La Naranja Mecanica

La Ficción es comparable con una novela, con una historia que nace en la mente de un creador y que no tiene por qué responder a lo que llamamos verdadero. (Harry Potter, Star Wars, El Señor de los Anillos, Shrek).

Hay otras películas, que con el afán de aproximar los sentimientos de sus personajes con la audiencia, o bien a modo de homenaje con alguna persona o lugar, nos dicen que están “basada en hechos reales” (Viven, Lista de Schindler, El Último Rey de Escocia). Aquí, siguen siendo actores los que representan a personajes que existieron realmente. Aunque sean excelentes y nos conmuevan hasta las lágrimas, no nos confundamos, eso no es un documental. Lo que hacen estas películas es construir una representación de una época o bien la interpretación de un hecho real. Detrás de cada escena maravillosa hay utileros, decorados, maquillajes y repeticiones de una escena hasta que salga a la perfección.

El Documental viene a ser todo lo contrario. Documentar es mostrar una verdad por más insignificante que sea. El cine documental es la muestra audiovisual de esa verdad, que se manifiesta mayormente hoy en día, en la búsqueda por comprobar una hipótesis, poniendo al servicio de ésta, la tecnología, la paciencia y el talento de un realizador, para confirmar o rechazar esa idea que lo motivó a grabar.

1. Tomar una escena y analizarla plano a plano de la película "Nanook" el esquimal de Robert J. flaherty.

2. Hablar sobre los personajes y conflictos de la película “La Patrulla de la Montaña” de Lu Chuan.

Como personaje principal de esta película tenemos a Gayu (Zhang Lei), un periodista de Beijing que llega a la reserva de Kekexili, para entrevistar a un grupo de persona que protegen al antílope tibetano y se les conoce como la Patrulla de Montaña. Tras la desaparición misteriosa de voluntarios de la patrulla Gayu está decidido a descubrir la verdad que se esconde en Kekexili, tras el rumor de la colaboración de la patrulla, dirigida por RiTai (Duo Bujie).

Dura película que cuenta como unos hombres casi sin apoyo por parte de nadie y de una forma un tanto primitiva se ocupan de la protección del antílope tibetano que vive en una región tan inhóspita para el hombre y como a través de un viaje sin sentido, se palpa la odisea hacia una muerte lenta y fría a cinco mil metros de altura.

La protección del antílope tibetano quienes se encuentran al borde de la extinción por la indiscriminada caza de que fue objeto debido al próspero negocio que inició el comercio de sus pieles se convierte en un pretexto argumental minimalista pero suficientemente poderoso como para remover conciencias y nutrir una historia que muestra la crueldad humana y la crudeza de la vida en un aparentemente bucólico

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