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LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA


Enviado por   •  24 de Octubre de 2013  •  3.156 Palabras (13 Páginas)  •  235 Visitas

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LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

1. Fases fundamentales de la investigación

Por “investigación científica” entendemos a una actividad que nos permite obtener un conocimiento científico, es decir, un conocimiento que procura ser objetivo, sistemático, claro, organizado y general, respecto a ciertos elementos de la realidad. El sujeto de la misma suele denominarse investigador, y a cargo de él corre el esfuerzo de desarrollar las distintas tareas que implica lograr un nuevo conocimiento. Nos toca ahora considerar los lineamientos generales de tal proceso, para poder luego encaminarnos hacia una visión más pormenorizada y concreta del mismo.

La labor investigadora, no será otra cosa que el desenvolvimiento concreto del acercamiento del sujeto hacia el objeto que se desea conocer, por un lado, o la confrontación de la teoría elaborada con la práctica correspondiente para crear a su vez nueva teoría, por el otro.

A partir de tal enfoque será posible distinguir en todo el proceso, que es en esencia una continuidad, algunas grandes fases o “momentos”, donde se va dando forma al camino concreto que debe recorrer el científico.

Existe un primer momento en que el investigador debe ordenar y sistematizar sus inquietudes, sus preguntas, y elaborar organizadamente los conocimientos que constituyen su punto de partida. Es el momento en que se produce la delimitación o distinción entre sujeto y objeto, ya que allí el investigador se ocupa por definir qué es lo que quiere saber y respecto a qué hechos. Igualmente puede considerarse como la fase en que se plantea explícitamente la “teoría inicial” de la que hablábamos, antes de partir hacia la verificación práctica. Es en este momento en que se plantean los problemas básicos de todo trabajo, donde hay que atender preponderantemente a la racionalidad de lo que formulamos y a la coherencia lógica de nuestro marco teórico. Por esta razones hemos adoptado la denominación de momento “lógico” para referirnos a esta parte inicial del proceso.

A partir de este punto el investigador debe tratar de fijar su estrategia ente los hechos a estudiar, es decir, debe formular un modelo operativo que le permita acercarse a su objeto y conocerlo tal cual es. Del mismo modo debe indicarse que, en este segundo momento, es preciso encontrar métodos específicos que permitan confrontar teoría y práctica. La preocupación mayor durante toda esta fase es la de elaborar sistemas lo más objetivos posibles de comprobación, y el nombre con que la designamos es, por todo lo anterior, momento “metodológico”.

Luego, ya elegidos los métodos o estrategias generales que han de servir para ejecutar nuestro trabajo, se hace necesario abordar las formas y procedimientos concretos que nos permitan recolectar y organizar las informaciones que habrá de proporcionarnos la realidad. A esta tercera fase la denominamos momento “técnico”, y desde un punto de vista más general no se distingue mayormente de la anterior; no obstante, por tratarse de trabajos considerablemente diferentes en la práctica de la investigación, hacemos la distinción que nos ocupa.

Finalmente, cuando el investigador ya dispone de los datos que le proporcionan los objetos en estudio, se abre una nueva fase, caracterizada por su propósito de realizar una nueva elaboración teórica, en función de esos datos disponibles. Se vuelve así de la práctica de la teoría, del objeto al sujeto, cerrando el ciclo del conocimiento, aunque no definitivamente, pues la nueva teoría alcanzada sólo podrá concebirse como un superior punto de arranque para el desenvolvimiento de nuevas investigaciones.

Estos cortes efectuados en la continuidad del proceso investigador son útiles para ver cómo los problemas epistemológicos generales reaparecen en la práctica concreta de la actividad científica. Pero no son todavía apropiados, por lo muy amplios y generales, para servir de guía a quien se vea frente a la necesidad de efectuar un trabajo de este tipo. Por tal motivo encararemos ahora la tarea de fijar etapas más específicas dentro del proceso.

2. Un modelo del proceso de investigación

Adoptando la descripción anterior como un punto de partida genérico, no ocuparemos seguidamente de delimitar las operaciones concretas que generalmente se realizan en todo proceso de investigación, para lo cual hemos confeccionado el esquema que proponemos al lector. Cabe advertir, aquí, que un esquema sobre las actividades que implica la investigación no pude ser más que una abstracción, una construcción teórica que intenta representar de algún modo los procesos de conocimiento que efectivamente se producen. Tal modelo no puede sino surgir de dos fuentes: por un lado, de la observación y sistematización de la práctica-científica que en diversos campos se realiza o se ha realizado; por otra parte, de la necesaria organización lógica de los contenidos que en la misma intervienen, de modo de construir un modelo coherente internamente. Visto lo cual se comprende perfectamente el carácter aproximativo que todo esquema de pasos posee, y se entienden mejor las discrepancias que –en los textos sobre el tema– se suelen presentar. Para evitar que el esquema que proponemos se interprete erróneamente, haremos además otras dos consideraciones previas:

1) Todo esquema sobre el proceso de investigación corre el peligro, especialmente para quien no ha realizado todavía labores prácticas de investigación, de convertirse en una especie de modelo formal restrictivo, en un molde rígido procedimental de corte casi burocrático. En realidad la labor científica es un trabajo donde la libertad y la creación cumplen un papel central: no hay, ni puede haber, ninguna receta que nos garantice un resultado positivo para nuestro trabajo por cuanto las dificultades y los imprevistos son tantos que impiden alcanzar una planificación completa del proceso. La práctica nos enseña que investigar es una tarea casi artesanal en la que es preciso unir el pensamiento riguroso a la imaginación, la disciplina de trabajo a la “inspiración” en dosis variables según las circunstancias. Por eso cualquier esquema que se presente no tiene más que el valor de una simple sugerencia encaminada de estimular el pensamiento sistemático, de una especie de indicación general que sólo pretende ser una guía para que el estudiante que se inicia en este campo pueda tener en cuenta los principales factores y aspectos que intervienen en el proceso.

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