LACTANCIA MATERNA Y OBESIDAD

LACTANCIA MATERNA Y OBESIDAD

Se establece que la lactancia materna debe ser exclusiva hasta los seis meses de vida, cuando se podría empezar a utilizar la alimentación complementaria. La lactancia materna exclusiva hasta antes de los seis meses, representa uno de los factores de riesgo más importantes para la obesidad y sobrepeso en los pacientes pediátricos.

Muchas madres comienzan a darle otro tipo de alimentos a los niños antes de tiempo, como por ejemplo coladas, sopas, y demás preparaciones que consideran que les va a permitir desarrollarse mejor. Esto es debido a creencias que vienen desde sus antepasados. Otras madres, sin embargo, debido a falta de tiempo por trabajo u otras actividades, no pueden estar todo el tiempo con los niños, por lo que el encargado de cuidarle muchas veces lo alimenta con leche suplementaria.

Se cree que la causa por la que la lactancia materna ayuda a evitar la malnutrición (obesidad y sobrepeso), es porque contiene diversas hormonas, entre ellas leptina y ghrelina, que según estudios recientes estarían implicadas en la regulación del crecimiento y desarrollo durante la infancia. Estas hormonas también podrían influir en la regulación del equilibrio energético, es decir de todos los procesos de degradación y síntesis de nutrientes para la producción de energía (metabolismo), tanto en la edad pediátrica como en la adulta.

Un déficit de estas hormonas ocasionado por el indebido consumo de leche materna, podría conllevar a un desequilibrio metabólico, lo que ocasionaría obesidad y sobrepeso infantil, y predispondría al infante a sufrir en su edad adulta enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión y síndrome metabólico.

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