Las Acciones Libres

Las Acciones Libres

¿Por qué es importante la conciencia en ala acciones humanas?

Para poder vivir como ciudadanos, se nos impuso una serie reglas de las que somos conscientes cuando empezamos nuestros estudios, por lo cual, nos fijaron todas las acciones que podemos o no hacer en circunstancias, tanto comunes como inusuales. Algunas las realizamos como un hábito, estas son acciones que ya se encuentran establecidas dentro de nosotros, son algo como: está en el manual; por lo tanto no requieren un esfuerzo de conciencia por parte de nosotros. Pero hay otras que sí, ya que ellas pueden cambiar nuestra vida, como por ejemplo: la acción de ayudar a otro, la acción de decir la verdad aunque otros estén en tu contra, etc. Ya que la más mínima acción, puede darle un giro a tu vida de 180 grados.

Claro que también hay acciones de las que no somos conscientes del efecto negativo para otras personas, aún si dijéramos que no fue nuestra culpa, que fue un acto involuntario por parte nuestra, no podemos borrar el efecto que esta causó. Eh ahí  la importancia de tener más conciencia en nuestras acciones, en cualquier decisión que tomemos, ya que puede repercutir en la vida de personas cercanas o ajenas a la nuestra.

Que se sea adulto con trabajo, familia, etc., no quiere decir que esté preparado para afrontar las consecuencias de sus actos, en esa cuestión todos somos iguales, aún no estamos listos para afrontar esa realidad, y menos aún si resulta que personas  sufrieron por nuestra decisión, nuestra culpa. Las decisiones que tomamos varían según nuestras opiniones, ya sabemos que las personas no opinamos de la misma manera, ni pensamos igual, por lo tanto, no sabemos cómo reaccionarán ante una situación. Si por ejemplo, ocurre un accidente triple; lo más lógico es que se culpará a la persona que ocasionó el accidente, pero supongamos que uno iba distraído, el  otro tenía el celular en la mano y el último estaba borracho, entonces, abría una discrepancia sobre cuál acción entre estos tres sujetos ocasionó el accidente. En este caso las opiniones serían distintas y nadie de los involucrados estarían de acuerdo entre ellos, se necesitaría la ayuda de terceras personas para solucionar la disputa.

Muchas de nuestras acciones tienen que ser a base de nuestra conciencia, a base de las decisiones que nosotros resolvamos. Tomemos como ejemplo el relato de Héctor en la Ilíada y de las temitas. Ambas lecturas nos relatan el acto heroico que las termitas y Héctor hacen por el lugar que los vio nacer, ambos defienden su lugar de nacimiento, aunque no por las mismas razones. Las termitas lo realizan por que ya está programado en ellas, en otras palabras la acción de salir, combatir a los intrusos y morir fuera del termitero, es su instinto desde que nació, ese es el motivo de su vida. En cambio en la Ilíada, Héctor sale valeroso para defender Troya de Aquiles, por su propia voluntad, para defender a todas las personas con las que él tienen lazos afectivos .Fue esa decisión la que le dio valor y fuerza para luchar, aun sabiendo que posiblemente moriría en la lucha. La diferencia es clara, es la decisión que se tomó para tales acciones, una lo hiso porque sí; en cambio el otro lo hizo porque quiso.

Las personas, sobre todo mayores de edad, tienen la libertad de realizar lo que quieran, pero siempre en cuando no vulnere los derechos de los demás, sin que otros le recriminen por sus acciones. Pero son las circunstancias, las que pueden cambiar la decisión de realizar algo. Tal como dice la frase “No somos libres de elegir lo que nos pasa […] sino libres para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo”, tus acciones van a depender de cómo se responda a un momento especifico, este momento puede ser bueno y malo, y la consecuencia será otra circunstancia en la que también tengas que tomar una decisión. Esto quiere decir que no importa que acción se realice, este tendrá repercusiones en las que tendrás que tomar otra decisión, por eso se tiene que pensar, analizar y si es posible, mirar a los que están alrededor para tomar una buena decisión, y después uno no se arrepienta. Aún si existen momentos malos, como la decisión de seguir o no un tratamiento de cáncer, o la posibilidad de una operación en los ojos, que te puede salvar la vida, pero te dejaría ciego por el resto del tiempo que te queda; se debería tomar una pausa y responder de manera que convenga a todas las partes.

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