ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La revolución Francesa


Enviado por   •  11 de Julio de 2012  •  Tutoriales  •  7.328 Palabras (30 Páginas)  •  433 Visitas

Página 1 de 30

GENERALIDADES

La revolución Francesa fue el acontecimiento político que los autores señalaron como punto de partida de la época Contemporánea. Es a raíz de su profundo significado, que la elevo a la categoría constitucional y fuente de nuevo derecho. Una conclusión que no debe escapar, en una introducción histórica, es que se haya afirmado verdades y falsedades, que sin embargo por una parte el movimiento revolucionario que se expresa posteriormente en 1789 con la Toma de la bastilla fue la consecuencia de los hechos políticos, económicos, culturales aglutinados en una fuerza singular en la historia de nuestro tiempo, son pautas que posteriormente dieron pie para lo que anteriormente fue las premisas centradas de la clase social que había tomado bajo su responsabilidad y cargo el desarrollo de nuevas formas económicas, acompañadas de verdaderas y profundas concepciones políticas, ideológicas y filosóficas, encabezado por el proceso político que la llevó al poder. El desarrollo y la comercialización de ésta a niveles industriales inesperados, todavía pugnadas por el estudio del régimen feudal, una vez tomadas las posiciones económicas el cambio político sólo constituía la desembocadura necesaria, de allí a la gran concentración sólo quedó la distancia que simplifico la Revolución Industrial iniciada y desarrollada mayormente en Inglaterra.

El desarrollo de la legislación del Trabajo: “es un fenómeno mundial producido por la concentración industrial, provocado, a su vez por el maquinismo”. (1)

“El derecho del Trabajo Moderno hijo de la revolución posterior que empieza con el advenimiento de la gran industria junto con el principio de Liberalismo aplicado al contrato de trabajo”. (2 )

No hay duda de las verdades señaladas por los dos juristas en mención. Puesto que la utilización de la industria maquinizada como el reemplazo de la manufactura, constituyo una verdadera revolución en el cambio económico, De ellos fueron responsables la maquina a vapor, la producción de bienes de producción y el mejoramiento integral de la técnica de fundición de metal.

De la gran industria se desprende algunos hechos, caracteres económicos de gran importancia. Por una parte, ocurrió el desmembramiento de los campesinos, quienes pasaron a un segundo plano desde el punto de vista de los métodos modernos de producción. Gran parte de ellos pasan a integrar la fila de la nueva clase social, ligada inexplicablemente a las nuevas formas de producción; al mismo tiempo se desarrolla y fortalece la burguesía, la nueva dirigencia del destino económico del mundo.

Los principios de teoría económica que predominaron fueron evidentemente aquellos que estaban dirigidos a permitir el desarrollo de la burguesía, sobre todo la no intervención del Estado en los asuntos económicos sobre la base de que la Ley de la oferta y la Demanda podían funcionar solas, automáticamente, como resultado de la gran justicia para todos. El desarrollo desde entonces tomó la forma que le imprimía este nuevo contenido.

Fue la época vigente del Código Napoleónico y su concepción de contrato de trabajo como simple contrato de arrendamiento, siguiendo la formula romana de “locatio Conduccio Operearis” y la de la “Locatio Conduccio Operarum.”

Gallard Folch nos expone los hechos de la siguiente manera:

“La revolución traída por la máquina a vapor no ha sido otra que la concentración; en torno al motor, se han concentrado los instrumentos de trabajo; en torno a éstos los obreros; de la concentración obrera ha nacido la conciencia de clase que ha provocado la aparición de un espíritu colectivo hasta entonces desconocido; este espíritu colectivo forma parte de la obra legislativa que no puede continuar preocupándose solamente del hombre individualmente considerado, sino que tiene que ocuparse también, muy especialmente, del hombre como componente de los grupos humanos constituidos en clase, entre éstas, y de las más necesitadas de protección, o sea la clase obrera” (3)

Esta nueva realidad social, tenía que tener su traducción y correspondencia en el cambio jurídico y moralizar la historia del trabajo, marcando en la misma un período en que predominase la legislación del trabajo.”

Vale la pena destacar el esquema que al respecto estableciera Gaete Berríos: “Con la desaparición de los gremios, los trabajadores quedaron entregados a su propia suerte y sometidos por entero a la voluntad omnímoda de los patronos. Las jornadas de trabajo eran excesivamente largas y las mujeres y los niños eran sometidos a trabajos superiores a su fuerza física. En estas condiciones, la clase obrera empezó a asociarse pasando por encima de los preceptos legales que prohibían la coalición. Como la realidad era más fuerte que el texto legal escrito, los trabajadores empezaron a entender que era preferible canalizar las expresiones de los trabajadores por medio de la ley. (4)

Si recordamos un poco la parte histórica del sindicalismo vemos que ha habido distanciamiento entre las dos fuerzas que integran la relación capital-trabajo, con una tendencia hacia la prevención de una y otra, que no ha dado ni dará el resultado filosófico con que se fundó inicialmente el sindicalismo, esto es, un entendimiento acorde con las necesidades de unos y otros, para mejores logros y consecuencialmente un mejor estar tanto en la empresa como de los trabajadores. Pero, repetimos, en la medida que dicha filosofía se fue desviado hacia unos intereses particulares el compás se fue abriendo cada día más y dentro de un estado de prevención que ha trascendido las barreras de estabilidad en el empleo, razón por la cual se han visto consagradas en las normas positivas de derecho algunas condiciones especiales de cobertura para el trabajador con miras a su permanencia en el trabajo.

Con respecto al origen y evolución de la figura del fuero sindical, la mayoría de los autores concuerdan que la misma surgió, en un primer momento, como una herramienta de protección para el dirigente sindical contra el despido (concepto restrictivo). Al respecto, Miguel Lovatón Palacios explica que

“el modelo de fuero sindical ha evolucionado, de tal forma que, en su inicios significó la protección del dirigente sindical contra el despido mientras que ahora es la protección de todo trabajador que desarrolla actividad sindical contra cualquier acto perjudicial a la libertad sindical”. (5).

El fuero sindical estuvo originalmente referida a una protección doblemente restringida: identificaba la protección del dirigente sindical contra el despido. Pero si bien sigue siendo así en algunos regímenes nacionales y en la opinión que parte de la doctrina,

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (46.6 Kb)  
Leer 29 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com