La Concepción de Seucy
locotropo22Resumen9 de Marzo de 2014
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La Concepción de Seucy
En la concepción de este personaje intervienen tres elementos: Las Pléyades, el agua y la anaconda.
Las Pléyades
Esta constelación se encuentra varias veces en el relato, y sobre todo en el nacimiento de Seucy, en los nombres de Meenspuin y Seucy, y el del lago Muypa, los tres relacionados también con lo divino y la fecundidad.
En los mitos también aparece encarnada en una mujer: Meneriyo. Ella fue fecundada por su hermano Abe, la luna, y tuvo un hijo llamado Warimi, héroe de ese mito, así como Meenspuin fue embarazada por Pinon, su hermano, la Anaconda. En los mitos también aparece Romi Kumu, la mujer chamán, relacionada con la constelación. Pues ella tenía una vasija con cera de abejas, gracias a la cual, aunque de noche fuera vieja y fea, de día volvía a ser joven si se la untaba en la cara. Sus hijos, ansiosos por obtener la cera, la persiguieron por todo el mundo hasta el oriente, donde ella se la entregó, y subió al cielo para transformarse en las Pléyades.
La razón por la que esta constelación es tan mencionada, es porque sale por el oriente, se eleva en el firmamento después del ocaso a fines de septiembre, y antes del amanecer a finales de marzo. En ambos casos anuncia la migración de los peces, la temporada de cosecha, y de maduración de los frutos de palma, y por consiguiente, el tiempo propicio para los rituales de iniciación. Por eso, así como nosotros las vemos como "las siete cabritas", las tribus del Vaupés las ven como un conjunto de frutas de palma. Por lo tanto, el lago Muypa, Seucy y Meenspuin, están tan relacionados, como en los mitos Romi Kumu y Meneriyo, con las frutas y las Pléyades, lo femenino y la fecundidad.
El agua
El agua tiene una gran cantidad de significados. En la leyenda aparece muchas veces, pero como todos los demás componentes, de manera muy sutil; camuflada; tanto que a veces los pasajes en los que aparece no tienen ningún sentido para quien no está al tanto de la tradición cultural de la selva.
Hay que decir que en toda la selva del Amazonas – no sólo en el Vaupés – el agua está relacionada con animales como el tapir y con los peces, que son considerados símbolos de la fuerza femenina. Pero también con la Anaconda Ancestral, llamada con muchos otros nombres como Anaconda Canoa, Anaconda Je y Anaconda Palo-de-mandioca.
La importancia del agua en las culturas de la selva es innegable cuando parte de la supervivencia depende de la navegación y la pesca, y donde se encuentran tantos ríos que posibilitan alguna de estas dos cosas. Por lo tanto, no es raro encontrarlo como símbolo de vida, de regeneración. Pero tampoco es extraño encontrarlo como símbolo de muerte. ¿A qué se debe esta dicotomía?
Bueno, para las culturas del Vaupés el Paraíso se sitúa en el fondo de las aguas, en la parte inferior del gran río que rodea como un anillo vertical la tierra, que es plana como una torta de cazabe. En ese pasaje inframundano, las estrellas y los dioses duermen antes de hacer su recorrido por el cielo – que es la parte superior de ese mismo río. Como ejemplo está un mito letuama – arawak -, en el que Yurupary acompaña al Sol en su recorrido, navegando por la parte celeste de este río que envuelve al mundo.
Claro, en la leyenda no aparece nada de esto, pero sí se ven algunas referencias. Es por eso que algunas de las muertes que suceden en el relato están relacionadas con el agua, como el suicidio de Curán – esposa de Caminda -, el de Diadue – seductora de Ualri -, y como la desaparición de Dinari – madre de Pinon.
En resumen, la leyenda nos refiere a las creencias del habitante amazónico en general, según las cuales, del agua vienen todos los hombres y a ella han de retornar. Así como para los cristianos es la tierra, cuna y sepulcro "polvo eres y en polvo te convertirás".
La anaconda
El nombre de Pinon es "serpiente". Es un personaje poblador, encargado de continuar la especie humana, al fecundar a las Tenuina y a las Bianaca. Por todo esto se relaciona con la Anaconda, que aparece en gran cantidad de narraciones del Amazonas. Como ejemplo, el mito de A’sha (mito kabiyari, de los Arawak), o el de Anaconda Canoa (mito taiwano, de los Tucano). Ella llegó al continente americano en tiempos inmemoriales, por las bocas del río Amazonas, y navegó hasta llegar al río Vaupés. La versión kabiyari cuenta que se fragmentó poco a poco y de esos pedazos nacieron las diferentes tribus. La versión taiwano, en cambio, dice que era una larga embarcación, y que llevaba a todos los hombres, sentados desde su cabeza hasta su cola, según el estrato social y político al que pertenecían. Y en otros mitos, que no hablan del origen de las tribus sino de Yurupary, la mencionan como "la madre de los peces", "la madre de las aguas", porque es capaz de producir peces con su cuerpo, y porque, donde ella está, es como si "creara" agua. Entonces queda claro que los peces, la anaconda y el agua están estrechamente relacionados.
Pero la importancia de la anaconda no termina en el mito de origen del hombre, que ya es bastante, sino que también está en la parte ritual. Está relacionada con los instrumentos de Yurupary, que son vistos como jaguares y anacondas, y el sonido que producen al tocarlos es el rugido de ellos dos.
La Anaconda es considerada como la Madre de los Ríos, y así es como aparece en la leyenda. La importancia que tiene como representación de los ancestros míticos se explica porque conjuga los tres espacios del Cosmos, el agua, la tierra y el cielo. Cada vez que cambia de espacio también cambia de forma, y por esto es también la Dueña de los Predadores, además de ser la Madre de los Hombres. Así, según la forma que tome, se le conoce con diferentes nombres: la Anaconda de Tierra es también un Jaguar (Yeba, palabra que también significa tierra); la Anaconda de Agua es también llamada Anaconda Pez, y la Anaconda de Aire es así mismo un águila, llamada también águila - jaguar.
Como reptil, es sabido que muda periódicamente su piel. Esto la universaliza respecto de otras mitologías, en las que podría decirse que es la Dueña del Tiempo, pues al cambiar de piel es como si renaciera, como si reencarnara, como si retara al Tiempo y a la Muerte.
Concepción de Yurapary
Aquí aparecen cuatro elementos: Seucy, el Sol, el fruto de pihycan y los monos.
Seucy: la Virgen Madre
Es importante comenzar con lo que ocurre con este personaje en el relato. Pues, si es cierto que es hija de Meenspuin y de Pinon, ser fecundada por el sol no puede ser un golpe del azar. Tiene que ser una situación predestinada. Ella viene de los dioses, y por lo tanto, ¿qué vientre, si no el suyo, es el más propicio para traer al mundo al hijo del Sol?
Muchos pensaríamos que este pasaje de la virgen que queda encinta por un fenómeno sobrenatural viene del cristianismo, en el cual, la Virgen María, Madre de Jesús, queda encinta sin haber "conocido varón". Pero tenemos un hecho parecido en el budismo, en el que Maia, madre de Buda, es tocada en el vientre por la trompa de un elefante blanco, y queda embarazada. Pero a lo que se refieren estas mitologías, es a un ser asexual y completo que se divide en dos opuestos, sexuados e incompletos.
Lo vemos en el génesis, cuando Adán fue creado a imagen y semejanza de Dios, porque Dios no tenía sexo; por lo tanto, él tampoco. Cuando Dios le sacó la costilla para crear a Eva, él perdió la asexualidad. Se dividió, y fue después de eso que conoció el pecado. Porque simplemente ya no era uno, sino dos. Cuando el ser es uno, todo está bien. Su pensamiento no se confronta con otros. Pero cuando son dos, lo que uno es, piensa, siente, siempre va a tener una contraparte, una antítesis. Entonces lo que le sucede a María es sólo una repetición de lo que sufrió Adán.
La asexualidad simboliza unidad, y la unidad, pureza. Cuando Adán se divide, descubre la dualidad, la contradicción. Descubre el bien y el mal. Este descubrimiento es de tal magnitud que como consecuencia, Adán y Eva son desterrados del Paraíso.
Pero este fenómeno de la asexualidad aparece también en otras culturas, no sólo en mitos indígenas, ni en el cristianismo, sino en el budismo, el Islam, e incluso la alquimia. Y no está de más decir que ninguna está copiando a la otra.
Empecemos por China, con el taoísmo. El tao, raíz y pilar de esa religión, se compone del yin y el yang, principio masculino, activo, y principio femenino, pasivo. En la India encontramos a Ardhanarisha, dividido en Shiva (masc.) y Shakti (fem.). Y en la mitología griega encontramos a Hermafrodito, hijo de Hermes y Afrodita (de ahí el término tan usado). En la alquimia aparece el andrógino compuesto de andros (hombre) y ginos (mujer). Se supone que así era el Hombre originalmente, y eso lo hacía perfecto y armonioso, hasta que Dios lo cortó por la mitad, dividiéndolo en hombre y mujer. La alquimia entonces era en realidad un medio para que los seguidores intentaran recuperar esa perfección perdida.
En fin, el hombre de todas las culturas procede del mismo Dios asexual que lo ha creado a su imagen y semejanza. Luego, ha tenido que dividirse, y por consiguiente, volverse incompleto, e imperfecto. Entonces, de ser andrógino, e inmortal como el Dios, se divide en hombre y mujer, mortales.
El símbolo de la virgen, nos deja pensando cómo es posible que en culturas tan diferentes, como China, la India, los hebreos, Grecia, y por supuesto el Amazonas americano, exista esta misma figura mítica. ¿Cómo es
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