La Narrativa

Una de las diferencias entre la narrativa tradicional con la narrativa contemporánea tiene que ver con el narrador. En la narrativa tradicional el narrador es omnisciente, es decir, la visión del narrador tradicionalmente se enfoca en el uso de la primera persona (testigo o protagonista) y de la tercera persona (omnisciente); mientras que en la narrativa contemporánea el narrador se oculta ya que no siempre la verdad del relato es la verdad del autor y en todo caso, se prefiere que sea la misma historia narrada la que nos informe de todo lo necesario, es decir la visión del narrador es múltiple. Abunda la polifonía de voces y el lector desconoce quién narra o lleva la voz del relato. Es un recurso experimental.

El argumento o la historia narrada es el elemento más importante de la narrativa tradicional, quería sobretodo contar cosas, inventar una historia verosímil y narrar sucesos, detalles, psicología y descripciones. En la narrativa moderna el argumento ya no cuenta por sí mismo. El argumento se puede destruir de varias formas: ejemplo hay novelas en las que el argumento es difícil de ver o éste puede rastrearse muy difícilmente; en otras el argumento está fragmentado que sólo se puede hablar de libros de relatos y no de novelas; en ocasiones aparece no un protagonista individual sino colectivo. El héroe colectivo forzosamente ha de carecer de una historia personal.

En la narrativa tradicional el lector conocía perfectamente la etopeya de su héroe o protagonista pues el autor lo dotaba de unas características bien definitorias. En cambio en la narrativa contemporánea se encuentra en lugar de un héroe, una figura adocenada, a menudo muy difícil de comprender, incapaz de todo lo elevado, aprisionado por las circunstancias y en desacuerdo consigo mismo. También la aparición del protagonista colectivo hace desaparecer al héroe individual. Ejemplo de ello se puede observar en la obra de Kafka, el Proceso, en donde el protagonista queda desprovisto hasta de su nombre propio.

La narrativa del siglo XIX es predominantemente imaginativa. Se escribe para distraer y divertir al lector. La narrativa contemporánea está escrita para inquietar al lector, es decir para hacer reflexionar y conducirlo al compromiso con su sociedad y su tiempo.

En cuanto al mundo que se presenta en la narrativa tradicional es un mundo comprensible, a la medida del hombre, es decir un mundo antropocéntrico, ordenado y humanista. La narrativa contemporánea presenta un mundo inquietante, en el que la vida (existencia) aparece como esencialmente en tensión, contradictorio, cuando no como decepción y fracaso. En la narrativa contemporánea necesita de la colaboración del lector. Éste no puede limitarse a dejarse llevar cómodamente por lo que le cuenta el autor, sino que ha de participar activamente en descifrar la narrativa.

Las nuevas técnicas de la narrativa contemporánea difieren de la tradicional en que la narrativa contemporánea usa el monólogo interior en donde el narrador queda ausente de voz que adopta el punto de vista del personaje y ve como el pensamiento va surgiendo y formándose, confuso.

Otra técnica es la del contrapunto consiste presentar en la novela varias historias que se combinan y alternan, da un mayor dinamismo presentando simultaneidad de los tiempos, lugares o personajes sin previo aviso. También se destaca el behavorismo donde el autor desaparece completamente y son los personajes de la novela con su conducta y

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