JUEGOS DE HONOR

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CONCLUSION:

Coach Carter es una mezcla de película deportiva sobre básquet y una película de denuncia social que critica el sistema educativo estadounidense, haciendo mayor hincapié en este segundo aspecto. En este sistema educativo los alumnos que son excelentes jugadores obtienen becas deportivas que permiten entrar en la universidad a pesar de que su rendimiento curricular sea muy bajo.

Partiendo de la realidad que nos transversaliza: violencia entre y con adultos, sexo y embarazo adolescente, drogadicción, resistencia de la comunidad a los cambios surgidos en el ámbito escolar y el desprestigio del rol de los educadores, Juego de Honor nos permite un punto de vista singular y diferente al resto de otras películas del mismo genero, ya que es abordada desde el aspecto deportivo donde no solo existe la responsabilidad de asistir a clase, estudiar y obtener calificaciones sino que también existen presiones por conseguir buenos resultados. Presiones que pueden provenir de diversos lados. Pueden atribuírselas ellos mismos o presiones externas generadas por padres o directivos de la institución que sacan rédito de las victorias.

El director de la película, Thomas Carter, dice que una de las principales metas que se marcó fue la de evitar los clichés: "Quería mostrar el lado bueno y el lado malo del deporte estudiantil: el juego puede servir para que un chico se concentre en ver realizado su sueño, pero ese sueño puede ser también algo poco realista o corto de miras".

Consideramos importante destacar este fragmento de una entrevista y volcarlo a nuestra conclusión ya que las palabras del director reflejan claramente la tarea del entrenador. Ken Carter se convirtió en el guía ideal para estos chicos, supo estimular a un grupo de deportistas a que den prioridad a la educación sobre el básquet, a que vean más allá de sus sueños de ser basquetbolistas famosos y ganadores, y sueñen con un futuro de opciones y posibilidades interminables. Siempre tu

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