LA PARTICIPACION FAMILIAR

LA PARTICIPACIÓN FAMILIA

La familia puede ser comparada con la más importante empresa en la que todos estamos llamados a trabajar y de la que nunca nos habremos de jubilar, y es así porque mas allá de los lazos biológicos o físicos que nos unen a ella, se encuentran los vínculos espirituales que entrelazan nuestra existencia a la de otros seres con los que compartiremos un camino llevando el privilegio durante toda nuestra vida de llamarnos padres, abuelos, hijos, hermanos etc., quizá si nos esforzamos obtendremos otros títulos por ejemplo podemos ganarnos el título de amigos, lideres o jefes podemos también , obtener títulos profesionales o de propiedades y hay hasta quienes logran títulos de nobleza, los cuales se otorgan o pierden según diversas circunstancias, pero la duración de la titularidad familiar es mayor a las unidades de medida humanas ya que su tiempo no tiene límites, y tiene carácter de irrevocabilidad su finalidad es la trascendencia; y la explicación a esto es la presencia espiritual de nuestros familiares aun después de su muerte, ya que sus palabras, sus enseñanzas, valores y tradiciones permanecen en los suyos a través del tiempo. De ahí la importancia de trabajar para lograr la estabilidad familiar, su éxito depende del esfuerzo constante de sus integrantes: Los padres como primeros responsables, tienen la misión de fundar, construir y proteger su propia empresa, su trabajo es interminable y el nacimiento, motor y fin de su esfuerzo es el amor incondicional, ese amor que hará posible su función educadora, y que propiciará la formación de seres libres, únicos e irrepetibles integrantes a su vez de una sociedad.

El principal medio con el que cuentan los padres de familia para lograr que su familia viva con armonía y participe en la búsqueda del bien común es su ejemplo, se dice con frecuencia que un ejemplo vale mas que mil palabras y dentro del ámbito familiar este tiene un papel preponderante, ya que se educa con lo que se es, no con lo que se sabe ni con lo que se tiene, por lo tanto la mejor forma de enseñar y aprender a hacer es haciendo, este ejemplo empieza con la participación activa en los sucesos cotidianos, los quehaceres del hogar, la colaboración en las escuelas de los hijos, involucrándonos en los proyectos de mejora social de nuestra comunidad etc., la participación consciente en actividades de este tipo , reporta un punto de referencia valioso en la formación educativa de los hijos, y no sólo los favorece a ellos sino que a la vez favorece el desarrollo en los mismos padres de virtudes como el orden, la laboriosidad, la solidaridad, la responsabilidad, el optimismo y muchas mas cualidades que se logran al trabajar en la construcción participativa del bien común, se podría decir que el crecimiento que se genera a través de la participación familiar es tal, que permite que la educación se realice de

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