LAS INTERRUCIONES EN EL SALON DE CLASES

Los problemas y las interrupciones en el salón de clase no sólo frustrantes para el maestro

Los problemas y las interrupciones en el salón de clase no sólo frustrantes para el maestro, si no que pueden causar estragos en el aprendizaje y predisponer de un mal modo a todos para el resto del día. Estos problemas van desde niños que se resisten a permanecer quietos, hasta los que gritan, patalean y molestan al resto de sus compañeros. El hecho de saber algunos métodos alternativos para poner en práctica cuando surja este tipo de comportamiento, te permitirá crear ambiente educativo positivo y formar un grupo unido basado en el respeto mutuo.

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Establece reglas para la clase

Los estudiantes necesitan una explicación clara de cuáles son las reglas y de qué es lo que se espera de ellos en el salón, desde el primer día de clases. Estas reglas pueden incluir: levantar la mano antes de hacer preguntas, permanecer en su lugar y escuchar cuando los demás están hablando. El establecimiento de normas y directrices de comportamiento dan tono al ambiente de la clase y crean constancia y seguridad. Esto además, les permite a los niños comprender de madera coherente de lo que está por venir en sus clases diarias. Los estudiantes aprenden con el ejemplo, así que maestros, padres y compañeros pueden convertirse en modelos a seguir para todos ellos. La práctica repetitiva de este comportamiento refuerza diariamente las reglas internas del aula.

Mantén un ambiente positivo para el aprendizaje

Un aula feliz es aquella en la que todos los presentes, incluyendo estudiantes y maestros son respetados, donde cada uno se siente bien acerca de sí mismo y donde el entorno es cómodo y se disfruta. Esto se logra sólo cuando profesores y estudiantes interactúan con frecuencia, mantienen abiertas las líneas de comunicación y conocen sin juzgar, los gustos, disgustos y aficiones de los demás. Los profesores deben estar atentos diariamente a la respuesta de los estudiantes a fin de determinar si están siguiendo las lecciones, si están interesados en la lección o si se han cansado y aburrido. Basándote en esto, ajusta y modifica la formas de presentar las lecciones y consigue la participación de los estudiantes para determinar cuando es necesario cambiar las cosas. Mantener la comodidad física en el aula es también muy importante. Los profesores pueden hacer esto mediante el uso de carteles llamativos, tapices especiales, almohadas y sillas cómodas en un área designada. Monitorea el ambiente a menudo y añade elementos que ayuden a los estudiantes a estar a gusto y a cumplir con sus tareas.

Detecta los posibles problemas de conducta

Ponte atento a los estudiantes que han estado manifestando problemas de comportamiento. ¿Acaso se apartan de los demás? ¿Tienen cambios de humor? ¿Están escuchando? Al mantener abiertas las líneas de comunicación con el estudiante, quizá puedas eliminar los problemas potenciales a largo plazo. Una vez que detectes los problemas específicos, los niños pueden ser canalizados para que reciban ayuda adicional. Esta medida requerirá la ayuda de otros miembros del personal que tengan habilidades especiales de educación, lo mismo que de los padres y el director. Al responder con rapidez, las conductas problemáticas pueden mantenerse al mínimo.

Recompensa el buen comportamiento

El comportamiento negativo es a menudo identificado y canalizado, pero reconocer y recompensar la conducta positiva de un niño es fundamental para que se mantenga, explica Child Welfare League of America. A los niños les gusta recibir elogios y reconocimiento, además de que al hacerlo se les anima a repetir la conducta positiva. El establecimiento

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