LA FUERZA PÚBLICA EN EL POST CONFLICTO
repitin3222 de Noviembre de 2012
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Comienzo pues, diciendo de modo general que el conflicto viene a ser algo así como la incompatibilidad de intereses que refieren dos o más personas en tanto que el pos conflicto vendría siendo el resultado de los efectos colaterales que llega a experimentar el o los individuos que hicieron parte directa o indirectamente de tal experiencia. Algunas otras ideas que se han sugerido es que: ‘‘[el conflicto y pos conflicto] es generalizado, ó sea que también provoca un tremendo sufrimiento que afecta casi siempre la vecindad de los estados, lo que socava la estabilidad regional, siendo a menudo un factor que involucra los intereses de un poder lejano y las organizaciones internacionales, '' en otras palabras, ambos fenómenos incluyen no solo a quienes lo viven si no a muchas más personas e instituciones. Siendo estas últimas donde además se encuentra la Policía Nacional que como institución al frente de la seguridad y la convivencia pacífica de los colombianos no es ajena a tan difícil faena. Pero continuemos adentrándonos para contarles algo que no solo muchos ya saben sino que además han vivido en su propia humanidad; tal es el caso del conflicto interno del país que es un asunto de vieja data. Ya desde un siglo atrás según los abuelos se hablaba de la chusma, los patiamarillos y los pájaros quienes tenían la medrosa función de aterrorizar a la población, especialmente en las zonas rurales. Por algún tiempo y en nombre de los colores políticos (azul – rojo / Conservador y Liberal respectivamente) se dieron masacres, desplazamientos y desapariciones entre otras. Pero el tiempo transcurre y la violencia se mantiene, siendo en los años cuarenta y cincuenta cuando según los abuelos y otras fuentes de información (periódicos, radio etc.) empiezan a documentar el surgimiento de un nuevo grupo al margen de la Ley, se estaría hablando entonces de lo que hoy conocemos como la guerrilla quienes con los nobles ideales de quitarle a los ricos para darle a los pobres, tal fue el caso del extinto m19, ó la búsqueda de la equidad y justicia social y en otros casos organizados como estrategia para hacerle frente a un gobierno distanciado de las necesidades de los menos favorecidos y con unas fuerzas armadas acallando a plomo de cañón a una comunidad que luchaba contra los atropellos que alguna multinacional ejercía con violencia, según lo describe mágicamente Gabriel García Márquez en uno de sus novelas, como es “Cien Años de soledad ) . En fin, y así hasta nuestros días donde los ideales han cambiado abruptamente dejando entrever las ansias de poder de estos grupos, por así decirlo. Ah! Pero no podría finalizar es acápite sin mencionar a quienes hoy no son guerrilla pero tampoco fuerza pública, digamos entonces que tras la ineficacia del estado colombiano al ceder terreno rural en el conflicto, se crearon movimientos en contra de la guerrilla, llamados Autodefensas unidas por Colombia (AUC). Quienes inicialmente contaron con el apoyo económico y logístico de grandes empresas bananeras del Uraba Antioqueño, terratenientes, grandes hacendados y ganaderos del país; pero rápidamente se dejaron tentar por las ganancias que el narcotráfico generaba a quien lo ejerciera. Entablando una lucha frontal contra la subversión, pero no por los ideales políticos si no por el dominio de los terrenos donde se cultiva la materia prima para la fabricación de los alcaloides; realizando masacres de campesinos, indígenas, afro Colombianos y en general de quienes o estuvieran a favor o en contra de un grupo u otro, el hecho era adueñarse de esas tierras para sus propósitos delictivos, fuera subversión o paramilitarismo. Sin embargo, un par de años atrás el entonces gobierno nacional, logró realizar acuerdos de desmovilización con estos últimos grupos, algo que llevó a un pos conflicto y que como veremos más adelante no sólo ha dejado innumerables muertes, desorden social, relaciones tensas entre países vecinos. Si no que aunque sus cabecillas se encuentran extraditados en los Estados Unidos, al parecer desde sus centros de reclusión, siguen delinquiendo en el narcotráfico. El impacto social que actualmente se vive tras esta desmovilización es un recordatorio para realizar de verdad una política de resocialización a la vida civil de estos grupos armados. Toda vez que muchos de los integrantes de estos grupos se unieron a la lucha atraídos por el dinero fácil y el poder que el narcotráfico les brinda. Y al no querer perder este estatus se conformaron grupos al margen de la ley integrado en su mayoría por ex-paramilitares, haciéndose llamar Águilas Negras y luego uniéndose con narcotraficantes y conformando lo que hoy conocemos como Bandas Criminales (Las BACRIM). Dándole un giro al conflicto interno, trasladando el conflicto rural al urbano. Poniendo a prueba toda la capacidad de respuesta que la Policía Nacional tiene para afrontar este reto, el cual no solo es contra la subversión si no contra las denominadas bandas criminales. Pasando de ser grandes grupos delincuenciales a células pequeñas que hacen más difícil su desarticulación. Dentro de las medidas que el gobierno nacional asumió para exclusivas de la Policía Nacional. En este sentido, y observando todas las dificultades suscitadas a raiz de la reciente desmovilización en nuestra nación, además, con la esperanza de un nuevo cese al conflicto armado, cobra importancia determinar las opciones seleccionadas por los países exitosos en el pos conflicto, especialmente en lo inherente a la intervención de la fuerza pública; así pues, se opta por documentar algunos de los conflictos de los que la bibliografía referencia como importantes en la historia reciente y en los cuales ha tenido injerencia la fuerza pública; y cuyo conocimiento sugerirá algunos caminos a seguir por la Policía Nacional a fin de no repetir los errores de otros lugares; además, actuar con referentes exitosos extranjeros de tal suerte que se logre la consolidación de la paz en el pos conflicto que ahora se ve venir en Colombia. Para ello, hemos de considerar algunas experiencias extranjeras que de manera global han dado respuesta a aquellas personas que en su momento dejaron sus armas para regresar a hacer parte de la población civil. Se indica así que en la era post-apartheid, los programas de formación e intercambio organizados con el respaldo internacional y destinados a funcionarios públicos y líderes comunitarios continúan desempeñando su papel en el desarrollo de la capacidad de estas personas para representar y negociar los intereses de la comunidad en los foros políticos, al mismo tiempo que fomentan una mejor comprensión de las estructuras y de los procesos de las instituciones políticas. Los ejemplos no se limitan a Sudáfrica. Una labor similar se ha llevado a cabo en el Asia Meridional, en Centroamérica y en otras regiones del mundo, a menudo en aplicación de programas de buen gobierno y de fortalecimiento institucional . Pero no todo es una línea directa donde se marca un comienzo y un final pues según los reportes Angola volvió a la guerra en octubre de 1992, después de sólo dieciocho meses de paz. La reanudación de los combates, y la crisis humanitaria resultante, tomó por sorpresa a la mayoría de los organismos humanitarios. En poco tiempo, cerca de cuatro millones de angoleños necesitaron ayuda humanitaria de emergencia, cifra que casi se duplicó en el curso de 1993 y 1994. Se desarrollaban intensos combates por todo el país. La economía se hundió, las actividades agrícolas cesaron, los lazos comerciales se rompieron, los servicios sociales desaparecieron y las familias quedaron rotas. En marzo de 1993, el gobierno, que ya no tenía acceso a la mayor parte del territorio, pidió ayuda a las Naciones Unidas para hacer frente a la creciente crisis humanitaria. Los principales donantes y ONG solicitaron un mecanismo para coordinar la ayuda humanitaria. En este aparte Colombia que ha sido un poco celoso en el acompañamiento que algunos países vecinos han querido brindar, no está de por demás revisar porque si bien en el caso de la guerrilla la idea de que vengan otros países a apoyar el proceso es considerado como un acto de popularismo y reconocimiento de estos grupos como fuerzas beligerantes.
No es imprudente tenerlo en cuenta continuando con el caso de Angola Los organismos de la ONU se centraron en las cuestiones de "macro-nivel", como la logística o la seguridad, mientras que las ONG con la ayuda de las fuerzas policiales y militares sobre el terreno, se centraron en las cuestiones de "micro nivel", como el reparto de alimentos en pueblos y ciudades. Neutral políticamente e independiente operativamente de la Misión de Verificación de la ONU, la UCAH se pudo negociar además tanto con el gobierno como con el movimiento rebelde Uniao Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), para identificar a las poblaciones que más necesitaban la ayuda y obtener el acceso sin riesgos de los suministros de ayuda . Ahora bien, la enmienda de paz va mas allá de un acto de entrega de armas, se requieren desarrollar nuevas iniciativas así como nuevas investigaciones sobre mecanismos de justicia comunitarios alternativos que puedan complementar los servicios que ofrece el sistema formal; y el desarrollo de sanciones no privativas de libertad y adecuadas para evitar el posible crecimiento excesivo de la población penitenciaria que podría derivarse del fortalecimiento de la administración de la justicia penal. Un resultado imprevisto de este examen del sistema existente ha sido el fomento de varias reformas iniciadas en el ámbito local, especialmente en el sector penitenciario y que, en su mayor parte, han sido consecuencia de los intercambios de información entre las autoridades camboyanas
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