La Fundación Instituto Botánico de Venezuela para la Estrategia Nacional
21478Informe1 de Octubre de 2013
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ÍNDICE
Introducción Pag.03
El Araguaney, Jardines Botánicos, Diversidad y Endemismo. Pag.04-05
La Flora del Súper páramo venezolano y sus relaciones Pag.06
Ave del Paraíso Pag.07
El Bucare Pag.08
El pepino de culebra Pag.09
Los Grandes Helechos Pag.10
El Moriche y el Morichal Pag.11-12
Riqui-riqui áureo Pag.12-13
El Samán Pag.13-14
La Superba del Orinoco Pag.15-16
Conclusión Pag.17
Anexos Pag.18
INTRODUCCIÓN
Aún cuando Venezuela es reconocida como una de las zonas de mayor diversidad de plantas, llegando a ser ubicada en el puesto 7 a nivel mundial, no se conoce el número exacto de especies existentes en el país. En los años 80, el investigador Julián Steyermark sostenía que nuestra diversidad vegetal oscila entre 20 y 30 mil especies de plantas. En un estudio elaborado por la Fundación Instituto Botánico de Venezuela para la Estrategia Nacional para la Diversidad Biológica se reconocen la descripción de 15.353 especies de plantas vasculares (helechos, palmas y plantas con flores).
El estudio realizado por el Instituto Botánico mostró que quedan muchas áreas - geográficas y temáticas - para el trabajo de los botánicos en el país.
• Una de las regiones menos conocidas es la Cordillera de la Costa, donde se ubican Parques Nacionales como Henri Pittier y San Esteban.
• Sólo se han publicado la Flora de cinco estados (Amazonas, Bolívar, Delta Amacuro, Nueva Esparta y Táchira) y de dos Parques Nacionales (Morrocoy y El Ávila).
• Las principales publicaciones sobre el tema, apenas cubren el 35% de la Flora del país
El Araguaney, el árbol de Venezuela
El Araguaney, símbolo nacional de Venezuela, se declaro Árbol Nacional el 29 de mayo de 1948, inclusive dándole más notoriedad, con la declaración del día del Árbol, en honor al mismo, a celebrarse, el último domingo del mes de mayo.
Es un Árbol autóctono, planta de la familia de las Bignoniáceas, su nombre tiene origen indígena Caribe, describe a varias especies del genero Tabebuia, siendo la chrisantha la especie emplema. Con alturas entre los 6 y 12 metros.
La figura de su tronco es recta, en forma de cilindro, y de aproximadamente 6º centímetros de diámetro. Su hábitat natural, son bosques secos, bordes de sabanas, valles, lugares áridos, e inclusive en alturas de 1.200 metros sobre el nivel del mar.
Su flor, razón por la cual es famoso este árbol, es de un tono amarillo fuerte, vistoso, que le da al árbol un aspecto frondoso, y un paisaje espectacular en su esplendor. La floración se dan los meses de Febrero a Abril, al comenzar las lluvias cuando las semillas están ya maduras para florecer, esto permite que germinen en mayor cantidad las semillas, ocasionando un espectáculo amarillo visual por varios días.
Su madera es de mucha utilidad, siendo utilizado en postes de electricidad, e inclusive para la base de los rieles de ferrocarriles. Chrisantha, el nombre de origen griego del Araguaney, significa “voz de oro”, siendo el Araguaney, la “voz de oro” que representa a la flora venezolana.
Jardines Botánicos: Una de las herramientas fundamentales para el conocimiento y la conservación de la Flora de Venezuela son los jardines botánicos y el recurso humano asociado a ellos.
En Venezuela existen 16 de estas instituciones, siendo los más importantes, el Jardín Botánico de Caracas, el "Dr. León Croizat" en Coro, “Orinoco" en Ciudad Bolívar, "Parque Natural Paramillo" en San Cristóbal, y el de Mérida.
Sin embargo, muchos de ellos no cuentan con los recursos económicos y humanos para un óptimo funcionamiento.
Diversidad y Endemismo: Los mayores esfuerzos en pro del conocimiento de la Flora de Venezuela, han estado concentrados a la región de la Guayana, que incluye los estados Bolívar y Amazonas, donde además se encuentran la mayor cantidad de especies endémicas, es decir, que no se encuentran en ningún otro país del mundo.
Guayana: 9.500 a 10.300 especies, con 2.136 endémicas
Andes: 4.500 a 5000 especies, aprox. 506 endémicas
Cordillera de la Costa: 3.000 a 3.500, aprox. 247 endémicas
Más del 15% de la flora de Venezuela es endémica, lo cual corresponde a 1,1% de la flora mundial.
La Flora del Superpáramo venezolano y sus relaciones
Fitogeográficas a lo largo de Los Andes: En Venezuela, la última franja de vegetación en los Andes, por encima de los 4.000 m s.n.m. es el denominado Superpáramo. Su
Tapiz vegetal es discontinuo y dominan las caulirósulas, cojines y hierbas en macoyas. Difiere florísticamente de los colombianos por la presencia exclusiva de Coespeletia. Junto con una revisión de la historia y posible génesis de su flora aportamos un catálogo
Florístico en el que se registran 234 tasa pertenecientes a 119 géneros agrupados en 38 familias.
Partiendo de éste analizamos su composición taxonómica y sus relaciones florísticas a lo largo de los Andes y con Costa Rica y El Ávila. Florísticamente destaca la mayor proporción de tasa avanzados evolutivamente junto con la escasa proporción de géneros bien diversificados (23 con más de dos especies). Estos pertenecen, tanto a grupo de posible origen ancestral, ligado a las floras oró filas del Mundo como a géneros neo tropicales y endémicos de los andes tropicales. Fitogeográficamente predominan los componentes fríos (templado frío, holártico, austral antártico) frente a los cálidos (neotropical montano, neotropical paramuno, pantropical).
Su mayor afinidad (número de especies compartidas) es con Colombia (148), en menor grado con Ecuador (119) y Perú (102); Bolivia con 71 especies marca el tránsito de las floras tropicales a las australes, con las que la afinidad es menor: Argentina (42), Chile (38) y Patagonia (20); con las floras no andinas de. Costa Rica y El Ávila comparte, 27 y 17 respectivamente. Un análisis de agrupamiento junto con la comparación de los elementos fitogeográficos compartidos con las diferentes floras verifica este esquema de afinidades.
Ave del Paraíso
Estas flores tan llamativas son unas de las joyas más conspicuas de la selva nublada de Rancho Grande en el Parque Nacional Henri Pittier. Allí, en las montañas de la cordillera de la Costa, en el Estado Aragua, en las vías a Ocumare o a Choroní, crecen estas plantas tan llamativas.
El Ave del Paraíso es una musácea, del género botánico Heliconia, de la especie acuminata, pariente de plantas como el riquirriqui y el platanillo y, por supuesto, del cambur o el plátano, especies éstas que producen frutas muy apetecidas por el ser humano.
La Heliconia acuminata o Ave del Paraíso, es una planta esbelta, de dos o tres metros de alto, de hojas pequeñas de unos veinticinco de largo, que crecen opuestas y alternas a lo largo del tallo. Las inflorescencias son erectas, de 40 cm de largo, con unas siete espatas (hojas modificadas) de color rojizo con la base verdosa.
En la base de cada una de estas espatas se desarrollan hasta quince flores de cuatro centímetros de largo, de color anaranjado, con una mancha negra en la punta. Las frutas (no apetecibles para el humano) son amarillas, con su parte superior anaranjada. Según los botánicos, unas treinta especies de Heliconia, adornan con sus flores las selvas húmedas y nubladas de Venezuela.
El Bucare
Cuando se recorren los valles de Venezuela al final del período de sequía, casi todo se ve seco, no hay el verdor que caracteriza el período de lluvias o invierno. Sin embargo, hay un árbol, que al igual que el Araguaney, alegra el paisaje dándole el colorido muy especial que le dan sus flores anaranjadas: es el Bucare Ceibo.
Este árbol característico de la América tropical y que se extiende hasta Panamá, se encuentra entre los 400 y 1600 metros de altura, a todo lo largo de las cordilleras de la costa y Andina.
Se ha utilizado mucho para sombrear los cafetales y los cacaotales, que necesitan la sombra que dan los árboles más grandes para poder desarrollarse apropiadamente. Sus raíces son profundas, su crecimiento es muy rápido y su reproducción es por semilla.
El pepino de culebra
El Pepino de Culebra es la fruta de una enredadera que pertenece a la familia del pepino, el melón o la patilla.
Martha Condon, una bióloga tejana, estudió en detalle, hace unos años, la ecología de estas plantas del género Gurania en las selvas del Parque Nacional Guatopo.
Estas enredaderas llegan a tener más de veinte metros de largo, y remontan los árboles hasta coronar sus copas. La planta, produce manojos de vistosas flores masculinas anaranjadas que son visitadas por mariposas y tucusitos atraídos por el néctar almacenado en sus corolas.
Las plantas maduras, ya de cierto tamaño, producen, además, flores femeninas que le permiten la reproducción. Estas flores pueden ser polinizadas por pájaros e insectos y, al ser fecundadas, producen
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