La Aventura De Ser Maestro

La aventura de ser maestro.

“Nadie nos enseña a ser profesores y tenemos que aprenderlo nosotros mismos por ensayo y error”. Y en efecto, a lo largo de estos años estudiando la Licenciatura en Educación Preescolar, me he percatado que cada experiencia vivida en mis acercamientos a los diferentes jardines, han venido conformando mi identidad profesional, así como también dándome la oportunidad de conocer diferentes ambientes, formas de trabajo y por consiguiente diferentes maestros. Algunos muy comprometidos con su trabajo, otros no tanto, por ello comparto la idea del autor, él dice que “se debe escapar de la rutina y convertir cada clase en una aventura y en un reto intelectual, preocupándose por entrelazar el pensamiento con el sentimiento”, ya que para que un maestro brinde un buen servicio deberá comulgar con el ejemplo.

Como una problemática que muy constantemente se viene presentado en diferentes tipos de familias y/o sociedades es la subestimación del niño y sus saberes, por ello el maestro tiene la obligación de acercarse con cada uno de los niños que son puestos a su cuidado, creando un sitio en el cual se le pueda dar tiempo y espacio para que aprenda a cultivar sus relaciones personales.

Logrando ello el niño comprenderá que en el aula de trabajo se convertirá en el espacio perfecto para ser valorado, sorprendido y motivado, pues al permitirle ser autónomo y capaz de tomar sus propias decisiones, él tendrá la facilidad de ir desarrollando con mucha más fluidez sus competencias tanto didácticas como para la vida, propiciando siempre una atmósfera de investigación, en la cual no sólo se abra un solo canal de comunicación; (emisor-receptor) sino que tanto alumnos como maestro estén dispuestos a aprender uno del otro.

“El objetivo es ser maestros de humanidad, pues lo único que de verdad importa es ayudar a los demás a comprenderse a sí mismos y a atender el mundo que les rodea”. Ello quiere decir que debemos rescatar el valor humano del conocimiento, pues todas las ciencias tienen su origen en el hombre y antes de aprender la respuesta es necesario rescatar la pregunta original e inquietudes, pues de esa forma le hemos de dar valor a lo que hay que aprender. No sólo se trata de ir dando soluciones, sino que ellos mismos experimenten y encuentren sus propias respuestas, de esa manera se pretende desarrollar un sentido crítico, analítico y de investigación; mismo que lo vaya llevando a descubrir realmente cual es el valor de lo que se va aprendiendo obligándole de manera implícita a pensar.

Cómo docente es necesario hacer reflexiones constantes del proceso educativo, (antes, durante y después de la práctica) ello con el fin de ir mejorando día a día el hacer docente, con prácticas que den sentido y aporten a cada niño nuevas estructuras y saberes a partir de experiencias previas.

La renovación pedagógica

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