una de las cuales se logró embarazar.
El primer caso confirmado de inseminación artificial con semen de donante (IAD) fue llevado a cabo en 1884, por William Pancoast, en el Jefferson Medical College de Filadelfia, EE.UU.
La inseminación fue practicada frente a una audiencia de estudiantes de medicina y se usó la muestra de semen del estudiante “más guapo de la clase”.
La madre, mujer de un comerciante con problemas de esterilidad, nunca conoció los detalles de aquella IAD. Sólo que nueve meses después de ser "inyectada" nacía un niño varón sano.
La primera IA exitosa con semen congelado fue realizada por Bunge y Sherman, en 1953, quienes consiguieron tres embarazos gracias al esperma humano glicerado y congelado hasta la temperatura de solidificación del gas carbónico (-70°C).
En 1964 se obtienen las primeras gestaciones por medio del esperma congelado en nitrógeno líquido (-196°C). A partir de esta fecha los bancos de esperma se generalizan en todo el mundo y se avanzó científica y tecnológicamente, para que el procedimiento se convirtiera en una técnica de uso corriente en el mundo.
Además, la criopreservación de semen ha resultado de gran utilidad para guardar muestras espermáticas de pacientes que van a ser sometidos a tratamientos de quimio o radioterapia.
En la década del 80, el advenimiento del SIDA motivó a varios centros a organizar un "Banco de Semen" con el objeto de evitar la posible infección de las pacientes y se estableció una cuarentena de 6 meses antes de considerar las muestras aptas para su uso.
Desde entonces no se conoce ningún caso en el mundo de infección por SIDA por inseminación congelado de bancos semen
En el "Banco de Semen" una vez transcurrido el tiempo de cuarentena se le realizan nuevamente los exámenes de enfermedades infecciosas incluyendo el test de SIDA para certificar su negatividad. Es entonces a partir de este momento cuando la muestra está lista para ser donada.
Actualmente se ofrecen las mayores garantías en cuanto a la calidad de las muestras, el control genético y el descarte en ellas de las enfermedades de transmisión sexual.
INSEMINACION ARTIFICIAL
La inseminación artificial es un procedimiento utilizado en los programas de Reproducción Asistida como primera alternativa en el manejo de las parejas estériles con cuando menos una trompa uterina permeable que no hayan logrado un embarazo tras la aplicación de tratamientos convencionales tendientes a la corrección de los factores causales de esterilidad.
Finalidades
Los objetivos principales de la inseminación artificial son:
• asegurar la existencia de óvulos disponibles
• acercar los espermatozoides al óvulo en el aparato genital femenino
• mejorar e incrementar el potencial de fertilidad de los espermatozoides realizando una serie de procedimiento de laboratorio al eyaculado, llamados en conjunto CAPACITACION ESPERMATICA.
La capacitación espermática emplea una serie de técnicas de lavado con soluciones especiales o con gradientes de diferentes densidades que eliminan del eyaculado restos celulares, bacterias, leucocitos, espermatozoides muertos y lentos, secreciones seminales; al mismo tiempo se selecciona y concentra la población de espermatozoides más fértiles en un volumen aproximado de 0.5 mL que se introduce al útero aumentando con ello las posibilidades de fecundación. Las técnicas más empleadas son las de lavado y centrifugación, "swim-up" y filtración en gradientes de Percoll
Pruebas Necesarias
Los médicos y biólogos necesitan conocer unos datos de los pacientes antes de someterse a un tratamiento de Inseminación Artificial. Estos son los principales:
1- Ecografía para confirmar que el útero y los ovarios están en condiciones de iniciar el tratamiento de Inseminación Artificial.
2- Histerosalpingografía para conocer el estado de las trompas. Es necesario que al menos una de ellas sea perfectamente funcional para la posible realización de una Inseminación
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