La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 establece que la educación es un derecho humano básico. Y el artículo 28 de la Convención de los Derechos del Niño de 1989, lo reafirma, donde los Estados participantes reconocen el derecho de

Inclusión Educativa

La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948  establece que la educación es un derecho humano básico. Y el artículo 28 de la Convención de los Derechos del Niño de 1989, lo reafirma, donde los Estados participantes reconocen el derecho del niño a la educación en condiciones de igualdad de oportunidades.

Una educación para todos implica ser proactivos en derribar las barreras que algunos grupos de personas encuentran al querer que no todos accedan a las oportunidades educativas. Donde nosotros tendríamos que ser capaces para identificar los recursos de la comunidad y la del país para poner en acción los planes para la eliminación de estas barreras.

Debemos construir una sociedad activa y responsable, para que esta sea el motor del cambio de la sociedad encaminándonos para llegar a ser respetuosos con la diversidad humana.

Para poder entender sobre la inclusión, primero debemos saber lo que realmente es la diversidad, y esta no es más que la característica del ser humano que nos hace diferentes, ya sea por nuestra manera de pensar, nuestra sociedad y las circunstancias en las cuales nos vamos desarrollando, como la cultura, la educación y algunos factores. También depende de nuestras capacidades intelectuales, motrices, etc.

Nosotros vivimos en una sociedad donde hay un sinfín de personas diferentes, diversas, que tienen otras necesidades de educación, y estas se darán a lo largo de su vida o solo serán transitorias. Pero con el paso del tiempo para ellos será normal y cotidiano. Es aquí donde podemos tomar ejemplo de un aula de clase, donde cada niño es distinto a otro, y que nosotros los maestros debemos y tenemos la responsabilidad de brindarle a cada niño todos los medios posibles para una educación de calidad y personalizada, ya que cada uno aprenden de diferente manera y tiene distintos tipos de inteligencia.

Si las personas adultas aceptáramos la diversidad en el ser humano, sería de gran ayuda en la educación, ya que así formaríamos personas capaces de aceptar a otras respetando sus diferencias, siendo empáticos para que se preocupen por las personas que viven en su comunidad.

Para que este nuevo modelo de educación funcione deberíamos empezar por cambiar la forma de pensar de muchas personas, y hacerles entender que los niños con alguna necesidad de educación especial puede ser incluido e aulas regulares, o centros especializados para cada dificultad que presenten. Pero para esto es necesario romper de una vez las barreras porque este es la principal traba para que esta educación no pueda funcionar al 100%.

Deberíamos comprender que el objetivo principal de la inclusión es la igualdad y que inclusión no es lo mismo que integración. Para esto padres, maestros y el gobierno, deberíamos trabajar en conjunto. Con nuevas currículas, compromiso y preparación, para que este sea un aprendizaje para toda su vida y se puedan desarrollar como los demás ciudadanos, donde todos tengamos la oportunidad de luchar por nuestras metas y sueños.

Es muy penoso saber que en el Perú, son pocos los centros educativos que cuentan con una curricula inclusiva o con una infraestructura adecuada para poder dar educación a todos, sin discriminaciones, pero yo sé que con el apoyo y compromiso de cada una de las personas que queremos que esto sea una realidad se podrá cumplir, pero hay que marcar parámetros para ir avanzando poco a poco hasta llegar al objetivo.

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