LA ÉTICA PROFESIONAL EN SU LABERINTO

LA ÉTICA PROFESIONAL EN SU LABERINTO

Partiendo de la base de la ética como disciplina filosófica estructurada en conductas valores y normas y un fin la felicidad; Conducidos bajo deberes y acciones aceptados como válidos en la sociedad, predicando la libertad y dejando al albedrio la conciencia individual frente al señalamiento colectivo de acciones catalogadas como malas o aceptables frente a la sociedad.

Muy distinto de la ética profesional debido a la complejidad de sus actores, son un conjunto de sujetos diferenciados por su intelecto y marco de trabajo al resto de la población en general.

Esta diferenciación los hace participes de diversas problemáticas según el autor, el ser sujetos de moral, estar sujetos a deberes y derechos de la ética, y ser objeto de la constitución y de entidades disciplinarias. Frente a estas problemática vale la pena responder los fuertes cuestionamientos que hace el autor sobre la abogacía entre ellos, medio de subsistencia, medio de trabajo, carácter vocacional, conducto de felicidad, placer e eficiencia entre otros.

Es inevitable no sentirse cuestionado y preguntarse el por qué real y verdadero del ser abogada, pienso firmemente que la elección debe ser por vocación, por pasión; es una elección para toda la vida, de lo contrario el ejercicio de la profesión no tendría el verdadero goce y satisfacción que se necesita de hecho la falta de esto puede ser la causa a los miles de abogados sancionados, desempleados y pocos exitosos de la actualidad.

Estamos para velar por los derechos de los demás, la falta de eficiencia y compromiso podría destruir fácilmente la vida de una persona que brindo su confianza en nuestros conocimientos. En la actualidad el mundo postmodernos nos exige cada día mas, en la actualización de nuestros conocimientos, el ejercicio independiente y solitario del abogado esta de recoger, se necesita un trabajo colectivo y una buena relación con nuestros clientes, el racismo y la falta de humanización no caben en la profesión, la verdadera riqueza no se encuentra solo en el placer individual sino en satisfacer con actos de bondad y solidaridad a las demás personas y que afortunados somos al participar en ello.

El desafío es ser un buen ser humano, provisto de buenos valores, amar la profesión y ser feliz, ya que si estoy feliz con mi vida y con mi profesión no habrá límites.

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