Investigación

NUNCA UNA NOCHE HA VENCIO AL AMANECER Y NUNCA UN PROBLEMA HA VECIDO A LA ESPERANZA…

Es un honor el dirigirme a ustedes, no para decir adiós, sino hasta luego, porque nuestro camino no termina…

EL FUTURO TIENE INCONTABLES NOMBRES; PARA LOS DÉBILES ES LO INALCANZALBLE, PARA LOS TEMEROSOS LO DESCONOCIDO Y PARA LOS VALIENTES ES UNA OPORTUNIDAD…

Hace años por primera vez en este instituto iniciamos nuestro proyecto de vida, algunos veníamos de secundaria, primaria o incluso del kínder.

Comenzamos con una sensación de temor por no conocer a nadie, con ese temor con el que se llega a un nuevo lugar, a una nueva experiencia.

Hoy dejamos ese sentimiento atrás, transformándose en tristeza, en alegría, pero con seguridad para todos en esperanza, porque hoy es el día que nos toca encontrar nuestro propio destino.

Han sido años de esfuerzos, alegrías, tropiezos y éxitos, llenos de momentos que se quedan en el corazón; donde nos vimos crecer, enfermar, triunfar, fracasar, levantarse y en donde cada experiencia nos fortaleció en nuestras vidas.

Nos toca marcharnos, cerrar un ciclo importante, porque en la preparatoria es donde se aprende el verdadero significado de muchos valores como la amistad, el esfuerzo, la constancia, el compromiso del deber cumplido, de las alegrías y también las tristezas, pero sobre todo aprendimos a volar, a estar y convivir juntos, aprendimos de cada uno de nuestros compañeros, maestros y todas las personas que forman este gran equipo.

Porque prepas pueden haber muchas, pero lo que ha hecho especial esta etapa de nuestras vidas es que la vivimos en este instituto, el Instituto Santiago Galas con inigualables personas.

Algunos se fueron quedando en el camino, y los que llegamos estamos aquí gracias al apoyo incondicional de nuestros padres, a las exigencias de nuestros maestros y por supuesto a nuestro esfuerzo y dedicación.

Al principio veíamos lejos la hora de terminar, conforme pasaban los días e íbamos avanzando todo tomaba su curso, algunas materias se convertían en odiosas y tediosas, los exámenes eran más difíciles, los trabajos finales más extensos y las tareas más complicadas, pero hoy que terminamos gracias a la exigencia y motivación de los maestros que nos fueron formando, nos llenamos tal vez de esa sensación con la que comenzamos… El temor a una nueva etapa, por que este ciclo que da inicio en nuestras vidas es de los más importantes… la universidad.

Compartir estas experiencias con ustedes hizo que todo valiera la pena, porque se quedan los recuerdos, los amigos y los momentos que nos hicieron sentir.

Aprovechemos esta oportunidad para abrazar, reír, llorar, aclarar diferencias, para despedirse no con un adiós, sino con un hasta luego, para decirnos un ‘te quiero’,

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