Legado De La Creacion

INTRODUCCION

El porqué de la conducta humana, según el psicólogo mexicano, se debe buscar fundamentalmente en la circunstancia histórica-cultural en la que han nacido y en la que se han desarrollado los seres humanos. El motor fundamental del comportamiento es la cultura o, mejor todavía, la socio cultura. Díaz- Guerrero afirma que “somos y nos comportamos según el lugar en el que nacemos, por lo que heredamos, por la manera en cómo hacemos las cosas, por lo que”. Hay que tener en cuenta que aunque el comportamiento humano se explique por la concurrencia de las cinco variables involucradas (históricas, biológicas, psicológicas, sociales y culturas) no significa que todas ellas funcionen igual en las diversas culturas existentes, porque así como en la cultura mexicana puede predominar una variable histórica, en la cultura china puede su propuesta puede ser totalmente contraria.

UN LEGADO DE CREACIÓN E INVESTIGACIÓN PSICOLÓGICA

Más que nada el autor nos habla sobre su interés por construir una psicología del mexicano: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Por qué nos comportamos de esta manera? Estas son algunas de las preguntas que se formula en el artículo leído: El legado psicológico de Rogelio Díaz- Guerrero.

La conciencia de sí mismo, su procedencia y su cultura son fenómenos que caracterizan profundamente al mexicano; y no solo a éste, si no a cada grupo social existente, claro que hay características distintivas y el sistema de creencias y valores que actúan en cada individuo, y que son aprendidas dentro del grupo.

El psicólogo logró detectar nueve características en el comportamiento del mexicano:

1. Machismo

2. Obediencia aflictiva

3. Virginidad

4. Abnegación

5. Temor a la autoridad

6. Statu quo familiar

7. Respeto sobre amor

8. Honor familiar

9. Rigidez cultural

Los roles que desempeñan los miembros de la familia mexicana dependen íntimamente de las proposiciones socio-culturales estipuladas. Para los mexicanos lo primordial es la familia y la obediencia hacia los padres, y entre más baja sea la clase social, más fuerte es la actitud de obediencia. Quedó prescrito que en la familia mexicana el hombre debería ejercer todo el poder y la mujer todo el amor, cuando la madre o el padre buscan la satisfacción personal o el dominio y no el desarrollo de los hijos, es cuando empieza la confusión entre éstos dos conceptos. Una madre posesiva anula en muchos aspectos el posible desarrollo

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