Lazarillo De Tormes
rocioperez831 de Junio de 2013
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Lazarillo de Tormes
Contexto histórico
Debemos ubicar a esta novela en la España del Mercantilismo. Se llama Mercantilismo al proceso económico por el cual España se va empobreciendo a causa de su ineficacia para producir.
Luego de la conquista de América, España se ha convertido en una de las potencias mundiales. Es una de los imperios más ricos, ya ue obtiene de América el oro tan preciado. Pero al no producir ninguno de los elementos básicos para su subsistencia, debe comprárselos, fundamentalmente, a Francia e Inglaterra. Esto provoca que España parezca rica pero sea realmente pobre. Esta es la época de Carlos V, un rey que llevó a España a la expansión territorial, pero todo eso no era más que un telón escenográfico que ocultaba la realidad. España vive esa doble cara que marca este tiempo como una época hipócrita.
Novela picaresca
La novela picaresca nace como reacción a las novelas de evasión de la época. La literatura, en ese entonces era cómplice del poder, encarnado en Carlos V que lo promovió. De esta manera la literatura de evasión cumplía el propósito de crear una atmósfera para que la gente no advirtiera la realidad en que vivía y deseara formar parte de ese mundo idílico que se les presentaba.
Las novelas típicas de la época eran las de caballería y las pastoriles.
Las novelas de caballería contaban las hazañas de los caballeros pero de una manera inverosímil. Pintaban un mundo inexistente, plagado de criaturas inventadas, siendo sus personajes muy alejados de la realidad.
Las novelas pastoriles también eran inverosímiles, narraban amores de pastores que sentían, se movían, y hablaban como cortesanos y aristócratas.
Como género contrario a esto nacen las novelas picarescas. Es una novela de protesta, que busca denunciar la injusticia social, tratando de evitar la evasión. Pero esto sólo es un principio, porque a medida que pasa el tiempo, el género se va desvirtuando, se va convirtiendo también en novela de evasión, ya que el pícaro se transforma en un personaje que busca la libertad y el contacto con la naturaleza y por eso se entrega a la vida del vagabundo.
La novela picaresca se caracteriza por la figura del pícaro que es quien cuenta la historia, por eso es una novela autobiográfica en general. A su vez es episódica, porque es el pícaro quien une los episodios que se van sucediendo. Fuera de esta figura, nada tiene importancia.
La novela picaresca es esencialmente amoral, desde el momento que el pícaro estafa, roba, miente y eso lo hace mezclando gracia y festejando el triunfo que quiere contagiar a quien lo lee. Por lo tanto presenta una atmósfera ambigua de pesimismo y burla.
El pícaro y Lázaro
Decíamos en el ítem anterior que la novela picaresca fue evolucionando y con ella también lo hizo la figura del pícaro. Esto hace difícil la definición, porque si pensamos que la novela picaresca nace con el Lazarillo en 1554, entonces veremos a un pícaro con ciertas características, pero si consideramos que el Lazarillo es un precursor y que la novela picaresca surge 50 años después, veremos que el pícaro tiene otras características. Este problema aparece con el hecho de que entre el Lazarillo y las novelas picarescas hay 50 años de silencio en el género.
Los pícaros posteriores eran vagabundo por elección. Eran jóvenes cansados del mundo, que abandonaban su vida para dedicarse a ser libres. Para ello se ponían bajo el servicio de amos a los que engañaban, estafaban para conseguir algo y luego marchaban al servicio de otro. Eran delincuentes y hasta podían llegar a matar. No les interesa el mundo, no se mueven dentro de sus leyes, sino que quieren escapar de él.
El caso de Lázaro es diferente. Él es un niño que proviene del bajo mundo, en un clima de delincuencia, como todo pícaro, pero la postura de Lázaro ante la vida es diferente. Él no elige esta vida, está determinado a ella. Es un producto de ella y no quiere eso, sino que quiere tener un lugar en la sociedad en la que poder vivir y no sobrevivir.
Lázaro es empujado a conseguir sus necesidades básicas por medio de artilugios, engaños y mentiras, pero todo es para sobrevivir. Su propósito es abrirse camino, no escapar. No es un amoral como los pícaros posteriores, es un niño abriéndose paso en el mundo, y para ello no tendrá otra alternativa que ponerse al servicio de algún amo.
El Lazarillo
Esta novela tiene el propósito de denuncia de la realidad miserable en la que se encuentra España; tanto económicamente como espiritual y religiosamente.
A nivel religioso estamos en una época de revisión de la Iglesia. La impresión de la Biblia ha puesto a este libro al alcance del mundo secular que ha obligado a la Iglesia a revisar sus principios. En algunos países aparecen las primeras reformas protestantes. En España, en la que hay aún una Inquisición muy fuerte (aparato represor de la Iglesia que tortura y quema a cualquiera que considere hereje o en pecado), aparece la figura de Erasmo de Rotherdam, un religioso que
comienza criticando la pomposidad de la Iglesia. Erasmo habla de una Iglesia enriquecida que se ha olvidado lo esencial de su función, que ha olvidado la humildad y la sencillez de Cristo y que está más apegado a los bienes materiales de este mundo. El Lazarillo está plagado de huellas erasmistas.
A causa de todo esto es que el autor esconde su identidad. Sabe que puede ser castigado por estas críticas duras que hace en su novela. Este anonimato nada tiene que ver con el anonimato medieval. En la Edad Media no se firmaban las obras en su mayoría, porque no era esperable que el autor sobresaliera, ya que todo debía ser hecho para la obra de Dios. También tenemos que tener presente que la mayor parte de las creaciones literarias medievales son orales, porque no era un bien común la escritura, así que nadie era dueño de esa producción que se iba modificando de boca a boca.
Estructura
Esta novela está estructurada exteriormente, en tratados que son escritos con fines didácticos donde se diserta sobre un tema. Por lo tanto vemos que el propósito de Lázaro es enseñar sobre la vida a través de su vida. “Cada uno es producto de sus obras” parece ser una sentencia del Renacimiento; y el prólogo del Lazarillo, escrito por el personaje que asegura que es posible “con fuerza y maña” aún teniendo a la Fortuna contraria a ellos, “remando” salir “a buen puerto”. Este es el propósito del personaje al contar la novela, mientras que el propósito del autor es la denuncia.
Son siete tratados los que encontramos en ella. Casi se podría decir que en cada tratado a un amo, excepto en alguno de ellos que hala de dos amos, pero uno de ellos es tan insignificante que no se hace un tratado de él. En realidad Lázaro pasa por manos de nueve amos.
Son los tres primeros amos y tratados los que marcan su vida infantil. Los otros marcan su vida juvenil.
En los tres primeros tratados, Lázaro sólo busca alimentarse, corre una carrera contra el hambre, y es el hambre quien mueve sus pasos. En cambio en los otros cuatro tratados, el hambre parece estar resulta y ahora hay otros intereses.
Lazarillo de Tormes - Tratado primero (2° parte)
Tratado primero – Lazarillo de Tormes
Presentación del ciego y despedida de la madre
Una vez que Lázaro pierde su segunda figura paterna, la madre determina ir a servir a un mesón, tratando de “evitar el peligro”. Así sirve, Lázaro ayuda y conocen un día a un ciego que viene a posar una noche. Este personaje será para Lázaro un padre, aquel que le enseñe el oficio de pícaro, lo inicie en este mundo y le de las herramientas para vivir en él.
La ceguera en la literatura es algo tradicional. Desde la época griega, se consideraba que el ciego era una persona que tenía poderes especiales. Justamente, por ser ciego y tener impedida uno de los sentidos más importantes para el hombre, se creía que los dioses los compensaban con la posibilidad de ver más allá que el resto de los mortales, y por eso se los asociaba a la adivinación. No es casual que este ciego viva de la adivinación, basándose en esa creencia popular, pero en realidad serán mentiras y estafas las que hará a quien requiera de sus servicios. Sin embargo, en la vida de Lázaro, el ciego le profetizará el futuro cuando le diga “que si hombre en el mundo ha de ser bienaventurado con vino, que serás tú” y en otro momento “A lo menos, Lázaro, eres en más cargo al vino que a tu padre, porque él una vez te engendró, mas el vino mil te ha dado la vida”; así Lázaro terminará su vida vendiendo vino, siendo esta profesión la que le permitirá sostenerse dignamente.
El ciego aparece y ve a Lázaro con buenos ojos, así se lo pide a su madre para que le sirva. Este diálogo entre el ciego y Antona se muestra a través de las palabras de Lázaro narrador, en la forma de discurso indirecto libre. No sabemos exactamente las palabras de los personajes, sino por fragmentos. Sin embargo, el Lázaro personaje no habla directamente. No hay lugar para escuchar su voz en algo tan importante como es su futuro. No sabemos cómo se sintió, qué quería, si le dolió. Lázaro personaje parece no poder opinar. Pero Lázaro narrador deja entrever algunas cosas a través del lenguaje. El ciego lo pide para “adestrarle” y no
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