JUEGOS OLIMPICOS 2012

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Acabaron los Juegos. Tantos años esperando, preparando, dudando y casi sin darnos cuenta acabaron. Este artículo es una breve vista atrás de lo que he contado sobre los Juegos.

Hay que decirlo claro: nadie esperaba que Londres iba a poder albergar los Juegos. Asumíamos que iba a ser un caos, que los atascos de tráfico serían monumentales, que el sistema de transporte público no podría con el incremento de usuarios, que la lluvia lo arruinaría todo. Y luego estaba el tema de la seguridad, con portaaviones en el rio, misiles tierra-aire en las azoteas de las casas, y por si todo eso fuera poco la compañía encargada de la seguridad de los Juegos no había contratado suficiente número de gente, con lo que se movilizaron tres mil soldados para cubrir la seguridad. Y no olvidemos que la mayoría de gente que pidió entradas al principio se quedó sin ellas porque iban por sorteo y el cabreo era monumental.

Pero al final todo ha salido bien. No ha habido ningún susto de seguridad, el transporte ha aguantado, el parque olímpico ha sido fantástico y la ciudad se ha volcado en los Juegos. De hecho, tal ha sido la colaboración de todos que el centro de Londres estaba vacío porque todo el mundo evitaba usar el transporte, ir a zonas con gente… La colaboración ha sido espectacular.

Las ceremonias de inauguración y clausura fueron muy londinenses, y me refiero a que tuvieron cosas geniales y otras para olvidar. Lo curioso es que hables con quien hables su opinión de cuales son cuales es distinta. Igual que Londres, que es capaz de lo mejor y lo peor, que enamora a todo el mundo pero no por las mismas razones. Una ciudad excéntrica, heterogénea, humilde y a la vez arrogante, como el exceso de bandera en la clausura (algo muy poco británico).

En los Juegos pasan tantísimas cosas que cada uno tiene sus preferidas. Lo que a mi me ha llamado la atención es la cantidad de lágrimas. Dicen que estos Juegos han sido los que han habido más lágrimas en el podio. Inolvidable el Dominicano Félix Sánchez quien ganó los 400m lisos cuando ya todo el mundo lo daba por acabado. Y no sólo los ganadores. Las lágrimas de los medallistas de plata, y de los que no ganaron nada. Estos Juegos ya se han bautizado como los “Crying Games”, que se puede traducir como los “Juegos de las lágrimas”.

Otra imagen inolvidable es la de la lituana Ruta Meilutyte de 15 años quien ganó los 100m braza. Su imagen levantando los brazos a la grada totalmente sobrepasada por las circunstancias. Seguidamente le hicieron una entrevista en la BBC. Ella no dijo aquello de “no tengo palabras”. Simplemente no las tenía. Seguía mirando a la grada sin poder decir una frase entera.

Y finalmente la atleta de esgrima coreana, quien perdió la semifinal por un segundo y se quedó sentada en la pista, quizás a modo de protesta, quizás porque

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