La Narracion

Lectura la narración y su técnica

Se puede decir que en la narración no hay una técnica o reglas que se deben de seguir al pie de la letra, pues en nuestra habla normal casi todo es narración. Pues podemos narrar lo que nos ha pasado hoy, ayer, o cualquier otro día. Y podemos también narrar la película que vimos o narrar cómo nos sentimos después de ciertas experiencias. Todos podemos narrar diferentes sucesos que han pasado o nos han pasado, pero hay personas que tienen la cualidad de narrar sus historias con tanta viveza que podemos casi imaginarlas. Ésas personas se pueden decir que tienen esa cualidad o ese arte. Pero cada narrador tiene su propia forma de narrar y que es original, forma parte de su personalidad como narrador.

Sin embargo cada narración como en todo arte, se somete a un orden determinado, tiene leyes y principios que se tendrán que adaptar al tema, ya sea un cuento, una novela, algún drama o cualquier otro tipo de narración.

Narrar es contar una o varias acciones, intenta averiguar o conocer, además de las acciones las causas morales, los sentimientos, el carácter, todo aquello que impulsa a actuar a los personajes. Va implícita también la descripción, pero para que se convierta en narración hay que ampliarla, sobre todo observando y seleccionando ciertos datos. El que narra debe despertar el interés, la curiosidad, y mantener la atención en la narración.

Leyes de la narración.

Según el autor Hanlet, las leyes fundamentales son la unidad y el movimiento y que de ahí se derivan todas las demás.

La unidad se consigue con la búsqueda del punto de vista que nos servirá como guía para seleccionar ideas. Se conservarán las que sean útiles; y las que no, serán rechazadas. Éste será la ley de la utilidad.

Algunos detalles útiles que sean el centro de atención habrá que buscarlos en los elementos de la narración, que los autores llaman invención o búsqueda de ideas, que dichos elementos son los actores, la acción, las circunstancias de lugar y tiempo, las causas o móviles de los hechos, el modo o manera de ejecución, y el resultado y juicio de tales hechos.

Hay que mencionar que la narración no es algo estático sino algo que se mueve que se desarrolla y se transforma, porque narrar es contar un hecho o un suceso con habilidad que haga mantener la constante atención del lector. Aquí interviene la ley del interés. Y para que se mantenga el interés hay tres principios fundamentales: arrancar bien, no explicar demasiado y terminar… sin terminar rotundamente.

El arrancar bien significa que hay que tener un buen principio, comenzar bien, algo ligero, pero que atraiga la atención del lector. El no explicar demasiado es descubrir a medias algo nuevo porque si lo detallamos o explicamos demasiado se muere la curiosidad. El terminar

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