LA NUEVA MONEDA EXTRANJERA

MONEDA EXTRANJERA

Las necesidades comerciales de un negocio no siempre quedan satisfechas con la compra de mercancías en la plaza donde opera, sino que en algunas ocasiones se hace necesario comprar en mercados del extranjero.

Estas operaciones del comercio internacional se llaman importaciones y se pueden realizar de dos formas:

1.- Al contado riguroso, es cuando el importador paga de inmediato al proveedor las mercancías.

2.- A crédito, es cuando el proveedor extranjero concede un plazo al importador para que le pague las mercancías.

Cuando se trata de compras en plaza del extranjero al contado, el costo de las mercancías será igual al precio en moneda extranjera convertido a precio nacional al tipo de cambio de la fecha en que se efectúa el pago, mas todos aquellos gastos que fueran necesario erogar por el traslado de la mercancía desde su lugar de origen hasta su lugar de destino.

Contablemente esta operación no presenta dificultad, ya que el precio de adquisición de mercancías mas todos los gastos que se hubieren efectuado, se cargaran a la cuenta de Mercancías en Tránsito; y, cuando éstas se hubieren recibido en  los almacenes del comprador, el costo total que hubieren obtenido, se traspasará haciendo un cargo a la cuenta de Almacén con crédito a la de  Mercancías en Tránsito.

Por el contrario, cuando estas compras se hacen a crédito, hay necesidad de registrar la recepción de las mercancías; y para la correcta valuación de éstas, habrá que considerarlas en su precio en moneda extranjera, convertido en moneda nacional al tipo de cambio de la fecha en que se hayan recibido.   Esto se hace por dos razones:

1.-  Para que, conocido el costo de las mercancías, se pueda establecer el precio de venta de las mismas.

2.- Para registrar en la cuenta del proveedor extranjero el importe del pasivo, tanto en moneda extranjera como su equivalente en moneda nacional.

El problema realmente se presenta cuando se liquida la mercancía, ya que en algunos casos, por el tiempo transcurrido entre la fecha de recepción y la fecha de pago, el tipo de cambio de la moneda extranjera en que se haya concertado la operación, pudo haber variado, favoreciendo o perjudicando al importador de la mercancía.  Por lo anterior es necesario un tratamiento especial para el manejo de las cuentas de proveedores extranjeros, pues en primer lugar se necesita conocer el monto de nuestro pasivo en divisas extranjeras convertidas en moneda nacional y, en segundo, determinar la utilidad o pérdida en cambios que dichas operaciones hayan significado al importador.

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