ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Agricultura


Enviado por   •  3 de Junio de 2014  •  1.725 Palabras (7 Páginas)  •  196 Visitas

Página 1 de 7

La agricultura y el comercio

Baja aquí el archivo:

Mesoamérica y la cultura azteca ícono PPT

preparado por el Museo Chileno de Arte Precolombino, con mapas e imágenes para aprender más sobre la civilización azteca.

Los aztecas, en un principio, basaban su subsistencia en la caza y la recolección. Pero al instalarse en el lago Texcoco, tuvieron que aprender a cultivar el maíz y otros productos, los cuales se convirtieron en la base económica de su imperio. Para esto, y considerando que vivían en una isla, desarrollaron un sofisticado sistema que permitía generar superficies de cultivo: las chinampas. Estas se construían a partir de unas balsas de madera que flotaban en el lago, las cuales eran rellenadas con barro y ramas. Para anclarlas al fondo, se plantaban arboles de rápido crecimiento que llegaban al fondo y echaban raíces. Los productos cultivados incluían maíz, porotos, ají, calabazas, pimientos y tomates. Entre cada chinampa quedaba un espacio, por donde navegaban las canoas con sus productos. Algunas de estas se siguen utilizando aun hoy.

Otra faceta muy desarrollada por los aztecas fue el “comercio exterior” que permitió la obtención de recursos exóticos y valiosos que servían como objetos de lujo y prestigio para las clases más altas. De este modo, los comerciantes lograron acumular sus propias riquezas, lo que les otorgó bastante poder, hasta llegar a ocupar cargos importantes dentro del imperio. El comercio jugó también un papel fundamental en la formación e integración del imperio.

Para las actividades comerciales se estableció un medio de cambio estandarizado: las semillas de cacao, que eran usadas como dinero. Estas se usaban en montones de 20 o en bultos de 80.000 piezas. Valores más altos eran reemplazados por mantas de algodón o cañas de plumas rellenas de oro.

Cuando los aztecas comenzaron su expansión, tuvieron acceso a grandes extensiones de tierra, las cuales trabajaron a gran escala usando el sistema de tala y roza. Al acceder a estas cantidades de tierra, el estado comenzó a entregarlas como premios. Así nace la propiedad privada, ya que antes la tierra pertenecía al calpulli, y era repartida entre sus miembros para ser trabajada. Ahora, los miembros de la nobleza tenían tierras propias que eran explotadas por esclavos o ciudadanos comunes, generando una gran cantidad de recursos y enormes riquezas. Esta fortuna permitió acumular, a modo de tributo, grandes cantidades de productos al gobierno, el cual pudo financiar enormes obras públicas y guerras de conquista.

El arte azteca

En la sociedad azteca, la escultura en piedra alcanzó un gran desarrollo e importancia. A través de ella se representaban especialmente dioses, y los gobernadores o personas importantes en estelas usando la técnica de bajo relieve. También se fabricaron objetos más pequeños, como máscaras con incrustaciones de piedras y conchas, así como hermosos cráneos de cristal. Otra forma de expresión era la pintura. Esta se presenta en todo su esplendor en murales, códices y cerámica.

La alta calidad de los trabajos aztecas impresionó a los conquistadores. Sus trabajos de orfebrería, con plumas de aves exóticas, los tejidos, la alfarería, el uso de piedras preciosas dieron origen e hermosas piezas que eran utilizadas para honrar a los dioses y darle poder a los grupos dirigentes.

La organización social de la población azteca

Los aztecas pasaron rápidamente de una sociedad igualitaria, a una altamente estratificada. El núcleo de organización social, llamado calpulli, era una especie de clan que reunía a todas las personas que descendían de un antepasado mitológico común. Vivían en un mismo sector dentro de la ciudad, pero en un mismo calpulli existían distintas clases, algunas más poderosas que otras, y estaban bajo el mando de un jefe que repartía las tierras agrícolas que les correspondían para el cultivo.

1. La clase dirigente era la nobleza, que a través del tiempo fue aumentando su poder, separándose cada vez más del ciudadano común. A la cabeza del Imperio se encontraba el tlatoani (“el que habla” en lengua nahuatl), quien era elegido por un consejo y tenía en sus manos el poder político, religioso, económico y militar. Después del gobernante y su familia, estaban los guerreros –quienes tenían un gran prestigio–, los sacerdotes y funcionarios civiles.

2. Los mercaderes, quienes fueron enriqueciéndose con la venta de objetos de lujo y de prestigio como el jade, el cacao, las plumas de aves exóticas, el oro, entre otras cosas, ocupaban un lugar de importancia. No estaban regulados por el estado y hacían largos viajes para vender y comprar productos. Además de abastecer a la nobleza de objetos valiosos, actuaban como espías y eran los primeros en entrar a los nuevos territorios.

3. Pequeños comerciantes y artesanos, disfrutaban, en general, de algunos privilegios que no tenían los ciudadanos ni campesinos comunes. No tenían que trabajar en la construcción de obras públicas ni servir a la nobleza, sino que desarrollaron oficios independientes y tributaban con los productos que manufacturaban. Los artesanos eran muy valorados por la nobleza, que les pagaba altas sumas por sus productos. La mayoría no era de origen azteca, sino tolteca, portando la rica tradición teotihuacana. .

4. El pueblo era la principal fuerza productiva. Se dedicaban a la agricultura, a la construcción de obras públicas y debían entrar al ejército cuando se les indicara. A cambio recibían –al cumplir la mayoría de edad– un terreno para cultivar y tenían derecho a una vivienda familiar.

5. Los tlatlacotín eran una especie de esclavos, en general mujeres y niños cautivos de las guerras, delincuentes o personas que se vendían a sí mismas. Su vida estaba al servicio de un amo, pero podían recuperar su libertad si pagaban

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (11 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com